Suponer
que la reactivación llegará en el corto plazo o que aumentará
la recaudación, cuando por ahora no hay indicios de ninguna de
las dos cosas, puede parecer arriesgado. Pero es lo que empieza a hacer
el Gobierno, que quiere aprovechar cierta calma financiera para inyectar
optimismo en la población. Por caso, el secretario general de la
Presidencia, Nicolás Gallo, prometió ayer que no habrá
una reducción adicional de jubilaciones y salarios, algo que sólo
se sabrá con certeza con los resultados en la mano de la recaudación
de este y los próximos meses.
Gallo afirmó que no será necesario promover un ajuste de
haberes de jubilados y de empleados públicos mayor al 13 por ciento,
algo que ya ha dicho el Presidente, el ministro de Economía
y el jefe de Gabinete. Sin embargo, Cavallo no descartó que
haya que profundizar el recorte de gastos. El último jueves, incluso,
emitió un comunicado advirtiendo que si la recaudación impositiva
no crece, recurrirá a achicar las transferencias a las provincias.
Por otra parte, en declaraciones a radio América, Gallo señaló
ayer que es una irresponsabilidad plantear una reprogramación
de la deuda, y que eso genera dudas en cuanto a la voluntad de la
Argentina de pagar y honrar sus deudas. El funcionario cuestionó
así la propuesta de Raúl Alfonsín, quien viene insistiendo
en la necesidad de llegar a un acuerdo con los acreedores que permita
bajar los costos de la deuda y estirar los vencimientos.
Según Gallo, en el concepto de la deuda: hay un acreedor,
y el acreedor es a quien se le debe consultar en última instancia
una iniciativa que implique cambios en el pago de los compromisos acordados.
Acá se está hablando de una reestructuración
por parte del deudor, y esta es una absoluta irresponsabilidad ,
protestó. Se cree que las deudas son del gobierno de turno,
y las deudas son de la República Argentina, y como país
e integrante de la comunidad internacional, no puede ser deshonrado porque
un día a alguien se le ocurrió no pagar la deuda,
insistió.
De todos modos, Gallo explicó que de lo que se trata es de
bajar el peso de los intereses, porque estamos pagando un nivel muy alto,
precisamente por la falta de garantías. A esto se le agrega el
riesgo que implica un país donde no hay consenso sobre la obligación
de pagar la deuda, concluyó. En otro orden, Gallo afirmó
que más allá del escenario político que quede después
de las elecciones, Domingo Cavallo continuará en el gobierno
de Fernando de la Rúa.
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