La cumbre
sin atributos
La Conferencia
contra el Racismo de la ONU reunida en Durban (Sudáfrica) se destacó
por sus polémicas y no por sus resultados. Luego de que Estados
Unidos e Israel se retiraran, la declaración final evitó
la equiparación sionismo-racismo reclamada por el mundo árabe.
La esclavitud fue condenada como genocidio, pero sin reconocer posibles
reparaciones.
The Independent
El poco decoroso desorden en que cayó la conferencia de la
ONU contra el racismo era predecible, pero no por eso deja de ser lamentable.
La esencia de las artes diplomáticas aunque a veces aparezcan
muy degradadas es la prevención del tipo de disputas y recriminaciones
que estallaron en Durban. Al menos una parte de lo que ocurrió
en Sudáfrica es culpa de la ONU y de la Unión Europea, que
podrían haberse esforzado más para calmar los ánimos
y llevar la reunión a un éxito que jamás llegó.
Pero Estados Unidos también tiene su responsabilidad. La decisión
de Israel de retirarse es entendible. Pero que Estados Unidos haya hecho
lo mismo tan pronto llevó a que las negociaciones para el comunicado
final perdieran peso. (Editorial)
El País
Las terribles desigualdades económicas del presente exigen
programas de ayuda y cooperación urgente, que en el caso de Africa
no se resuelven a través de un sumario universal sobre las culpas
por la esclavitud. Durban ha permitido informar sobre muchas situaciones
deplorables en el mundo. La conferencia debía haberse centrado
en medidas concretas para erradicar de forma absoluta la esclavitud, que
aún se practica en algunos lugares, y para combatir un racismo
creciente, no siempre en los países desarrollados, y toda forma
de discriminación, incluidas las castas en India, prohibidas por
ley, pero presentes en la sociedad. En esta conferencia, el rencor ha
dominado. (Editorial)
La Jornada
La Conferencia Mundial contra el Racismo y la Discriminación
realizada en Durban, Sudáfrica, arroja un balance lamentable. Ni
siquiera por haberse realizado en el país que fue el bastión
del apartheid sirvió para recordar al mundo que la opresión
colonial o racial y la idea de la superioridad de pueblos o razas es insoportable
para la conciencia humana y que, cualquiera que sea el poderío
de quienes las practiquen y defiendan, a mediano plazo son derrotadas
porque son insostenibles. Los grandes países industrializados,
que son también ex potencias coloniales y dan muestras de racismo
con los inmigrantes y sus minorías nacionales, trataron de disminuir
la importancia de esta conferencia mundial y el alcance de sus resoluciones.
(Editorial)
La tasa más
querida
Luego de que
el premier francés Lionel Jospin apoyara la instauración
de la tasa Tobin (que grava las transacciones financieras internacionales),
el canciller alemán Gerhard Schroeder admitió la posibilidad
de discutirla. Esta tasa es apoyada por 687 eurodiputados y figura en
eltemario de la próxima reunión de ministros de Finanzas
de la Unión Europea.
Der Spiegel
Aprecio mucho el interés que genera mi idea, pero la mayoría
de los elogios no vienen de donde deberían venir. Soy economista
y, como la mayoría de los economistas, defiendo el libre comercio.
Apoyo la gestión del FMI, la OMC y el Banco Mundial, a los que
los movimientos antiglobalización combaten. La intención
de lo que propuse es dar un mayor margen de maniobra a los bancos centrales
de los países pequeños para que puedan luchar contra la
tiranía de los mercados financieros. Hoy en día, especuladores
como George Soros pueden terminar con un banco central. Miren si no lo
que ocurrió en Argentina, que pegó su peso al dólar.
Las tasas de cambio fijas son una invitación a la especulación.
Los operadores hacen lo que quieren sobre la voluntad de estos bancos
centrales de defender como sea los valores fijos. (James Tobin)
Les Echos
A falta de moralizar a los movimientos internacionales de capitales,
la tasa Tobin ya estimula los movimientos internacionales de ideas. Hay
que decir que el concepto lanzado hace algunos años por el Premio
Nobel de Economía tiene la fuerza de las ideas simples. El tema
presenta la triple ventaja de impresionar a los espíritus por la
dimensión de los capitales en juego, hacer creíble el discurso
por lo técnico de sus análisis y satisfacer las conciencias
por el valor moral de la medida. Pero los estudios realizados hasta hoy
muestran que una tasa de este tipo, si es pequeña, no disuadirá
a los especuladores. Y si es grande, tendrá el efecto perverso
de contraer el conjunto de las inversiones, incluso de las más
deseables.
Le Nouvel Observateur
La tasa Tobin hizo su retorno a la escena política francesa,
y por qué no europea. Ya incluida en el programa de Lionel Jospin
con el que asumió como premier en 1995, la tasa Tobin fue rápidamente
olvidada, por no decir enterrada, en la medida en que los grandes aparatos
internacionales de decisión financiera lo rechazaron. Sin embargo,
a ocho meses de las elecciones presidenciales, con el resultado de los
comicios municipales a la vista (donde la izquierda radical ha perdido
mucha fuerza), y después del éxito de movimientos antiglobalización
como el ATTAC, el gobierno de Jospin no podía perderse la oportunidad
de intervenir en el asunto. (Editorial)
De golpes
y amortiguaciones
Ayer Israel
vivió una ola de violencia: dos atentados suicidas, una emboscada
y varios enfrentamientos en Cisjordania y Gaza dejaron cinco israelíes
muertos y decenas de heridos. El gobierno de Ariel Sharon se ha decidido
a implementar una zona de amortiguación de 100 km entre
Cisjordania y la costa del Mediterráneo, epicentro de muchos ataques.
Jerusalem Post
El término zona de seguridad despierta todo tipo
de asociaciones desagradables. Cisjordania y Gaza no son lo mismo que
el Líbano. En caso de que se establezca, ésta seguirá
el mismo destino que la zona de seguridad en el Líbano que colapsó
hace poco más de un año. Y en realidad, hasta será
más problemática. La primera dificultad es técnica:
como sustituto de una barrera física, esta zona sólo funcionaría
bajo una observación constante que sólo puede realizarse
por una panoplia de dispositivos muy costosos en un territorio tan amplio.
La segunda es que en algunas zonas no hay espacio para crear una zona
de separación. Y la tercera es que Israel continuará teniendo
una fuerte presencia en el área que esté más allá
de esta zona de seguridad. (Mark Heller)
Haaretz
Muy típico: mientras el gabinete de seguridad nacional discute
sobre la implementación de la zona de amortiguación,
nadie se dispone a considerar las implicaciones de algo así para
quienes serán sus víctimas. Crear una zona militar cerrada
en un área densamente poblada o sea, algo que implica más
demoliciones de casas, más expropiaciones de tierras, más
cierres de rutas no es algo que deba ser objeto de meditación.
Pareciera que la única seguridad que importa es la de los israelíes.
Una vez más, lo que aparece imponiéndose es el viejo concepto
israelí de que es lícito agravar la vida de todos los palestinos
y no hacer nada para aliviar su sufrimiento, siquiera un poquito; todo
en nombre de la seguridad. (Gideon Levy)
Jordan Times
La intifada actual eliminó una de las justificaciones preferidas
de Israel: la seguridad. A pesar de los varios niveles de cierres de rutas
y restricciones de movimientos, algunos palestinos no tienen demasiado
problema para entrar a Israel. La política israelí afecta
justamente a quienes no están implicados en actos de violencia,
atentados suicidas, etc. Mientras los israelíes disponen de sus
pavimentadas y bien protegidas rutas, los palestinos tienen apenas un
caminos destrozados, de un solo carril y con numerosas barreras de vigilancia.
Y para aquellos palestinos que quieren usar las rutas israelíes,
la vigilancia y el terror militar y de los colonos se acentúa.
(Daoud Kuttab)
|