Por
Oscar Ranzani
Steven
Spielberg es, qué duda cabe, uno de los grandes nombres que dio
la historia de Hollywood. Es, también, uno de los más millonarios
y uno de los más polémicos. Y tiene en cartel, en estos
momentos, una película notable como A.I. (Inteligencia artificial).
Es el personaje ideal, en definitiva, para un ciclo como Desde el
Actors Studio, que conduce el periodista James Lipton ante
un auditorio colmado de estudiantes de cine. El canal Film & Arts
emitirá hoy a las 20 la primera parte y mañana en el mismo
horario la segunda y última de un extenso reportaje donde el director
de La lista de Schindler habla de su vida personal y su profesión,
al tiempo que revela aspectos desconocidos de las técnicas empleadas
a lo largo de su trayectoria. Utilizando su filmografía como eje
de la entrevista, ésta se completa en la última media hora
con preguntas de los propios estudiantes de cine que estuvieron presentes
en el histórico Actors Studio y se sustenta con imágenes
de archivo.
El realizador, capaz de sorprender con películas como A.I., todavía
se sorprende a sí mismo cuando recuerda su primer encuentro con
la vocación cinematográfica. A los 12 años
me encomendaron leer Historia de dos ciudades. Y lo que hice fue realizar
dibujos en el borde de las páginas. Animaba las figuras de una
en una y pasaba las páginas. Entonces veía cómo las
figuras cobraban vida. Esa fue la primera vez que logré crear algo
que se movía. Spielberg recuerda que filmó Fighter
Squad a los catorce años, en el aeropuerto Sky Harbor de Arizona.
Mi padre arregló todo. Dije que quería hacer un film
sobre la Fuerza Aérea. señala. Al año siguiente
llegó Escape to nowhere. Es el título más esotérico
de mi carrera. Duraba unos treinta minutos y trataba sobre la segunda
guerra mundial, agrega el director. A ella le siguió la película
que, según Spielberg, dio pie a Encuentros cercanos del tercer
tipo. Firelight aborda la historia de un hogar que fue invadido por una
luz. ¿Qué extraño fenómeno estaba sucediendo?
El cineasta contesta que la luz era causada por objetos que venían
de otro mundo. Un Spielberg auténtico.
Luego de un par de experiencias de aprendizaje, la fama dejó de
ser puro cuento y se transformó en realidad con Tiburón,
un film sorprendente en muchos aspectos. El entrevistador, Lipton, le
recuerda, en una suerte de ayudamemoria: dijiste que filmarías
la película con la condición de no tener que mostrar el
tiburón en la primera hora. Y Spielberg ratifica: Sí,
porque lo más aterrador es la violencia y el suspenso fuera del
plano. Hay que darle crédito al público. Ellos aportan más
imaginación al film que, quizás, todos nosotros juntos.
Después de Tiburón, la carrera del realizador norteamericano
siguió con Encuentros cercanos del tercer tipo, como para decir
aquí estoy yo. Al parecer, cuatro experiencias de su niñez
marcaron este trabajo: una lluvia de meteoritos que presenció de
chico, una escena de la película Fantasía, una canción
de Pinocho (que finalmente no aparece en la película) y Fire Light,
la producción que hizo de pequeño. Spielberg recuerda que
en Encuentros cercanos... comencé con el final y terminé
con la introducción. Tenía la idea de cómo sería
el encuentro entre una raza de seres bondadosos y la humanidad con científicos
y gente elegida para presenciar ese momento. Y comencé con la idea
de que fuese una reunión pacífica. El creador de ET
decidió que no habría villanos en esta historia porque cuando
miro hacia el cielo a la noche y veo las estrellas, no podría imaginar
que un grupo de reconocimiento que hubiese viajado diez años luz,
con tanta tecnología y experiencia y que no se estuviese destruyendo
a sí mismo, podría venir aquí con malas intenciones.
No podría concebirlo de otro modo. Por este film Spielberg
fue nominado por primera vez al Oscar y la recaudación trepó
a los 270 millones de dólares, una cifra que posteriormente él
mismo superaría.
Y
siguieron los éxitos. Al ser consultado sobre Los cazadores del
arca perdida, el cineasta confiesa que su filmación demoró
74 días y trabajamos con un promedio de 35 escenarios al
día. ¿Cuántas serpientesvivas-interroga Lipton-había
en la famosa escena de la película?. Siete mil serpientes,
aclara Spielberg. Comenzamos con unas tres mil y no parecían
suficientes. Luego tuvimos cinco mil de hule controladas con cables pero
no había suficientes controles así que tuvimos que conectar
cien a cada control. Era como ver una coreografía, recuerda
el director. Todas se movían al mismo tiempo. No funcionó.
Entonces fuimos a todas las tiendas de animales que había en Londres
buscando serpientes. También trabajamos con cinco cobras controladas
por domadores y, como eran peligrosas, colocamos barreras de vidrio,
describe. Este film recibió nueve nominaciones y ganó cinco
premios de la Academia. La recaudación trepó a los 363 millones
de dólares.
Spielberg no duda en afirmar que ET fue la declaración más
personal que jamás haya hecho. Desde el principio quise que
el relato fuera en primera persona desde el punto de vista de un niño,
señala. Un buen momento para apuntar que si hay una constante en
sus películas es la de que, generalmente, los adultos son los agresores.
En mis películas los adultos son una amenaza porque realmente
lo son para los niños: ellos controlan cada decisión que
toma un niño. Los chicos no tienen resentimiento contra la autoridad
sino que le temen a lo grande y a los objetos grandes que se mueven. El
temor a la autoridad se aprende la primera vez que nuestros padres nos
dicen `no.
El ET fue creado por Carlo Rombaldi y tiene los ojos de Carl Sandburg,
un poeta reconocido. Un artista llamado Ed Row hizo los primeros
bosquejosexplica Spielberg. Lo único que le dije fue
que diseñara un extraterrestre pero que lo quería con un
cuello largo que pudiese subir como el periscopio de un submarino y que
pudiera encogerse cuando tuviera miedo. No quería que pensaran
que era alguien disfrazado. Está hablando, cabe recordar,
de uno de los muñecos más famosos que mostró el siglo
XX, junto, quizás, a los Gremlins. Por este film Spielberg fue
nominado por segunda vez al Oscar y la película obtuvo nueve nominaciones
y ocho premios de la Academia.
Recién en los 90 quebró la marca histórica de ET.
La apuesta fue muy fuerte, y los resultados, nuevamente sorprendentes:
Parque Jurásico pasó a ser el film más taquillero
de la historia y Spielberg se encontró con nuevas técnicas
en materia de cinematografía. Cuando se le recuerda que la película
fue pionera en ciertos efectos especiales, el realizador reconoce
que no se pudo dar el lujo de ser tan espontáneo en esta producción.
No sólo hicimos un guión de escenarios sino que también
hicimos una animación de plastilina. Phil Tippet animó personalmente
el ataque en la carretera. Al final del film, cada escena y cada toma
del ataque en la cocina fue animada con plastilina. Lidiábamos
con una tecnología completamente nueva y no sabíamos si
iba a funcionar, así que no quería improvisar, sentencia
Spielberg.
Reconoce que, siendo judío, La Lista de Schindler lo tocó
de manera especial. Fue doloroso estar en esa filmación en
el momento que me detuve a pensar en qué lugar me encontraba. Sabiendo
que de haber estado allí cincuenta años atrás, yo
sería un judío muerto sólo por la sangre que llevo.
El realizador sostiene que en el estudio muchos ejecutivos no querían
que hiciese el film. Costó 21 millones, que es una suma bastante
económica para una producción de estas características.
Pero yo no quería que costase más. Sentía responsabilidades
hacia el estudio por arriesgar esa cantidad de dinero en una historia
sobre el Holocausto, cuando ninguna de las anteriores había tenido
éxito, comenta Spielberg. Entendí que el estudio
quería hacerlo en colores para vender más videos. Pero yo
nunca había visto el Holocausto en colores.
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