Por
Nora Veiras
Hoy,
al celebrarse el primer Día del Maestro del siglo XXI
se puede decir que no existe un perfil del docente argentino.
Los maestros y profesores reproducen por regiones los rasgos fragmentados
del país. En el noroeste, casi dos de cada tres son pobres, mientras
que en el promedio nacional se referencian en una clase media empobrecida
Y un 6 por ciento subsiste por debajo de la línea de pobreza. Para
casi el 90 por ciento, la docencia es su único trabajo. La mitad
de los educadores desconfía de los ministerios de Educación.
Casi la totalidad está de acuerdo con incluir la prevención
de adicciones y la educación sexual en los temas escolares y cuatro
de cada diez coincide con la incorporación de religión.
La absoluta mayoría tiene una visión entre pesimista y crítica
sobre los valores de los jóvenes. Dañar los bienes públicos
y coimear a funcionarios son las conductas más repudiadas por los
maestros. Casi tres cuartas partes de los maestros prefiere políticas
preventivas (educación y empleo) para luchar contra la delincuencia.
A pesar de la tolerancia que prima, aparecen conductas discriminatorias
hacia los villeros, los homosexuales y los enfermos de sida.
Tener relaciones con una persona casada es inadmisible para
casi la mitad de los docentes.
La variada caracterización sobre origen social, valores y consumos
culturales de la docencia surge como conclusión de un informe de
la encuesta realizada por el Instituto de Investigación y Planificación
Educativa (IIPE) Buenos Aires, dependiente de la UNESCO, en convenio con
el Ministerio de Educación de la Nación. El relevamiento
consistió en 2400 entrevistas personales seleccionadas por muestra
probabilística en escuelas públicas y privadas de todo el
país. Juan Carlos Tedesco, Emilio Tenti, Néstor López
y Marcelo Urresi fueron los encargados de la investigación mientras
que el trabajo de campo lo realizó la consultora Analogías
entre el 28 de agosto y el 15 de setiembre del año pasado. La demora
en la difusión se debió a la discusión interna en
la cartera educativa acerca del uso que se podría hacer de la información.
También influyó la falta de políticas concretas que
permitieran revertir o compensar las carencias que puso en evidencia el
estudio.
Los puntos principales del trabajo difundido ayer son los siguientes:
u El 97 por ciento está de acuerdo con incorporar a la enseñanza
la prevención de adicciones, el 94,3 con la educación sexual
y la salud reproductiva. Más del 80 por ciento acuerda con analizar
los medios de comunicación y las situaciones políticas y
sociales y un 40,2 por ciento con el tratamiento de religión.
u La mayoría de los docentes (más del 60 por ciento) cree
que valores tales como el compromiso social, la responsabilidad, el sentido
de familia, la seriedad, el sentido de del deber, la disposición
al esfuerzo, el respeto a laos mayores están debilitados
en la juventud. El informe advierte que esta imagen seguramente
afecta la calidad de sus relaciones con los alumnos y debería ser
un tema de reflexión.
u Casi la mitad dice que no le gustaría tener como vecino a villeros,
un 30 por ciento a homosexuales y casi 20 por ciento a enfermos de sida.
Aun cuando se trate de minorías, ciertas actitudes y valoraciones
adquieren un significado especial cuando sus portadores son docentes,
dada la función que cumplen en la formación y socialización
de los alumnos, señalan los investigadores.
u A casi el 40 por ciento no le resulta cuestionable evadir impuestos.
Para más de la mitad es admisible divorciarse pero
un 10,2 por ciento considera que romper el vínculo matrimonial
es inadmisible al igual que tener relaciones sexuales o convivir
sin estar casado.
u La mayor confianza la depositan en el colectivo docente (73,8 por ciento),
seguidos por los sacerdotes (45 por ciento), los periodistas (37,7) y
la mayor desconfianza en los funcionarios y en los políticos.
u Sus prácticas culturales más habituales tienen que ver
con opciones populares y masivas (televisión, radio, cine) relacionadas
con laindustria audiovisual. Un 70 por ciento nunca usa el correo electrónico
ni navega por internet. En materia de lectura priman los textos de pedagogía
y educación. Los consumos cultos van subiendo
con la edad, el clima educativo y el nivel socioeconómico de los
docentes.
u Casi la totalidad de los maestros son mujeres. Entre los profesores
de media en cambio, lo son dos de cada tres. Entre los jóvenes
aparece una mayor presencia de varones debido a que, por un lado, es una
de las pocas actividades que ofrece posibilidades de empleo y, por otro,
a que permanecen menos tiempo en la actividad docente.
u Cuatro de cada cinco docentes viven al frente de su núcleo familiar,
en carácter de jefes de hogar o de cónyuge, un 10 por ciento
vive con sus padres y un 7 solos. Un tercio son mujeres solas al frente
de su núcleo familiar.
u Entre los maestros la incidencia de la pobreza casi triplica a la de
los profesores ya que provienen de familias más pobres y cobran
menos.
u En aquellos hogares en que el salario docente es el único ingreso
familiar, la incidencia de la pobreza es tres veces mayor que en aquellos
donde el ingreso docente es minoritario.
u La casi totalidad de los docentes supera el nivel de instrucción
de sus padres. Esta imagen de ascenso no coincide con la percepción
que ellos tienen de su historia: el 20 por ciento siente que su familia
es pobre, un tercio supone que su situación será peor de
aquí a cinco años y otro tercio no puede imaginar su futuro.
u La mayoría piensa continuar en la docencia pero la mitad aspira
a realizar tareas fuera del aula. Cuatro de cada diez docentes está
de acuerdo con encontrar mecanismos para que los mejores maestros ganen
más que los demás. La antigüedad y el título
habilitante aparecen como los factores más valores para las categorías
salariales.
u El 47 por ciento está en desacuerdo en considerar el rendimiento
de los alumnos como criterio de evaluación de la calidad del trabajo
docente y un 42 por ciento está de acuerdo.
u El 60 por ciento se siente inseguro o muy inseguro en su puesto de trabajo.
u Casi el mismo porcentaje considera que la transformación educativa
tuvo un impacto negativo en las condiciones laborales. Rescatan los Contenidos
Básicos Comunes y el Plan Social Educativo. Las críticas
se dividen en tercios sobre la estructura por niveles, la evaluación
de la calidad y el equipamiento.
u Predominan la creatividad y la conciencia crítica
por sobre la transmisión de conocimientos actualizados y
relevantes al definir los fines de la educación.
La radiografía del docente es asimilable a la del ciudadano común.
La variable socioeconómica incide en el deterioro de los consumos
culturales de los maestros y en las regiones más pobres aparecen
las posiciones más conservadoras en cuanto a valores sociales y
culturales. El riesgo está en que al acentuarse las carencias de
los maestros y profesores el margen de la escuela se agote en la reproducción
de la inequidad.
La
idea de un Sarmiento
La
secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva,
Adriana Puiggrós, que además es doctora en Ciencias
de la Educación, afirmó que el docente imaginario
para la mayoría de los argentinos se vincula a una idea de
un maestro muy capacitado, capaz, que cumple con todas sus tareas,
que no falta, como Domingo Sarmiento, que forma parte de una especie
de ejército. La funcionaria agregó
que esto viene de cuando Sarmiento funda la Escuela Normal en
Paraná en 1870.
Después, esa idea fue cambiando por la de un trabajador
de la educación. Y se fue instalando la idea de que existe
entre los maestros una mala formación y una peor remuneración,
afirmó la funcionaria, pero aclaró que en la realidad,
los docentes siempre han tendido a agremiarse, a defender sus intereses,
ya desde la década del veinte. Siempre tuvieron clara la idea
de Nación, y fueron constructores de una cultura escolar.
Coincidiendo con los resultados de la encuesta hecha por el IIPE,
Puiggrós aseguró que ahora, esa capa de docentes
homogénea se fragmentó, especialmente desde la última
dictadura militar. Entonces, cada vez hay más diferencias en
la capacitación y en los sueldos. |
AMANDA
Y LOS SUELDOS
Guiarse
por la zona
Amanda
(prefirió no dar su identidad) tiene 39 años y es
maestra desde 1990. Trabaja en una escuela pública de Capital,
y, preguntada por Página/12, respondió a la encuesta
que hizo el IIPE. La desconfianza en empresarios, banqueros, policías
y militares es total en esta docente. No me gustan nada, y
menos desde mi lugar en la educación, dijo. A su vez,
sí mostró confianza en el periodismo, concordando
con una tendencia que se consolidó en los últimos
años.
Sobre la discriminación, Amanda dijo que le era indiferente
tener de vecino a un enfermo de sida, a un adicto a las drogas,
a un homosexual o a un boliviano. Sin embargo, reconoció
que no toleraría a un extremista de derecha.
Por otro lado, en su caso dice estar mejor económicamente
que sus padres. Pertenezco a eso que no se sabe muy bien qué
es y que se suele llamar clase media, consideró
Como es docente titular, no está con el corazón en
la boca, como un contratado o un suplente. No obstante, Amanda señaló
que aunque me siento segura sobre mi estabilidad laboral,
antes hubiera contestado que estaba muy segura. Pero con las cosas
como están, no se puede saber qué va a pasar en el
futuro. En cuanto al factor que habría que priorizar
para determinar los sueldos, no eligió la antigüedad
o el título habilitante, como muchos de sus colegas, sino
la zona geográfica. Creo que es lo más
importante. Hay lugares, o provincias, en donde dar clases es terrible,
afirmó.
En cuanto a consumos culturales, a tono con la encuesta Amanda dijo
ver televisión, escuchar radio y leer el diario todos los
días, pero a su vez dijo no usar el correo electrónico.
Y si no pudiera usar la computadora tampoco para escribir,
lo haría. Otro tema abordado fue la Ley Federal de
Educación: Estoy de acuerdo con los contenidos básicos
comunes, pero si por descentralización entienden que cada
vez los estados terminen relegando sus responsabilidades, me opongo.
Por último, se mostró partidaria de que las escuelas
traten la prevención de adicciones, la educación
sexual, y el análisis de la TV y de situaciones políticas.
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TENTI
ANALIZA LA INVESTIGACION
Cuando
el educador discrimina
El
sociólogo Emilio Tenti Fanfani fue uno de los responsables
del trabajo que realizó el IIPE. La fragmentación
del universo docente y ciertas tendencias discriminatorias detectadas
en los maestros fueron lo que Tenti destacó de los resultados
que arrojó la encuesta. A continuación, las principales
consideraciones que expuso a Página/12:
- Nuestra hipótesis de trabajo para empezar esta investigación
fue tratar de desmontar ciertas imágenes totalizadoras que
la sociedad puede tener sobre los maestros. Existen quienes piensan
cosas como que todos los docentes van en auto a dar clases, y cosas
por el estilo. Nos propusimos romper esas imágenes.
- El rasgo central que se desprende del trabajo es la fragmentación;
una fragmentación
que va desde las diferencias económicas que hay entre los
maestros desde las distintas regiones hasta los distintos consumos
culturales. Tengamos en cuenta que en el NOA más de un tercio
de los docentes son pobres, mientras que en el Gran Buenos Aires
ese indicador es de un 4,4 por ciento. Si en el caso de las provincias
del norte, tenemos en cuenta no solamente la pobreza de los maestros,
sino además la pobreza de los alumnos, tenemos un cuadro
preocupante.
- También hay que destacar que casi un cuarenta por
ciento de los maestros percibe que está peor que sus padres.
Yo relaciono esto con la parábola de la clase media argentina
y su decadencia, porque antiguamente se consideraba al magisterio
como un reducto de la clase media. Hoy ya no es tan así,
y muchos maestros son pobres, y lo toman como únicamente
como un trabajo. Todavía subsiste cierta minoría de
maestros que tienen ese discurso del apostolado, y de la vocación,
y es la que da pie al resto de la sociedad para tener ese imaginario
sobre la docencia como un servicio abnegado. ¿Pero por qué
no se le pide vocación a un ingeniero también?
- Otro aspecto a destacar es que subsisten algunos porcentajes
discriminadores bastante preocupantes; por ejemplo, casi un 30 por
ciento de los maestros estaría molesto con un homosexual
de vecino. Claro que en el resto de la sociedad los valores pueden
ser iguales o peores, pero dado el rol de los docentes, creo que
ese es un tema a corregir. Hay regiones como Cuyo en donde los indicadores
son más preocupantes, ya que a casi la mitad le molestaría
tener un homosexual de vecino.
- La actitud hacia los jóvenes es otra cosa a señalar:
hay muchas opiniones negativas hacia los sectores juveniles. Si
son con quienes tienen que trabajar, ¿cómo van a hacerlo
bien si tienen tantos prejuicios? Muchos piensan que los jóvenes
no tienen una actitud positiva con el cuidado del medio ambiente,
que no tienen sentido de la Justicia, y cosas así. Ese es
un punto sobre el que tienen que trabajar los maestros.
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OPINION
Por Andrés Delich *
Docentes,
hoy
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Atravesamos
una época de acelerados cambios, que afectan el ritmo de la
vida cotidiana e impactan sobre las economías y las culturas
en todo el mundo. Pese a estas transformaciones evidentes, a veces
realizamos juicios sobre la base de modelos construidos hace muchos
años. Creo que nuestras ideas acerca de los docentes tienen
algo de eso.
La docencia fue uno de los pilares en la construcción de la
Nación. Junto con el proyecto sarmientino de educar al
ciudadano que redundó en el desarrollo del sistema educativo
que conocemos, se constituyó un ideal de docencia y del trabajo
de enseñar. Cien años más tarde, el desafío
es generar nuevos ideales y proyectos que permitan dar cuenta de las
necesidades actuales de nuestros niños y jóvenes y del
país en su conjunto. Para ello, se requiere conocimiento de
la realidad educativa y de nuestros docentes. Pero hasta hoy no disponíamos
de información sistemática acerca de quiénes
son, qué piensan y cómo ven realmente su profesión
los docentes argentinos.
En el año 2000, el Ministerio de Educación solicitó
al Instituto Internacional de Planeamiento Educativo (IIPE-Buenos
Aires) la realización de un estudio que permitiera comprender
qué significa ser docente hoy en la Argentina. El trabajo muestra
que el ser docente en nuestro país difiere fundamentalmente
de acuerdo con la región, la formación y el nivel educativo
en el que se trabaje; y que además varían sustancialmente
las condiciones de vida, las opiniones, lo que esperan de su trabajo
y los valores, por ejemplo, entre maestros y profesores. Por otra
parte, si bien casi todos los encuestados coincidieron en señalar
las difíciles condiciones de trabajo que enfrentan día
a día, la mayoría mostró importantes niveles
de identificación y satisfacción con su trabajo y un
fuerte deseo de continuar enseñando.
Más allá de que existan diferencias de intereses y de
perspectivas, debemos construir un nuevo proyecto educativo a mediano
y largo plazo y, en ese marco, necesitamos volver a pensar la carrera
docente, favorecer la participación y el compromiso de profesores
y maestros, brindarles oportunidades de incrementar sus conocimientos.
Para esto debemos trabajar mucho y este estudio es sólo un
aporte a un debate que hay que hacer avanzar. Este nuevo Día
del Maestro constituye una buena oportunidad para reflexionar sobre
uno de los principales desafíos de la educación argentina:
el desarrollo de la profesión docente.
* Ministro de Educación de la Nación. |
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