Terminaron
su bachillerato para adultos, después de dos años de cursar,
y de pagar 2500 pesos, entre matrícula, cuotas y certificado de
título en trámite. Ahora, cuando van el edificio de Viamonte
y Callao, donde funcionaba el Instituto Mayor de Formación Profesional,
para reclamar su diploma nadie los atiende, o les dicen que los
dueños de ahora no tienen nada que ver con los de antes.
Más de 1500 alumnos están sin títulos definitivos
ni certificados de materias aprobadas y, encima, el Ministerio de Educación
de la Nación ya no reconoce los certificados provisorios, porque
el Instituto estaba autorizado a funcionar hasta 1999, pero, sin que se
diera por enterado ningún organismo nacional o provincial, sus
propietarios se fueron extendiendo desde Córdoba a todo el país.
Acá nos han estafado; yo terminé de dar mi última
materia en marzo, y cuando después de unos días fui a buscar
mi certificado de título en trámite, me dijeron que no estaba,
asegura Susana Zukernik, una de las tantas perjudicadas. Lo que
pasa es que ahora nadie nos reconoce los certificados que nos dieron,
y hay gente que está cobrando un sueldo mayor porque terminó
el secundario, y que puede tener muchos problemas con todo esto,
agrega Susana.
Los gobiernos de Córdoba y de La Rioja firmaron en 1996 un convenio
por el cual autorizaban el funcionamiento de una escuela para adultos
en el departamento del Valle de Punilla, gracias al programa Bachillerato
Acelerado a Distancia para Adultos (BADA). Pero los dueños de esa
escuela siguieron ramificando los establecimientos por todo el país,
pese a que el convenio original finalizaba en diciembre de 1999. En ese
momento presentaron un recurso de amparo ante la Justicia cordobesa, para
que pudieran seguir funcionando, pero en marzo pasado, en los Tribunales
mediterráneos, se ratificó que no estaban autorizados a
continuar.
Llegado ese punto, del local de Viamonte y Callao, una de las sucursales,
desaparecieron los responsables, y una nueva firma dijo desconocer los
inconvenientes generados con los alumnos, que descubrían que sus
títulos no tenían validez, y que tampoco recibirían
certificados de ahí en adelante.
Los alumnos perjudicados, en su desesperación, tocaron todos los
timbres habidos y por haber, pero aún no han podido solucionar
el problema. Por lo pronto, el defensor adjunto de la ciudad de Buenos
Aires, Gustavo Lesbegueris, exhortó al Ministerio de Educación
de la Nación para que adopte las medidas tendientes a regularizar
la situación de estos alumnos en forma inmediata. No obstante,
los alumnos aseguran que no han podido solucionar el problema.
En la Defensoría de la Ciudad aseguran que cuando le pidieron una
explicación a la Dirección de Educación de Gestión
Privada porteña (Diegep), en ese organismo le reconocieron que
las 6 direcciones en las que funcionaban los mencionados institutos
no contaban con autorización oficial para matricular alumnos en
el ámbito de la ciudad, ni se encuentran incorporados a la enseñanza
oficial ni en trámite de incorporación. En tanto,
el titular de la Diegep, Marcelo Pivato, deslindó responsabilidades
y dijo a este diario que no se puede controlar lo que no está
reconocido dentro del sistema educativo privado de la ciudad.
Ahora, desde el Ministerio de Educación de La Rioja que fue
quien coordinó junto a otras provincias la extensión del
BADA su titular, Miguel Angel Asís, prometió entregarle
los demorados títulos a los alumnos. Gustavo Tineo, subsecretario
de Coordinación Educativa riojana, le envió una notificación
a la Defensoría porteña en la que aseguran que atenderán
a los alumnos perjudicados, tanto a los que demuestren la terminación
de sus estudios como a aquellos que no lo hayan hecho. Tineo aseguró
que creará una comisión para resolver la situación
de los damnificados, que tendrán que enviarle a su organismo la
documentación pertinente, incluyendo certificado de estudios, datos
personales, y certificación de domicilio. Los estudiantes podrán
acercar sus documentosa la Casa de la Provincia de La Rioja en Capital,
en Callao 745. Por lo pronto, deberán cruzar los dedos y esperar
que desde tierras riojanas no los defrauden, y que esta vez sea en serio.
Informe:
Alejandro Cánepa.
Adónde
averiguar
Ante los
perjuicios que sufrieron miles de alumnos con distintos institutos
de educación para adultos, la Defensoría porteña
difundió una serie de recomendaciones para las personas interesadas
en inscribirse en cursos de ese estilo:
- Interiorizarse en profundidad acerca de la oferta educativa que
brinda el instituto elegido (planes de estudio, certificaciones,
incumbencias, títulos habilitantes).
- Prestar atención a si existe una normativa jurisdiccional
o nacional que avale esas ofertas.
- Para constatar si el instituto elegido cuenta con la autorización
oficial, dirigirse a la Diegep, ubicada en Avenida Santa Fe 4358.
- Exigir a las autoridades del establecimiento educativo todos los
recibos y facturas correspondientes a cada pago realizado.
- Consultar ante cualquier duda a la Defensoría porteña,
de lunes a viernes de 10 a 18, a los teléfonos 4338-4900,
internos 7522 y 7523.
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