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un mundo nuevo


De la Rúa suspendió su actividad y
participó de una misa por las víctimas

Los atentados se conocieron durante la reunión de gabinete.
El Presidente la levantó. Decretó duelo nacional, le escribió a Bush. Y pidió una misa que ofició Bergoglio. Estuvo Ruckauf.


El Presidente, la primera dama Inés Pertiné en la misa que ofició el obispo Bergoglio.
�Esto es más grande que un mero acto terrorista. Puede desencadenar cosas impredecibles�, afirmó Bergoglio.

Por José Natanson

Domingo Cavallo explicaba, enérgico, las líneas generales del Presupuesto 2002, cuando Fernando de la Rúa decidió interrumpirlo. �No tiene sentido seguir�, dijo el Presidente, que acababa de leer un cable en el que el gobierno norteamericano admitía extraoficialmente que los sucesos en el World Trade Center eran producto de una secuencia de atentados terroristas y no de un accidente. Desde ese momento, un De la Rúa en estado de shock decidió alterar las actividades de su jornada. Suspendió la reunión de gabinete, levantó su agenda, declaró el duelo nacional, le envió una carta a George W. Bush y hasta organizó una misa en solidaridad con las víctimas. �En nuestro país no hay riesgos�, dijo cuando lo consultaron sobre un posible ataque en la Argentina. 
La jornada del Gobierno comenzó como cualquier otra. Como todos los martes, los ministros fueron llegando desde temprano a la Rosada para la reunión de gabinete. Estaban todos, salvo el de Salud, Héctor Lombardo, y el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini que se encontraba en la reunión de la OEA en Lima.
El encuentro presidido por De la Rúa había comenzado con el informe de Cavallo sobre la situación económica y el Presupuesto. Las primeras imágenes de la televisión norteamericana ya mostraban las Twin Towers incendiadas. Todos estaban pendientes, por supuesto, pero aún no estaba del todo claro qué había sucedido. 
El vocero oficial, Juan Pablo Baylac, se había quedado en una sala contigua, mirando la CNN, mientras los funcionarios seguían con la reunión. Cuando tuvo la primera confirmación de que se trataba de una serie concertada de atentados, Baylac interrumpió la charla con un puñado de cables de agencias internacionales. 
A partir de ese momento De la Rúa decidió dedicar el resto de la jornada a seguir el tema. Lo primero que hizo fue suspender una conferencia de prensa que estaba prevista para esta tarde, en la que se anunciarían obras de provisión de energía eléctrica y conectividad a Internet en escuelas. 
Luego se recluyó en su despacho junto a algunos funcionarios. Habló por teléfono con Rodríguez Giavarini y con el embajador argentino en Washington, Guillermo González. 
Instantes después, Enrique Mathov ingresaba, apurado, al despacho presidencial. Según informó el secretario de Seguridad, había dado instrucciones para desplegar un operativo que incluyó la evacuación de las delegaciones diplomáticas norteamericanas, el refuerzo de la protección en las instituciones de la comunidad judía y del control en la triple frontera y los aeropuertos (ver página 11). 
Hubo un compromiso que el Presidente no pudo posponer: el encuentro que mantuvo al mediodía con el ex director del FMI, Michel Camdessus, del que también participó Cavallo. Con la televisión siempre encendida, el Presidente, el ministro y el ex funcionario norteamericano intercambiaron comentarios sobre la dramática situación que se vivía en Estados Unidos.
Concluida la reunión con Camdessus, De la Rúa apareció en el Salón de los Bustos para una breve conferencia de prensa. Más serio que nunca, expresó su �más enérgica condena y repudio al terrorismo y a los ataques ocurridos� e informó que había firmado un decreto para declarar el duelo nacional (ver recuadro). 
En momentos críticos �en lo peor de las crisis económicas, antes de operarse del corazón� De la Rúa suele recurrir a la Iglesia. Y ayer no fue la excepción. Atribulado, De la Rúa se comunicó telefónicamente con el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, para concertar una misa �por la paz mundial y las víctimas de los atentados�. 
Comenzó poco después de las cuatro de la tarde en la capilla Cristo Rey de la Casa Rosada y participaron, además del Presidente, su mujer, Inés Pertiné, y todos los miembros del gabinete salvo Lombardo y el canciller, el gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, y hasta algunos legisladores quellegaron antes de la sesión especial que se desarrolló en el Congreso. �De la Rúa tuvo la iniciativa de hacer este acto de oración como jefe de Estado frente a esta situación inimaginable, que no es un mero acto terrorista sino que es algo mucho más grande, que puede desencadenar cosas impredecibles�, afirmó Bergoglio.

El mensaje a Bush

�Señor presidente, querido amigo: con enorme pesar me he enterado de los trágicos sucesos ocurridos esta mañana en los Estados Unidos de América. El Gobierno argentino expresa su más enérgica condena ante los atentados perpetrados hoy (por ayer), que han costado la pérdida de numerosas vidas humanas y múltiples heridos�. Así comienza la carta que Fernando de la Rúa le envió a su par de Estados Unidos, George W. Bush, a raíz de la tragedia en el World Trade Center. �Quiero expresarle mi solidaridad personal y la de todos los argentinos que acompañamos al pueblo y al Gobierno estadounidenses en estos momentos de aflicción. Elevo una oración por las víctimas y pido a Dios que brinde fortaleza a sus familias y proteja la pronta recuperación de los afectados por estos hechos que conmueven hondamente a todo el mundo�, concluyó el presidente argentino.
�Hacemos una invocación a la paz�

�Expresamos al presidente George W. Bush nuestra solidaridad con las víctimas. Sabemos el dolor que significan estos atentados terroristas por los que sufrimos en la Embajada de Israel y la AMIA, hacemos una invocación a la paz y un repudio a la violencia�, señaló Fernando de la Rúa durante una breve conferencia de prensa, ayer al mediodía, en la Casa Rosada. �Estos hechos gravísimos han conmovido a todos por la enorme cantidad de víctimas y el carácter peligroso de la acción desplegada para cometerlos. Significan un necesario alerta para todos nosotros y la condena al terrorismo que es uno de los flagelos en el mundo de hoy. Quiero expresar el duelo que todos sentimos por este atentado que ha costado centenares de vidas humanas, mi solidaridad con el gobierno y el pueblo de los Estados Unidos�, señaló el Presidente. Después, en declaraciones a Radio Nacional, De la Rúa señaló que los atentados �ponen de manifiesto la capacidad de destrucción del terrorismo� y reflexionó sobre sus consecuencias. �Esto traerá cambios. ¿Pero cuáles? El enorme poder militar de los Estados Unidos puede ser descargado sobre alguien. Este es el misterio al que contribuyeron los suicidas que llevaron a los aviones a estrellarse contra las torres gemelas. Es un día que pone un signo fatal en la historia: hemos asistido todos a través de la televisión a los tremendos atentados cometidos en los Estados Unidos. Hemos visto cara a cara la capacidad de acción del terrorismo�, concluyó De la Rúa.

 

 

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