Por Eduardo Videla
Con el derrumbe de las Twin Towers del World Trade Center, ha caído un símbolo de la hegemonía de los Estados Unidos y del sistema capitalista mismo. Nueva York nunca volverá a ser lo que era: sus dos moles, sostenidas cada una por dos estructuras tubulares de acero, una en el centro del edificio y la otra en su perímetro, se desmoronaron como un castillo de naipes. �El acero soporta el impacto y la explosión, pero se deforma con el calor del fuego. Entonces, la estructura cede, y el peso de los pisos superiores hace colapsar el edificio�, describe el ingeniero Juan Cardoni, titular de la materia Estructura en la Universidad de Buenos Aires, y uno de los peritos oficiales que trabajó en los atentados a la embajada de Israel y la AMIA, en Buenos Aires.
Cardoni �titular del posgrado Tecnología Evolutiva y Restauración de las Estructuras� explicó a Página/12 que las Twin Towers no estaban construidas con hormigón, como las torres clásicas, sino con tecnología de acero, que en los Estados Unidos es un material más barato que en Europa o Sudamérica. �El acero es el material más apto para este tipo de construcciones, porque tiene características excepcionales en el control de las oscilaciones: toleran un movimiento lateral de 1 metro por cada 300 de altura, por efectos de sismos o del viento.� En Nueva York no hay sismos, pero el viento, a 417 metros de altura, es capaz de hacer mover un edificio.
�Para contrarrestar esto �sigue Cardoni� estas torres contaban con un contrapeso en la azotea, controlado por computadoras, que se desplazaba en forma inversa a la deformación, para compensar la fuerza del viento y enderezar el edificio.�
La historia del World Trade Center comienza justo en los años de esplendor del imperio americano. �En 1960 se convierte en el proyecto mascota del grupo Rockefeller, que quería revitalizar el bajo Manhattan, y en 1962 pasa a ser propiedad de la principal de la autoridad portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, que lo elige como sede central para su actividad de exportación e importación�, dice Judith Dupré, en su libro Rascacielos.
La construcción comenzó en 1966 y demoró siete años, con un costo de 750 millones de dólares. La primera torre se terminó de construir en 1972. La segunda, un año después. Los 110 pisos alcanzaban en el cielo neoyorquino una altura de 417 metros, para la primera, y de 415, para la segunda, medidas que las convirtieron en las más altas del mundo. La supremacía, sin embargo, duró hasta 1974, cuando se construyó el Sears, de Chicago. Hasta ayer ocupaban el sexto lugar en ese ranking, pero su mayor valor, a esa altura, era ser parte de la identidad de la ciudad donde habían nacido. Y en julio, se habían vendido a 3000 millones de dólares.
La autoría de la obra les correspondió a los arquitectos Minoru Yamasaki y Emery Roth e Hijos, responsables de otros edificios de Nueva York, como la torre Ritz y el Edificio Pan Am.
La construcción se basa en dos estructuras, �un núcleo central, de acero, donde están los ascensores y las escaleras, y un gran tubo periférico, conformado por una serie de pequeñas columnas, también de acero, con una separación entre una y otra de entre 1,5 y 2,5 metros, que es lo que se ve como fachada y hace las veces de carpintería metálica�, explica Cardoni.
El edificio está enclavado sobre piedra: el suelo de Manhattan es de características rocosas. Sólo en la base la estructura está armada con hormigón y soportó bien el atentado de 1993. ¿Por qué, si no hay hormigón, la caída forma un hongo de polvillo? �Por la mampostería de los pisos, cielorrasos y tabiques�, responde Cardoni. Según precisó, la estructura de acero es capaz de resistir el impacto, a diferencia del hormigón, �que se hubiera roto�.
Para el caso de las Twin Towers, la diferencia no fue demasiada. �Aunque el acero tiene tratamiento contra incendio, con una exposición prolongada las columnas se deformancomo tallarines. Esto hace que la estructura ceda y al caer los pisos superiores sobre la parte sana, el edificios se derrumbe.
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