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Los integrantes de la sala II Horacio Cattani, Eduardo Luraschi y Martín Irurzun.
En sus manos está la posibilidad o no de que Menem siga preso hasta el juicio oral.
Por Adriana Meyer
 Sentado frente al televisor, Carlos Menem sintió que se derrumbaba algo más que las Torres Gemelas. La Cámara Federal porteña rechazó su pretensión de ser liberado al confirmar la decisión del juez Jorge Urso, que le había denegado la excarcelación. Si bien los camaristas no decidieron sobre la cuestión de fondo, es decir la apelación a su procesamiento como jefe de la asociación ilícita que vendió armas en forma ilegal a Croacia y Ecuador, seguirá bajo arresto domiciliario en la quinta de Don Torcuato. Sus abogados anunciaron que recurrirán a la Cámara de Casación, y si allí también fracasan probarán suerte en la Corte Suprema. Si el tribunal confirma en las próximas semanas el procesamiento y la prisión preventiva, Menem esperará preso el juicio oral y público en su contra.
Hace veinte días, el menemismo se esperanzó cuando los camaristas de la sala II flexibilizaron las condiciones de detención de su líder. Lo calificó como el primer paso del tribunal y se animó a imaginar el mejor escenario: el desprocesamiento del ex presidente y su liberación. Ahora, más cautos, disminuyeron su euforia
(ver aparte).
En la apelación, los abogados Oscar Roger y Oscar Salvi habían invocado la Convención Americana de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en cuanto establecen que �toda persona tiene derecho a la libertad, que nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios, y que la prisión preventiva de las personas que hayan de ser juzgadas no debe ser la regla general�. Los camaristas Horacio Cattani, Eduardo Luraschi y Martín Irurzun destacaron que esos mismos pactos internacionales contienen el límite de tales garantías. �La magnitud de la pena en expectativa resulta la pauta fundante del encierro preventivo�, recordaron citando a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Es decir que Menem sigue preso porque está acusado de ser el jefe de una asociación ilícita, y tal delito no es excarcelable. Esa Comisión argumentó que �tanto la seriedad de la infracción como la severidad de la pena pueden, en principio, ser tomados en consideración cuando se analiza el riesgo de evasión del detenido�.
En su resolución, la sala II se citó a sí misma al mencionar que �en materia excarcelatoria sólo debe ponderarse la peligrosidad procesal�. A modo de conclusión, apuntó que �Menem está procesado como jefe de una asociación ilícita, entre otros hechos, la que oportunamente demostró tener vinculaciones nacionales e internacionales�. Y recordó que �aún existen prófugos en el sumario y no puede considerarse, bajo ningún punto de vista, que nos encontremos ante una prolongada detención preventiva�.
Salvi y Roger adelantaron que acudirán a la Cámara Nacional de Casación Penal porque calificaron la resolución de la sala II como �contradictoria�. Aunque los letrados no habían mencionado el caso Vicario en su presentación, la sala II se adelantó y rechazó que sea un antecedente aplicable a esta causa. El general retirado Antonio Vicario, que estaba preso en una de las causas por contrabando que tramitan en el fuero penal económico, fue liberado por una decisión de Casación. �Lejos se está de una situación como la allí descripta�, indicaron los camaristas en alusión al precedente �Vicario�. Cattani, Luraschi e Irurzun consideraron que la defensa de Menem no aportó �ningún elemento que permita hacer de este caso una excepción�, tal como ocurrió en el caso Vicario. Salvi adelantó que, si la Cámara confirma el procesamiento y la prisión preventiva de Menem, la defensa acudirá por la vía del recurso extraordinario a la Corte Suprema de Justicia.
En las últimas horas, Suiza informó a Urso que no detectó en la banca helvética cuentas secretas a nombre de la empresa Mallorca Enterprises, que fue atribuida a Menem. Pero el alivio duró poco. Urso sigue investigándolo por presunto enriquecimiento ilícito. Si se agrega la causa de Río Tercero puede ser procesado también por homicidio múltiple. Pasaron tres meses y cinco días desde que perdió su libertad. Sus amigos ya casino lo visitan, otros le cambian el nombre a su vino para recuperar ventas. Y aunque los noticieros de anoche casi no lo mencionaron, la decisión de la sala II cayó muy mal en Don Torcuato.
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