Por Hilda Cabrera
Con los recursos necesarios para cuerpear a la recesión y el ajuste, hoy comienza el III Festival Internacional de Buenos Aires, dedicado al teatro, la danza, la música y las artes visuales, cuya dirección está a cargo de Graciela Casabé (cofundadora del desaparecido Babilonia). La programación demandó viajes por festivales y teatros del mundo hasta hallar lo que sus responsables consideraron bueno y adecuado: compañías y artistas nuevos (�muchos de los espectáculos son la segunda obra de sus creadores�) para el público local. Se barrió así con lo que fue motor en ediciones anteriores: contratar a figuras capaces de magnetizar al gran público, como la cantante italiana Milva y la actriz alemana Hanna Schygulla, en 1997, y el actor Vittorio Gassman en 1999. Hoy lo mejor �se dice� está en los bordes o márgenes y lo �ascendente� en el teatro del este europeo. Para esta edición �que se extenderá hasta el 30 de septiembre� se acondicionaron espacios del Complejo Buenos Aires (San Martín, Sarmiento, Pte. Alvear, Regio, Sarmiento, De la Ribera, C.C. Recoleta, Colón y Centro Experimental del Colón) y el Nacional Cervantes. En el primer anuncio hecho por el secretario de Cultura de la Ciudad, Jorge Telerman, se habló de un presupuesto de 700 mil pesos y poco después de 500 mil. Colaboraron embajadas e instituciones extranjeras que se encargaron, salvo excepciones, de los pasajes y el traslado de escenografías.
Los dramaturgos Mauricio Kartun y Daniel Veronese son responsables de una selección que contó con el asesoramiento de Clara Bauer para la programación internacional, y de un consejo conformado por Gabriela Massuh, Ana Deutsch, Inés Sanguinetti y Carlos Pacheco para el segmento local. El valor de las entradas es de 18 y 25 pesos para los espectáculos extranjeros, en tanto que las 29 obras nacionales de teatro y danza, las 19 destinadas a adolescentes y niños, los 14 espectáculos musicales, el multidisciplinario Deriva (música, foto, video) y otros espectáculos presentados por el C.C. Ricardo Rojas y la Dirección General del Libro integran un circuito gratuito, que deberán retirarse una hora antes de la función. Fuera de escena se desarrollarán charlas, encuentros y presentaciones de libros, talleres para estudiantes y profesionales, a cargo de artistas extranjeros, y clases magistrales dictadas por personalidades como Robert Wilson (si es que no falta a la cita, como sucedió en el 2000) y, entre otros, el inglés Peter Brook (a confirmar). Los organizadores ofrecen además un teléfono (0800�3�33784825) y una página web, festivaldeteatroba.com.ar. Como cierre se verá la producción nacional Requiem para el Riachuelo, sobre idea y dirección de Jorge Pastorino, y colaboración del músico Edgardo Rudnitzky. Treinta percusionistas convertirán en instrumento musical el transbordador de La Boca, y a ellos se unirán una banda y bandoneonistas. En el espectáculo, el domingo 30 a las 22, se proyectarán imágenes y se hará confluir los efectos con poemas de Juan Gelman.
Dentro del segmento de teatro extranjero se presentará La historia de la oca (Canadá), un trabajo de la Compañía Les Deux Mondes, creada en 1973 y conformada por actores y marionetistas. Dirigida por Daniel Meilleur, esta pieza surgió de un trabajo de investigación sobre los abusos ejercidos sobre los niños en toda época y lugar. El relato está a cargo de la oca Teeka, atónita ante la ferocidad del hombre (19, 20 y 21, a las 22). Hechos consumados, de Juan Radrigán, del grupo chileno Teatro La Memoria, dirigido por Alfredo Castro. Radrigán, obrero textil y autodidacta, sorprendió en 1981 por la humanidad y el humor que despliegan sus personajes, en su mayoría gente marginada. En cuanto a Castro, también destacado actor, se lo valoró especialmente por sus montajes de carácter testimonial y satírico (13, 14 y 15 a las 20). Conocer gente, comer mierda es una parodia sobre el aburrimiento y desorientación actual. Es otra desconcertante apuesta de La Carnicería Teatro, de España, que dirige el argentino Rodrigo García. García es autor de Matando horas (estrenada en Buenos Aires), Carnicero español y, entre otras, Los tres cerditos (18, 19 y 20 a las 20.30). La carne es materia de inspiración de los uruguayos Trenes y Lunas. En El cerdo, el director Alberto Rivero mostrará una historia de metamorfosis extraída de la novela Strategie pour deux jambons, de Raymond Cousse (21, 22 y 25 a las 20.30, y domingo 23 a las 17.30 y 20.30).
House es la propuesta del estadounidense Richard Maxwell (autor y director). Estrenada en un espacio alternativo (Performance Space 122), cuenta la historia de un homicidio y una fuga, una serie de monólogos �mundanos e hilarantes� (28 y 29 a las 22, y domingo 30 a las 20.30). De Lituania se verá Ugnies veidas (Cara quemada), de Marius von Mayenburg, por la Compañía de Oskaras Korsunovas. El tema, relacionado con el fuego y las profecías de destrucción del mundo, es la confrontación del individuo con el medio y consigo mismo (27, 28 y 29 a las 21). También lituana es la Compañía Meno Fortas, que dirige Eimuntas Nekrosius, con una versión de Hamlet protagonizada por una figura del rock lituano, Andrius Mamotovas (viernes 14 a las 20, 15 y 16 a las 18).
The White Cabin, de Massim Issaev y Pavel Semtchenko, de la �Compañía Axe. Teatro Ruso de Ingeniería�, es un espectáculo que enlaza actuación, música, video y cine. La agrupación aplica sus conocimientos de pintura, escenografía y cine a espacios públicos (15, 16 y 18 a las 20.30). De Francia llega Tentations d�atypismes, por la Compañía Ilotopie, fundada en 1880. Se verá los días 21 y 22 a las 21 y el 23 a las 20. Es un espectáculo nocturno, �abierto y festivo�, a cargo de actores, músicos y bailarines, con performances diurnas en lugares públicos.
�Ugnies Veidas�, de Mayenburg.
Podrá verse los días 27, 28 y 29. |
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