El
Gobierno se mostró ayer más preocupado que el martes por
las posibles consecuencias que podría ocasionarle al sistema de
seguridad del país el conflicto desatado con el atentado masivo
a los Estados Unidos. El presidente Fernando de la Rúa decidió
encabezar la reunión del Consejo de Seguridad Interior que resolvió
realizar una ronda de consultas por región para analizar en detalle
los problemas que se presentan en cada provincia. La Cancillería,
en tanto, creó un gabinete de crisis para seguir de
cerca la evolución de la situación internacional. Mientras,
se intensificó el control de la zona de la Triple Frontera y de
los aeropuertos, en los que las empresas de vuelo norteamericanas no volvieron
a operar. Al estado de alerta máxima que continúa
contribuyeron las diez amenazas telefónicas que se denunciaron
ayer.
El martes, unas pocas horas después de los atentados, De la Rúa
se había mostrado despreocupado por la seguridad del país
porque no se habían registrado amenazas ni movimientos extraños
en la frontera. Ayer, el Presidente, aconsejado por sus funcionarios más
cercanos, cambió a una postura más rígida. No estaba
previsto, pero el Presidente encabezó la reunión del Consejo
de Seguridad. Allí le pidió a los expertos de cada fuerza
de seguridad que trabajen en el refuerzo de los controles y que se le
fije a las provincias un listado mínimo de prevenciones
ante la eventualidad de un accionar terrorista en el país. El
terrorismo forma parte de la agenda internacional, igual que el narcotráfico
y la trata de personas, insistió el Presidente.
Al término de la reunión del Consejo que conforman
representantes de todas las provincias y jefes de la fuerzas de seguridad
en la Rosada, se informó que en quince días se realizará
el primer encuentro por región. La primera zona será la
del noroeste que incluye a Formosa, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos,
Corrientes y Misiones. El objetivo es tratar allí la problemática
de esta región, de cada uno de los gobiernos provinciales y del
federal, explicó el secretario de Seguridad, Enrique Mathov.
Con ese objetivo fue que el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini
ideó lo de un gabinete de crisis que recopilará los datos
suministrados por embajadas y representaciones argentinas en el exterior
para que el Gobierno tenga información fidedigna sobre
la consecuencia de los atentados.
Mientras, los aeropuertos permanecen con un esquema especial de seguridad
con refuerzos de efectivos de Policía Aeronáutica estimados
en un 50 por ciento más de lo normal. Las compañías
de origen estadounidense American, United y Delta mantienen todos sus
servicios cancelados. Sus aviones, en tanto, están protegidos por
cercos de seguridad, según lo dispuesto por el comodoro
Alberto Beltrame, quien encabeza el comité de crisis que comenzó
a funcionar en Ezeiza. Ayer, la Policía Aeronáutica detuvo
a un iraquí cuando se disponía a viajar a Alemania con documentación
falsa. El hombre había llegado dos días atrás a Ezeiza
procedente de Cancún, en donde fue expulsado por llevar un pasaporte
falso.
Los vuelos, según informó la Fuerza Aérea, salen
en horario pero se pidió a los pasajeros que lleguen con mayor
antelación a lo acostumbrado debido a que los controles son más
exhaustivos. Y que se abstengan de portar elementos contundentes,
cuchillos o sevillanas en sus bolsos de mano. Y no olviden sus documentos,
aconsejó el comodoro Jorge Reta.
De la Rúa dijo que le pidió al titular de Aeropuertos 2000,
Eduardo Eurnekian, que coloque medidas de seguridad en algunas aeroestaciones
del interior debido a que, en ciertas provincias, no cuentan con sistema
de scanner o de radiografía para verificar el contenido del equipaje.
Por otro lado, en las rutas de las ciudades ubicadas en la Triple Frontera
punto donde limitan Argentina, Paraguay y Brasil se extremaron
los controles. Tanto fue así que motivó las protestas de
los habitantes de esas localidades, como en la paraguaya Ciudad del Este
en donde cortaron la ruta. El alerta a raíz de lo que pasó
ayer en EstadosUnidos abarca a todo el país pero en esta zona en
particular se trabaja para detectar ingresos sospechosos a la Argentina,
explicaron fuentes de la secretaría de Seguridad. Prefectura Naval
incrementó el horario de sus patrullajes en las márgenes
de los ríos Iguazú y Paraná. Gendarmería,
por su parte, reforzó los controles en esa zona y en provincias
como Corrientes, en la que se vigilan los pasos fronterizos.
Una seguidilla de falsas amenazas de explosivos provocó ayer la
evacuación de juzgados, una oficina de la empresa Metrovías,
una compañía de seguros norteamericana, de la Comisión
Nacional de Comunicaciones y de un hospital en el conurbano bonaerense.
En San Luis, en tanto, también hubo una amenaza de bomba al Superior
Tribunal.
Aunque los llamados provocaron alarma, en el Gobierno le restaron importancia
porque fue un fenómenos que se registró en prácticamente
todas partes del mundo, especialmente en América Latina.
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