El martes
fue un día bisagra en el mundo porque rompió con el
mito de la invulnerabilidad y la omnipotencia, quedó derrotada
esta sensación aun para quienes la cuestionamos
latente de que el mundo se puede dirigir desde un solo centro de
poder, en una sola dirección y para los seres humanos igual
desde el corazón del poder mundial. Eso sucumbió porque
se violaron los símbolos del poder económico, político
y militar más importantes del mundo. Por tanto, exige un
replanteo del sistema de seguridad mundial. En el caso de que el
pánico genere una crisis financiera y económica que
acarree recesión en Estados Unidos, eso puede repercutir
expansivamente en los países como Argentina, que tenemos
mucha dependencia. Eso en la teoría es digno de ser compartido,
pero en la práctica nosotros no necesitamos de un ciclo recesivo
del país del Norte para tener recesión de tres años,
porque ni siquiera durante el tiempo en que Estados Unidos más
creció, influyó en nuestra economía de modo
positivo. Es muy prematuro para sacar conclusiones, es mejor evitar
respuestas reduccionistas pero sí creo que el clima que se
ha creado en el mundo debe ser propicio para una reflexión
muy profunda. La reflexión que se me ocurre es la locura
que implica el terrorismo, que es absolutamente condenable. Pero
la misma, ¿tiene base en la locura o la injusticia, la falta
de respeto a las culturas nacionales, el reparto inequitativo del
progreso mundial generan un caldo de cultivo para la locura? Si
prosperara la línea dura que está presente en el actual
gobierno de George W. Bush, podría desembocar en una represalia
feroz que rozaría la irracionalidad. Si primara una visión
más reflexiva de convocar a todos los países del mundo
que estamos por la paz, la defensa del mundo y la libertad, creo
que podríamos encontrar un camino más equilibrado,
que evite contestar a la locura con más locura. La disyuntiva
de cuál línea debe predominar en Estados Unidos ya
existía previo al atentado: una línea de mayor involucramiento
en la paz mundial más ligada a Clinton liderada
por el actual secretario de Estado, Colin Powell, y la otra línea
de los halcones que acaban de hacerse cargo del Estado Mayor Conjunto
de las FF.AA. Se impone un replanteo, porque Bush estaba planteando
todo su sistema de defensa a partir de una coraza antimisiles que
evitara los ataques, incluso este súper robot que presentaron
como sofisticación tecnológica muy grande, pero son
respuestas a posibles ataques de tipo convencional cuando la agenda
de las nuevas amenazas tiene la característica de la no convencionalidad.
* Diputado nacional del Frepaso.
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