La
justicia hay que hacerla acá, dijo el presidente de la Comisión
Interministerial de Israel por los Desaparecidos Judíos en Argentina,
Pinjas Avivi. El director para América latina de la Cancillería
israelí, que fue cónsul en Buenos Aires durante la última
dictadura, consideró imposible que se inicien en su
país juicios contra los represores argentinos pero instó
al avance de los procesos que se están realizando aquí.
En la conferencia de prensa que dieron los miembros de la comisión
antes de volver a Israel, Avivi informó que se logró avisar
a la familia de un desaparecido que su cuerpo había sido hallado
en el cementerio de Morón.
Los atentados llevados a cabo en Estados Unidos el martes no impidieron
que la Embajada de Israel abriera sus puertas para que la Comisión
Interministerial que investiga las desapariciones de judíos en
Argentina -que se estiman en 1500 hiciera su balance luego de haber
recibido más de cincuenta testimonios de familiares y amigos de
víctimas de terrorismo de Estado.
El historiador Efraín Zadoff afirmó que en Israel se tomó
testimonio a 14 judíos argentinos, cinco de los cuales son
sobrevivientes de la represión que por temor nunca antes se habían
atrevido a declarar. Con la información reunida allí
y la colaboración del Equipo Argentino de Antropología Forense
(EAAF) se consiguió informar a tres hermanos que el cuarto, desaparecido
en 1976, está enterrado con nombre y apellido en el cementerio
de la localidad bonaerense de Morón. Nosotros no vamos a
encontrar los cadáveres pero podemos ayudar a las familias a conocer
la verdad y a que se haga justicia, concluyó Zadoff.
Avivi descartó que Israel inicie juicios por los desaparecidos
judíos, a la manera de España, Francia o Italia porque argumentó
no hay tratado de extradición, pero señaló
que aquí en Argentina hay muchos jueces valientes que están
investigando y nosotros desde la Comisión vamos a colaborar con
ellos.
Con el relato de Rosa Rosinblit, vicepresidenta de Abuelas de Plaza de
Mayo, se cerraron ayer las declaraciones que escucharon los representantes
del gobierno israelí. Además de que ayuden a buscar
los cuerpos de los desaparecidos, lo cual no me parece mal, traten de
exigir justicia a las autoridades de Argentina, expresó la
mujer.
Muchos familiares que testificaron ante los miembros de la comisión
criticaron la acción de la Embajada de Israel y las organizaciones
de la comunidad judía durante la última dictadura. Paulina
y León Sznaider que se declararon por el caso de su hijo Jorge,
secuestrado en mayo de 1979, dijeron a Página/12 que su entrevista
fue muy tensa. Los integrantes de la comitiva, que estuvieron
en Buenos Aires durante diez días, se sintieron incómodos
cuando la mujer relató que en una reunión en la embajada
israelí con Madres de Plaza de Mayo en el año 1993 un funcionario
dijo a otro, en hebreo, que `los hijos de estas mujeres son enemigos de
Israel`.
Los reproches impulsaron a la comisión a pedir la apertura de los
archivos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, que están
siendo analizados por Zadoff. En un reportaje publicado por este diario
el sábado, Avivi reconoció que algunos de nosotros
no fuimos suficientemente sensibles a lo que esperaban los familiares
y aseguró que todos fracasamos al referirse a la política
de no denunciar públicamente las violaciones a los derechos humanos.
La comisión tiene previsto presentar un informe a mediados del
2002, que será publicado como un libro en memoria de todos
los desaparecidos y para que esto no vuelva a ocurrir.
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