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Una vacuna argentina contra la meningitis y varios otros males

El Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez desarrolla un fármaco por vía nasal contra la meningitis, las neumonías, la bronquitis, la otitis y la vulvovaginitis. Restan los ensayos en humanos.

Por Pedro Lipcovich

Vacuna contra la meningitis pero también contra neumonías y contra bronquitis crónicas, y contra las otitis que atormentan a los chicos y las vulvovaginitis que causan esterilidad en las adolescentes: la que se está desarrollando en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez –en colaboración con una institución de Alemania– sirve para todo eso junto, ya que, a diferencia de las ya existentes, inmuniza contra los diversos tipos de la bacteria Haemophilus Influenzae. El fármaco se administra por vía nasal y ya fue testeado en animales de laboratorio; restan los ensayos clínicos en seres humanos, que podrían requerir “dos o tres años”, según el jefe del equipo de investigación argentino.
Los resultados de la investigación aparecerán el lunes en la prestigiosa revista Vaccines. El desarrollo se efectúa en el laboratorio de investigaciones del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, dirigido por Saúl Grinstein, en colaboración con el Grupo de Investigación en Vacunas del Centro Alemán de Investigaciones en Biotecnología, de Braunschweig, que dirige el argentino Carlos Guzmán.
“Las vacunas en uso inmunizan contra el tipo B del Haemophilus Influenzae, causante de meningitis y neumonías, y se aplican por vía parenteral (inyecciones). La nuestra alcanza a todas las variedades de esa bacteria, que es ubicua: en el aparato respiratorio causa bronquitis repetidas, no sólo en niños sino en adultos y ancianos; en el oído medio de los niños provoca otitis, que son importantes no sólo por las complicaciones que pueden traer sino por la gran repercusión económica del ausentismo laboral de los padres; en las chicas causa vulvovaginitis, que es una principal causa de esterilidad”, señaló Grinstein.
La clave para la nueva vacuna fue el descubrimiento de que “todas las variedades de Haemophilus Influenzae tienen en común una proteína, llamada B6, en la membrana celular”. Los investigadores aislaron la B6, la probaron en ratones y encontraron que, en efecto, generaba anticuerpos que actuaban contra la bacteria... Es cierto que necesitaron un ayudante.
Un “adyuvante” en realidad: “Encontramos una sustancia llamada ADDP, que colabora con unas células inmunitarias llamadas ‘presentadoras profesionales’, las cuales a su vez ‘presentan’ los antígenos al resto del sistema inmunitario”, contó el investigador del Hospital de Niños. Con la vacuna así preparada se inmunizó a ratones: después, “les inoculamos Haemophilus Influenza en los bronquios, con el resultado de que todos sobrevivieron y eliminaron las bacterias”.
Faltaba todavía algo para hacer viable la vacuna en términos prácticos: “Sucede que cultivar Haemophilus Influenza para obtener la proteína es difícil y caro: buscamos entonces una bacteria fácil de cultivar”. Eligieron una facilísima, que hasta puede aparecer en una hamburguesa de pollo: la Escherichia Coli. Y apelaron a la ingeniería genética. “Le introdujimos el gen que codifica la proteína B6, la cultivamos y así conseguimos proteína barata y en cantidad para la vacuna”, explicó Grinstein. Hoy por hoy, “la vacuna, potencialmente, ya está: falta ponerla a punto para comenzar los ensayos con seres humanos, que podrían completarse en dos o tres años”.
Los trabajos se efectuaron gracias a un convenio entre el Centro Alemán de Investigaciones en Biotecnología y la Secretaría para la Ciencia, la Técnica y la Innovación Productiva. Los ensayos clínicos “son la parte más cara” y requerirán financiación específica.
Desde Alemania, Guzmán señaló que la administración por vía nasal “otorga inmunidad, no sólo para el organismo en general sino, en particular, a nivel del aparato respiratorio, lo cual permite frenar la infección en un estadio muy temprano. Con otras formas de administración, hay más riesgo de que la persona, sin enfermar, desarrolle por un tiempo una infección asintomática que a su vez puede trasmitir a otros. Con estaforma de vacunación, hay menos chances de que el vacunado pueda convertirse en portador sano de la enfermedad”.

 

 

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