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LA TELEVISION ARGENTINA ACHICO LOS NOTICIEROS, PERO LA GENTE LOS MIRA
Atados con alambre, pero efectivos

Los canales han reducido ostensiblemente su presupuesto de noticias, lejos de los lujos de otrora. Pero aun reducidos, el martes, y en menor medida ayer, los programas informando sobre los atentados en Nueva York se sacaron chispas.

Por Julián Gorodischer

Las redacciones televisivas se ajustan, las horas extra desaparecen y los viajes de cobertura se convierten en proyectos inviables, o en recuerdos. Sin embargo, hay que dar batalla, y hacerlo con gusto. Como nunca, y frente al atentado que sacudió al mundo, la opulencia de las cadenas internacionales (con despliegue de móviles y expertos) se convirtió en un género aparte, en otra cosa, frente a las buenas intenciones de los noticieros argentinos. En las pantallas de Telefé, Canal 13, Azul, América y Canal 7 ya no se ven enviados especiales ni vueltas de tuerca. En la cobertura básica del martes sólo un cronista argentino, el periodista Nelson Castro, que estaba de vacaciones en Nueva York, aportó un toque diferente, aprovechado por Canal 13 y TN. Una frase de cabecera en el mundo de los noticieros funcionó: cuando hay una crisis, la gente busca informarse por el 13. En el rating del martes (ver aparte) el canal de Santo Biasatti, Mónica Cahen D’Anvers y César Mascetti le ganó a Telefé ampliamente.
Un paneo por el medio de los noticieros permite observar cómo las antiguas usinas productoras de información se vuelven repetidoras de una versión de la historia, la que CNN impone al mundo. El fenómeno no es nuevo: otras veces, frente a la noticia local, el refrito proviene de los canales provinciales. Son los noticieros de un país en crisis económica. Sin embargo, una paradoja: pese a la pobreza de recursos y a pesar de la repetición de un puñado de imágenes a su vez tomadas de las cadenas internacionales, el público igualmente miró y miró tele para estar informado, buscando matices y opciones.
“Telenoche”, por caso, llegó a un pico de 22 puntos de rating, quizás ayudado por la presencia casual de Nelson Castro como testigo en vivo. La segunda edición de “América Informa” promedió unos poco habituales seis puntos y preparó el terreno para una buena performance de Jorge Lanata, quien con “Detrás de las noticias” llegó a medir doce puntos. Incluso Canal 7 duplicó su media habitual, al rozar los tres puntos. Con bajos presupuestos y sin posibilidades reales (aeropuertos cerrados, vuelos suspendidos en Estados Unidos), los canales locales compensaron con una sobreabundancia de comentario: hace tiempo que no se registraban tantos periodistas gráficos, analistas internacionales y opinadores de todo calibre en los sets. La fórmula gustó, y todavía se aplica pero a la interpretación del día después.
A la pregunta: ¿Por qué se precariza la imagen de los noticieros?, los gerentes de noticias opondrían una tríada de negativas. No se viaja, no se puede, no hay más plata. Ese fondo de moneda fresca que daba respuestas a la necesidad de “último momento” deja lugar hoy a la hiperplanificación.
Dice Ernesto Coco, director de noticias de Telefé: “Hay que producir más en menos tiempo, sin lugar para la improvisación. Se bajan los gastos y queda sólo para lo imprescindible. Hubo que hacer ahorros”. Como en los otros canales, el derivado fue una drástica reducción en las horas extra y una redacción limitada a 65 personas, muy inferior a la media histórica.
También la redacción de “Telenoche” se achicó en el último mes, los sueldos se redujeron en un 14 por ciento, y fueron totalmente suprimidas las horas extra. Hay conductores que ganan hoy muchísimo menos que hace tres meses. Ya casi no se viaja (a excepción del equipo de “Telenoche investiga”) y el material del interior suele ser provisto por canales locales, antiguamente vetados por un homogéneo manual de estilo. Uno de los espacios más rentables del canal, el dador de la imagen de prestigio, ya no mantiene el título de intocable, pese al éxito del martes. “La torta publicitaria es poca y se achicaron los márgenes de ganancia –señala un productor del noticiero–; hay que adaptarse a la realidad.”
Sin duda, la más resentida entre las redacciones ajustadas es la del canal estatal. Canal 7 mantiene con esfuerzo sus dos ediciones del noticiero (una a las 12 y otra a las 19). Sin dinero para pagar horas extra, hubo que adelantar la emisión vespertina de las 21 y eliminar los móviles durante los fines de semana. “A partir del Déficit Cero se restringe la cobertura a lo básico”, explica Daniel Frescó, gerente de noticias. “Nos hicimos cargo hace tres meses y nuestra prioridad es hacer un producto pluralista.” Pero el formato se amolda a las circunstancias. Esto implica la ausencia de viajes, la selección de “lo más importante” del día y la presencia de panelistas e invitados en piso para abaratar los costos. Con el cambio de horario, el rating bajó, pero Frescó asegura que el tema no le preocupa. “El canal público –dice– no es comercial. Ofrecemos una opción, lo que los otros no harían. El martes eso quedó claro, cuando el 7 empezó a transmitir lo que pasaba en Estados Unidos mucho antes que el resto.”
Como correlato de la crisis, surge una práctica incipiente que asigna al cronista múltiples responsabilidades; el multifuncional produce, edita y lleva a cabo sus propias notas. Esta cruzada contra la especialización se inspira en modelos como la BBC y la RAI News, y entiende que esto deriva en un nuevo estímulo para la tarea. Aquí es una herramienta para economizar la fuerza de trabajo, y muchos ejecutivos tratan de estimularla, todavía en forma asistemática.
Con los despidos (este mes también hubo una reducción de personal en América) y el adiós a las horas extra, gana crédito una figura laboral que sintetiza eficiencia y bajos costos. Canal 13 ejercita un culto al pasante (seguido de cerca por Azul), que les asigna funciones de responsabilidad y dedicación full time por un sueldo que no supera los 300 pesos. Un programa de TN (“El periodismo que viene”, producido y conducido por Canela) se ocupa de seleccionarlos mediante una competencia. Los afortunados? pasan a conformar un grupo que se conoce internamente como los canelos.

 

 

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