Una
ola de falsas amenazas de bomba alteró ayer la tranquilidad de
distintos puntos de la Capital, aprovechando el pánico generado
en buena parte del mundo después de los atentados contra las Torres
Gemelas y el Pentágono. Desde el Gobierno, tanto el secretario
de Seguridad Interior, Enrique Mathov, como el vocero presidencial, Juan
Pablo Baylac, fueron los encargados de llevar calma a la población.
Está todo tranquilo, dijo Baylac, desmintiendo que
en la propia Casa Rosada hubieran recibido amenazas de bomba, mientras
que Mathov aseguró que no hay ninguna información
que indique que la Argentina esté en una situación de riesgo.
De todos modos, por las llamadas telefónicas intimidatorias tuvieron
que ser evacuados desde los tribunales de Comodoro Py hasta la sede de
la Cancillería, y la Fuerza Aérea mantuvo un esquema de
máxima seguridad en los aeropuertos del país. Sin embargo,
el fantasma de la imprevisión de las fuerzas de seguridad ante
los atentados que volaron la embajada de Israel y la AMIA estuvieron presentes
en toda la jornada.
Desde las primeras horas de la mañana comenzaron las falsas amenazas
de bomba; de todos modos, según Mathov, la cantidad de llamados
de ese tipo registrados ayer no fue mayor al de otros días.
A continuación, un repaso por los principales lugares que sufrieron
amenazas de explosivos:
u Tribunales de Comodoro Py: una llamada que llegó al Comando Radioeléctrico
decía: a las 11 estén atentos en Comodoro Py.
Los empleados se comunicaron con la Intendencia y con la Cámara
de Casación, pero no se tomó ninguna decisión ni
se evacuó de inmediato el edificio. Cuando los empleados se comunicaron
con la Cámara Federal, les dijeron acá nos estamos
yendo. Así, resolvieron seguir sus pasos. En definitiva,
todo fue una autoevacuación, y por lo tanto descoordinada.
u Cancillería: la sede Relaciones Exteriores, ubicado en Arenales
y Suipacha, recibió tres llamadas telefónicas dejando amenazas,
en momentos en que el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini anunciaba
la decisión de Argentina de cooperar en la lucha contra el terrorismo
internacional. Fueron evacuados tanto el ministro como los empleados,
y después el edificio fue revisado por la Brigada de Explosivos.
u Palacio de Justicia: los históricos tribunales de la calle Talcahuano
también fueron importunados, al que se sumaron después dependencias
del Poder Judicial en Cerrito 536, y el Juzgado Nº 60, en Lavalle
1260.
u Hospital Israelita: fue uno de los primeros en recibir una amenaza de
bomba, pero la tranquilidad volvió enseguida cuando las fuerzas
de seguridad revisaron el establecimiento con resultado negativo.
u Oficinas de American Airlines: cerca de las 13 y 30, en las dependencias
de esa firma, en Suipacha 1111, se recibió otro llamado intimidatorio.
La requisa policial no encontró nada raro, obviamente. Dos de los
aviones usados en el atentado pertenecían a esa empresa.
Por otro lado, según informó el jefe de prensa de la Fuerza
Aérea, comodoro Jorge Reta, un supuestamente riguroso esquema de
seguridad llamado Amenaza 3, se estableció en los aeropuertos
nacionales, aunque dijo que la actividad era normal. Dentro
de ese esquema, como se les reitera a los pasajeros que no se separen
de su equipaje hasta hacer el check in, o trámite previo
al embarque, en el Aeroparque Jorge Newbery la policía ayer casi
hizo explotar un bolso que una mujer había dejado en el hall, para
ir al baño.
En tanto, el ex jefe de la Policía Federal, Adrián Pelacchi,
que se encarga de la seguridad de Aeropuertos Argentina 2000, recordó
que los pasajeros de los aviones no pueden llevar ni cuchillos ni
cortaplumas. Por su parte, el Organismo Regulador del Sistema Nacional
de Aeropuertos (ORSNA) informó que adquirió equipos de Rayos
X y detectores de metales para mejorar las medidas de seguridad entre
los pasajeros de los aviones. Según ese organismo, el costo de
los equipos superó los 600 mil pesos.
Un alivio para muchos pasajeros fue la decisión de las autoridades
estadounidenses de permitir el ingreso a ese país de aviones del
exteriorde aerolíneas norteamericanas. Con esa decisión,
podrán partir de Ezeiza siete vuelos de United, American Airlines
y Delta.
Por otro lado, cuando por la mañana empezó a circular una
versión sobre la posible evacuación de la Casa de Gobierno
por una amenaza de bomba, Baylac tuvo que salir a desmentirla. Está
todo tranquilo, dijo el subsecretario de Comunicación, y
agregó que ante la ola de versiones la Casa Militar dispuso
reforzar los controles en la sede gubernamental. Además aseguró
que el presidente Fernando De la Rúa cumplió con sus actividades
normales. Hoy se comprobará si las amenazas de bomba se siguen
multiplicando o pasar a ser un desagradable recuerdo.
Informe:
Alejandro Cánepa.
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