Por
Ewen MacAskill,
Richard Norton-Taylor
y Julian Borger *
Desde Washington
La
investigación que Estados Unidos y sus aliados tienen por delante
es de unas proporciones que ya revelaron ser mayores de lo que se creyó
en un primer momento. Anoche se anunció oficialmente que Bin Laden
era el sospechoso número 1, al mismo tiempo que un informe explicaba
que las células de su organización se extienden por 34 países.
El FBI desplazó ayer hacia Alemania el foco de su investigación.
La sombra que Bin Laden ha arrojado sobre Europa se descubre cada día
más larga, en la medida en que se van intentando articular, como
en un rompecabezas, una serie de arrestos de los últimos meses
en Gran Bretaña, Italia, España y Alemania. Según
dijo ayer el secretario de Justicia estadounidense John Ashcroft, al menos
18 terroristas participaron en el secuestro de los cuatro aviones que
fueron en su mayoría utilizados para los ataques del martes en
Washington y Nueva York.
Un informe del Congreso norteamericano, así como otros de inteligencia,
subrayaron cuán difícil será derrotar a la organización
de Bin Laden. Incluso si lograran asesinarlo, su organización no
es jerárquica, y las células de cada país pueden
subsistir y obrar independientemente. El informe dado a conocer ayer establece
que Al-Qaida, la red terrorista de Bin Laden, ha sido identificada
en 34 países. O, al menos, su presencia se sospecha en ellos de
manera fundada. También se enfatiza que la organización
probablemente tenga acceso a misiles antiaéreos y armas químicas.
El informe, preparado por el servicio de investigaciones del Congreso
como una información para los legisladores, fue completado antes
de los ataques del martes, pero identificaba a Bin Laden y a sus seguidores
como una amenaza cada vez más significativa a los intereses
norteamericanas. Kenneth Katzman, autor del informe y experto en
terrorismo, escribió: Por añadidura, y para que las
preocupaciones norteamericanas se vuelvan más profundas, varios
centenares de armas antiaéreas (Stingers) se encuentran en Afganistán,
y, a causa de los recursos financieros de que dispone Bin Laden, es muy
probable que haya adquirido una buena cantidad de ellas. Funcionarios
norteamericanos informaron que partidarios de Bin Laden experimentaron
con armas químicas y podrían intentar adquirir armas nucleares
y otras de destrucción masiva. A partir de estas aseveraciones,
es razonable asumir que la organización de Bin Laden tiene al menos
una capacidad rudimentaria para hacer funcionar armas químicas.
Gran Bretaña es el único país europeo que figura
en la lista como posible sede de actividades de Al-Qaida, y el informe
señala que a comienzos de los 90 Bin Laden fundó
un grupo conocido como el comité de asesoramiento y reforma, dedicado
a la distribución de literatura crítica y panfletos contra
el régimen saudí. Bin Laden visitó Londres en 1994
y vivió por unos meses en Wembley para instalar correctamente el
comité.
Sin embargo, es Alemania el país que se convirtió desde
ayer en el punto focal de las investigaciones sobre las operaciones europeas
de Bin Laden. Actuando en tandem con el FBI, la policía alemana
realizó ayer dos arrestos en Hamburgo. La presunta célula
terrorista de Hamburgo parece haber integrado una asociación ilícita
que incluía hasta 50 personas, de las cuales se piensa que 18 murieron
en los cuatro aviones secuestrados en los atentados de Nueva York y Washington.
La policía de Hamburgo reconoció que había arrestado
a un empleado del aeropuerto que estaba viviendo en un departamento usado
por un sospechoso marroquí buscado por el FBI. También se
detuvo a una mujer para interrogarla, aunque no era claro si se la consideraba
un sospechoso o un testigo. La policía dijo también que
dos de los presuntos secuestradores aéreos, Mohamed Atta, de 33
años, y Marwan al-Shehhi, de 23, habían vivido y estudiado
en la Universidad Técnica de Hamburgo antes de partir para Florida
el año pasado, donde aprendieron a pilotear aviones.
Rudi Dekkers, el propietario de Hufman Aviation, la academia de pilotos
que tiene dos escuelas de aviación en Venice y Naples (estado de
Florida), dijo que Atta y Alshehhi fueron instruidos en su escuela, pero
en aviones chicos, lo que no los habilitaba para volar jets como los secuestrados
para los atentados. Dekkers, quien habla alemán, señaló
al ser consultado por la Agencia Alemana de Prensa (DPA) que habló
varias veces con Atta y Alshehhi, quienes le dijeron que antes de viajar
a Estados Unidos a principios de 2000 vivieron y estudiaron en Alemania.
Dekkers agregó que sólo habló de generalidades con
los dos árabes, que en ningún momento dieron motivo de sospechas.
Florida es uno de los principales centros para la instrucción de
pilotos, con escuelas y centros de vuelo en la mayoría de los aeropuertos,
tanto en el golfo como en la costa este.
Aunque no hay pruebas que alcancen para vincular al grupo de Hamburgo
con bin Laden, la ciudad portuaria alemana es uno de los más importantes
centros de actividad de la red del multimillonario saudita. Cerca de 200
jóvenes británicos, según fuentes de inteligencia,
fueron financiados y entrenados por bin Laden o sus partidarios.
John Ashcroft, de cuya secretaría depende la estructura del FBI,
especificó que hubo dos grupos de cinco terroristas en dos aviones
y dos grupos de cuatro en los otros dos. De las cuatro aeronaves, dos
impactaron en las Torres Gemelas de Nueva York, una tercera en el Pentágono,
mientras que la cuarta se estrelló en Pennsylvania. Por su parte,
el director del FBI Robert Mueller señaló que todos los
supuestos secuestradores tenían pasajes de vuelo.
Por la noche, Ashcroft pudo decir que su país no enfrenta el riesgo
de un inminente ataque después de los devastadores atentados del
martes contra el World Trade Center y el Pentágono.No creemos
que haya otros ataques inminentes, dijo Ashcroft a la cadena NBC.
Hemos hecho todo lo posible para garantizar la seguridad de las
aerolíneas.
* De The Guardian de Gran Bretaña, especial para Página/12.
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