Por
Mercedes
López San Miguel
¿Por
qué el ataque a los pueblos musulmanes? El fundamentalismo es malo
de donde venga, dijo a Página/12 Abdul Karim Paz, director
de la mezquita de la Unicidad en la Argentina y representante de la Organización
Islámica Argentina, a raíz de las especulaciones sobre la
responsabilidad de los atentados a Estados Unidos, que hoy recaen sobre
el mundo de su religión.
¿Podríamos pensar que el movimiento islámico
en su línea más dura es sinónimo de terrorismo?
Por empezar, si es islámico no puede ser terrorista, ahora
bien, en la humanidad hay que ver quién es islámico y hombre
de bien y quién no. En este momento, en relación a los atentados,
Estados Unidos acusa a Bin Laden. Si se comprueba que es culpable, deberá
pagar por lo que hizo como todo aquel que agreda a inocentes.
¿Qué sabe de Osama Bin Laden?
No sé de él más que lo que dicen los medios.
No conozco su pensamiento, pero se dice que tiene una postura antinorteamericana
y antiisraelí, que aparentemente está refugiado en Afganistán.
De los talibanes sabemos que tienen un régimen, en su momento armado
por Estados Unidos, y que se ha impuesto por la fuerza y, sobre todo,
tienen una visión deformada del Islam, ni los grandes centros tradicionales
del Islam en Irán y Egipto los aceptan y por otra parte no lo aceptan
como un movimiento legítimo. Los talibanes han hecho mucho daño
al islamismo: por ejemplo, cuando fueron los destrozos a las estatuas
de Buda la organización islámica los condenó. Prácticamente
no hay país islámico que los reconozca, salvo Pakistán.
¿Qué opina de la sociedad afgana?
Los afganos son un pueblo interesante, pero en cuanto al gobierno,
es ilegítimo, insisto, es lamentable que el grupo haya avanzado
por la fuerza.
¿Cómo vio el festejo con los palestinos?
Habría que preguntarles a ellos por qué festejan.
¿Podría explicar la lógica que de modo absoluto
junta Estado-religión?
Vamos por partes, si se comprueba que el gobierno talibán
protege a un culpable, entonces recién así estaríamos
en condiciones de hablar de una responsabilidad más amplia.
¿Podrían estar involucrados los fundamentalistas shiítas
en estos ataques?
Los shiítas no tienen nada de fundamentalistas, usted sabe
que son partidarios de Alí, que significa profeta que
brega por la paz.
¿Cómo justifica los atentados?
No los justifico, los condeno. Porque son una locura humana llena
de soberbia.
¿Podrían agudizarse las hostilidades entre el mundo
occidental y el árabe?
Sería lamentable, pero yo no lo plantearía en esos
términos. Hay que buscar a los culpables y a nadie más ni
menos.
¿En qué podría desembocar este hecho?
Yo llamo a la sensatez y a la cordura, no creo que Bush sea el bien
que se enfrenta al mal, sino que ha demostrado no ser un santo para poner
las cosas en su lugar. Yo creo que aliarse incondicionalmente a Estados
Unidos es un error. Y las acciones que ahora mismo implementa contra Irak,
las llama de rutina, lo que no es admisible para las víctimas civiles.
También eran víctimas civiles las que secuestraron
en el avión...
Sí, es un desastre total, para cualquier civil.
El avance del fundamentalismo islámico ¿podría
poner en riesgo el orden mundial?
¿Por qué el ataque a los pueblos musulmanes? El fundamentalismo
es malo de donde venga. Para la prensa viene de un solo lado, y es fácil
etiquetarnos. ¿Por qué tenemos que embanderarnos ahora con
Bush? Busquemos un equilibrio.
Pero el equilibrio está roto, ¿no cree que hay una
guerra de un nuevo tipo?
Esto abre un capítulo nuevo, como lo había hecho las
bombas atómicas, en un marco de una guerra. Se abre una nueva era,
que no sabemos hasta dónde llega, si hay un Estado detrás.
Pero Argentina tiene grandes posibilidades, porque aunque acá haya
heridas grandes nosotros nos solidarizamos con las víctimas
de la AMIA en esta oportunidad estamos lejos y no deberíamos
sumarnos a la ola que se prepara.
¿Pero cree que estamos lejos?
Tenemos que aprovechar este momento para actuar como se dice en
el marco de las Naciones Unidas, donde no se da una democracia total por
el derecho a veto, por ejemplo pero es un paso adelante.
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