Después
de tantas idas y venidas, finalmente McDonalds se retiró
del escenario de la contienda en torno a la ahora célebre bacteria
Escherichia coli: ayer, la multinacional de la hamburguesa desistió
de los pedidos de contraverificaciones que había presentado la
semana pasada y renunció a pedir nuevas contrapruebas de las muestras
de McPollo que quedaban pendientes. Marta López Barrios, directora
de Higiene y Seguridad Alimentaria del Gobierno porteño, afirmó
a Página/12 que, en consecuencia, queda firme el resultado
original de las primeras muestras, que dieron positivo sobre la presencia
de la bacteria. Este diario se comunicó con McDonalds,
pero obtuvo como todo comentario un lacónico no hay nada
para agregar. Ahora, el trámite pasa a la Unidad Administrativa
de Faltas de la ciudad, que determinará la sanción correspondiente,
por lo que puede imponerle a la empresa una multa de entre 5 mil y 500
mil pesos.
Que la empresa no pida la contraverificación significa que
está consintiendo el resultado de las muestras originales, porque
así lo establece el Código Alimentario Nacional, detalló
López Barrios. Por lo tanto, el resultado final del partido entre
McDonalds y la Escherichia coli fue de 8 a 1, una goleada inapelable
en favor de la bacteria. El uno de la empresa fue logrado en la contraprueba
realizada a una muestra obtenida en el local del Patio Bullrich, en la
que no se detectó la presencia de la bacteria pese a que anteriormente,
en otra muestra secuestrada, estaba presente.
A las otro ocho muestras, que dieron positivo en el primer análisis
efectuado por el laboratorio del Gobierno porteño y ratificado
por el Instituto Malbrán, no se les realizará la contraprueba.
De esas ocho, McDonalds había solicitado la contraverificación
de la mitad la semana pasada, en el límite del plazo previsto para
tal fin. Pero ayer dio marcha atrás en su pedido y además
renunció a pedir las nuevas contrapruebas de las cuatro restantes.
Este diario se comunicó con la empresa para conocer el porqué
de esta decisión: No tenemos nada que agregar, cerró
todo diálogo su vocera, María José Parodi. Lo que
siguió fue un silencio de radio.
La directora de Higiene y Seguridad Alimentaria explicó que terminó
el trámite administrativo y ahora le compete a la Unidad Administrativa
de Control de Faltas de la ciudad ex Justicia de Faltas determinar
la sanción que corresponde. Según lo establece la
ley 451, McDonalds es pasible de recibir una multa mínima
de 5 mil pesos y máxima de 500 mil.
La historia había comenzado el 6 de agosto pasado, cuando una denuncia
telefónica de un consumidor alertó sobre el mal estado de
una hamburguesa de pollo consumida en un local de McDonalds, lo
que puso en acción a la Dirección de Higiene y Seguridad
Alimentaria porteña, que recogió muestras del producto en
27 restaurantes de la cadena. Los análisis realizados arrojaron
que en cuatro de esos locales había hamburguesas crudas y
cocidas contaminadas con Escherichia coli, por lo que se decidió
su clausura preventiva.
Después de que las autoridades sanitarias verificaran su correcta
higienización, el 2 de septiembre los locales en cuestión
reabrieron sus puertas, pero se estableció sobre ellos una vigilancia
epidemiológica. López Barrios se ocupó en aclarar
a este diario que no es una medida específica contra la empresa
sino que es una rutina en todos los comercios de alimentos que han tenido
algún episodio de contaminación. La funcionaria detalló
que se trabaja en los locales verificando las buenas prácticas
de manufactura y realizando un control sistemático de la calidad
de los productos.
Los análisis que había realizado el Instituto Malbrán
sobre las muestras tomadas en los cuatro locales clausurados revelaron
que la cepa de la bacteria contaminante era la misma en todas, por lo
que se sospechó de una fuente única de contaminación.
Todas las miradas apuntaron a la planta elaboradora McKey, ubicada en
Garín y única proveedora de alimentos con pollo de McDonalds.
El Senasa había detectado la presencia Escherichiacoli en una serie
muestras recogidas directamente de la planta, por lo que la elaboración
estuvo suspendida. Sin embargo, después de realizar una buena cantidad
de análisis, todos negativos, fuentes del Senasa detallaron a Página/12
que la suspensión preventiva en McKey fue levantada y que se
están liberando las partidas que estaban interdictadas.
Producción:
Hernán Fluk.
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