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 River,
con un solo punto en dos partidos, fue a jugar a Porto Alegre sin ninguna
otra  pretensión
que cumplir con el fixture y zafar sin demasiadas pérdidas ni dolores
del compromiso. Y en ese sentido la sacó barata, porque si bien
perdió con Gremio –que es buen equipo y con doce puntos y
puntaje ideal ya clasificó en ese Grupo E– lo hizo por un
solo gol y, teniendo en cuenta que Palmeiras goleó a la U de Chile,
los otros dos rivales está aún a su alcance: Palmeiras tiene
4 y los chilenos 3; además, tienen que venir al Monumental. Así
que si les gana, puede ser segundo y zafar todavía con siete puntos.
Pero tendrá que encarar esos partidos en serio.
Anoche Omar Labruna –técnico alterno, se dice– acaso
tuvo la suerte de que el campo estuviera intransitable. Era imposible
jugar normalmente bajo y sobre el agua de Porto Alegre, pese a la soberbia
resistencia del campo. Y tuvo suerte porque el desnivel entre sus suplentes
y los titulares brasileños se atenuó. Aunque no estaba Tinga,
la sociedad de Zinho con Pedrinho y Cardoso más los dos de arriba,
y la proyección de Marinho o el despegue del líbero Anderson
Polga –el mismo que convirtió en River hace poco– bastaban
para sentar supremacía brasileña. Y así fue.
El primer tiempo terminó sin goles pese a varios revolcones de
Costanzo, pero al inicio del segundo, un tiro libre, mezcla de centro
y remate cruzado de derecha a izquierda por Zinho, no fue alcanzado por
nadie (pareció que Anderson Polga la tocaba apenas) y terminó
en la red. Hecha la diferencia, Con Cavenaghi y Raponi en la cancha, River
intentó algo pero nunca pasó de eso: intentos. Sólo
en los últimos quince pareció más decidido. Sin embargo,
para puntuar, va a tener que esperarlos en casa y no tener un superclásico
tan incómodo tres días después.
Se
frustró el pase de Yepes
La
incierta situación institucional del club Genova, de Italia,
que no pudo transferir las acciones a un grupo empresario que se aprestaba
a asumir su conducción, determinó la cancelación
del pase del defensor de River, Mario Yepes. En River se daba al jugador
como vendido al club de la segunda división de Italia y ya
no estaba a disposición de Ramón Díaz. El grupo
empresario liderado por Riccardo Sogliano –quien estuvo dos veces
en Buenos Aires– iba a comprar el paquete accionario del Genova,
pero no cumplió en término y la actual dirigencia dio
por concluidas todas las negociaciones en marcha, se informó
desde Génova. La posibilidad de transferir a Yepes al exterior
se había frustrado ya varias veces antes a los clubes ingleses
Aston Villa y West Ham y a los italianos Lazio y Parma. Los intereses
del jugador son manejados por el empresario Gustavo Mascardi. River
intenta vender al jugador colombiano para poder utilizar parte del
dinero en incorporar un delantero a pedido del técnico. |
Vasco
y una mano a Boca
Vasco
da Gama de Brasil venció ayer por la tarde 2–1 a la Universidad
Católica de Chile, en un partido correspondiente al Grupo A
de la Copa Mercosur. Con este resultado, Boca aún tiene posibilidades
de acceder a la segunda ronda como uno de los mejores segundos. A
pesar de que se ubica último en la zona con dos puntos, si
Boca ganara los tres partidos que le faltan (con Universidad Católica
de visitante, y con Vasco da Gama y los chilenos como local) sumaría
11 puntos y tendría casi asegurada su participación
en los cuartos de final. Los goles del encuentro de ayer fueron señalados
por Núñez para los chilenos, y Romario, de penal, y
Juninho Paulista para los locales. Luego del partido, representantes
de una de las barras bravas del Vasco exigieron la partida del club
de Romario, luego de que el delantero realizara gestos obscenos hacia
sus hinchas durante el desarrollo del juego. |
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