Estaba en el lugar como invitado, pero al parecer no pudo contenerse. Massoun Kassawat, encargado de negocios de Siria en Argentina, interrumpió ayer una conferencia de prensa de la Federación de Entidades Arabes para desmentir de viva voz algunas de las informaciones difundidas por el gobierno norteamericano sobre la identidad de los pilotos suicidas. El gesto del diplomático sorprendió a propios y extraños: estaba sentado en la primera fila del público, escuchando a uno de los panelistas de la colectividad de argentinos de origen árabe, cuando de pronto elevó la voz y anunció que tenía �una noticia�. Kassawat detalló entonces que uno de los identificados por el FBI como supuesto piloto suicida en realidad �está vivo y reside en La Meca y otro murió el año pasado�.
El diplomático ganó de inmediato la atención de todos los medios presentes en el lugar, aunque según explicó minutos más tarde, sus declaraciones se basaban en información de �los cables (de agencias extranjeras) que leí�.
El representante sirio no contestó los pedidos para que diera los nombres de esas dos personas. �Mi embajada está abierta para cualquiera que desee formular más consultas�, respondió sobre el punto.
El jueves, luego de que se difundieran los nombres de Marwan Al Shehi y Annan Buhtari como sospechosos de haber estado en los aviones y de integrar la conexión alemana de los atentados, algunas versiones periodísticas señalaron que uno de ellos (o al menos su homónimo) había aparecido vivo, mientras que el otro murió en un accidente un año atrás.
La actitud del encargado de negocios motivó el enojo de los integrantes del panel. Al ver el revuelo que se había generado entre los periodistas, el dirigente peronista Juan Labaké, que estaba en el panel, le advirtió que si tenía algo para anunciar debía haber convocado a una conferencia de prensa en su embajada y no utilizar un encuentro organizado por la Federación de Entidades Arabes (Fearab).
Kassawat debió esperar a estar fuera del recinto para terminar de dar su noticia. Una vez allí, expresó su confianza en que �los Estados Unidos no cometan una barbaridad como lo hicieron los que cometieron el atentado. Es el país más importante y debe velar por la seguridad y el bienestar de todo el mundo, sin cometer actos en réplicas a otros actos terroristas�.
La molestia de los dirigentes de la Fearab no fue sólo por cuestiones formales. El objetivo de la conferencia de prensa, remarcaron después, era �expresar un enérgico repudio� a los atentados, que fueron calificados como �un crimen de lesa humanidad y un gravísimo pecado contra las leyes de Dios�. En esa línea, los panelistas remarcaron las �diferencias entre el mundo árabe y el mundo islámico�.
También denunciaron que desde el martes hubo un aumento en los actos discriminatorios contra los integrantes de la colectividad árabe en la Argentina. En la conferencia se mencionó que uno de los blancos de episodios de discriminación fue el hijo del embajador de Palestina, por lo que se elevarán una denuncia ante el Instituto Argentino contra la Discriminación y la Xenofobia (INADI).
El titular de la Federación, Horacio Haddad, consideró que �hasta ahora� las especulaciones sobre los posibles autores de los atentados son �conjeturas, indicios leves� por lo que �nadie debe anticiparse y mucho menos se debe culpar a todos los árabes�.
Los representantes de la colectividad evitaron pronunciarse sobre la posición que tomará la Argentina en caso de que los Estados Unidos y la coalición internacional aliada decida atacar en represalia a Afganistán, país que, según aclararon, �no tiene ninguna vinculación con el mundo árabe�. �Nosotros creemos que todo lo que se haga para luchar contra el terrorismo es positivo�, se limitó a decir Haddad. �Lo que no queremos es que nos endilguen culpas gratuitamente.�
LA FEDERAL Y EL FBI INTERROGARON A UN PILOTO
Por ser de origen paquistaní
Por R.K.
El FBI norteamericano, acompañado por la Brigada Antiterrorista de la Policía Federal, interrogó ayer a un piloto de origen paquistaní e integrante de una tripulación de American Airlines. El diálogo, concretado en el Hotel Hilton de Puerto Madero, fue breve y el comandante no estuvo en ningún momento detenido. El interés del FBI se centra en la relación del piloto con alguno de los suicidas que protagonizaron el ataque del martes. Los investigadores norteamericanos le pidieron incluso al comandante que les permitiera inspeccionar su domicilio en Miami, cosa a la que accedió de inmediato, por lo que los hombres del FBI en esa ciudad ingresaron a su vivienda.
El piloto, de origen paquistaní pero de ciudadanía norteamericana, se mostró totalmente dispuesto a colaborar con la gente del FBI y, aunque no trascendió el contenido del interrogatorio, dejó conformes a los agentes. En verdad, durante todo el viernes hubo una especie de histeria en Estados Unidos porque los investigadores tienen alguna sospecha de que existen todavía dos grupos operativos de la organización que atentó el martes en Nueva York y Washington. Según parece, cuentan con datos según los cuales algunos hombres, que habrían pertenecido al grupo, trataron de abordar vuelos el mismo martes y, por alguna razón, no pudieron hacerlo. También se revisaron listas de pilotos que se entrenaron en escuelas de la Florida y cuyos apellidos también remitieran a un origen islámico.
En el marco de la paranoia y la ola prejuiciosa, el piloto de United de origen paquistaní entró en el listado de las personas a interrogar y eso es lo que motivó que le hicieran la visita en el hotel. Lo que ocurrió en Buenos Aires se repitió especialmente en Nueva York, donde detuvieron a diez personas, pero después dejaron en libertad a nueve de ellas; en Hamburgo, movilizaron a una gran cantidad de policías para capturar a un operario del aeropuerto de origen árabe, al que después �sin tanta espectacularidad� dejaron libre, y en Filipinas, donde revisaron un hotel en el que habían capturado hace ocho años a Ramzi Youssef, el famoso terrorista que actuó como técnico en el primer ataque contra las Torres Gemelas, en 1993.
Desde el punto de vista de la investigación, el criterio que usa el FBI es el adecuado: siguen todas las pistas, aún las más improbables, y vuelcan toda la gente posible en estos primeros días que son los claves. Según cálculos extraoficiales, hay más de 20.000 agentes trabajando en la pesquisa y está afectada a la misma casi todo el aparato judicial-penal de Estados Unidos. En la Argentina, tras el atentado contra la AMIA, hubo épocas en que participaban de la investigación apenas 15 personas, buena parte de ellas policías y hombres de la SIDE que �ahora se sabe� pateaban en contra.
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