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todo listo para la guerra

LA RESERVA FEDERAL BAJARIA LA TASA ANTES DE QUE WALL STREET VUELVA A OPERAR
Apuntalar para evitar otro derrumbe

El lunes, Alan Greenspan anunciaría un recorte de por lo menos medio punto en la tasa de interés, antes que reabra Wall Street, para despejar los temores de una profundización de la recesión. Los negocios en la Bolsa de Comercio siguen a media máquina.


La Bolsa de Comercio de Buenos Aires sigue operando con suma prudencia. Sólo se negociaron 9 millones.
Tras una baja que alcanzó al 6 por ciento a media rueda, se revirtió y terminó con leve ganancia.

Por Claudio Zlotnik

Estados Unidos no sólo se prepara para la guerra. También tiene que atender el frente abierto en los mercados financieros. Por tal motivo, ya puso en marcha una batería de medidas para evitar una debacle en Wall Street, un mercado que se clausuró en el mismo momento de la tragedia. Pero los financistas apuestan a que, además, Alan Greenspan tome la medida más audaz de todas y les tienda un salvataje, bajando la tasa de interés de corto plazo hasta niveles históricos. Tanto en Nueva York como en el microcentro aguardan que el recorte sea de entre medio y tres cuarto de punto porcentual. Aunque hay quienes se arriesgan a prever que el ajuste podría redondear el punto. Frente a este panorama, las acciones �que hasta media tarde caían 6 por ciento� terminaron con un saldo positivo del 0,35 por ciento en la plaza de Buenos Aires.
A media rueda, el índice MerVal orilló los 248 puntos �retrocedía 6 por ciento� y quedaba en un nivel similar al de hace una década, cuando recién se lanzaba la Convertibilidad. La recuperación llegó hacia el final, con las compras efectuadas por algunas AFJP y las versiones sobre la posible decisión de Alan Greenspan en favor de la economía estadounidense. De todos modos, el volumen de negocios resultó marginal: 9 millones de pesos. A su vez, el Bono Global 2008 perdió 1,5 por ciento. Pero ayer tampoco se midió el índice de riesgo país, debido a que sólo operaron unos pocos bonos y sigue sin operar Nueva York.
A pesar de su perfil bajo, con el transcurso de las horas posteriores al atentado, Greenspan fue corriéndose hacia el centro de la escena mundial, a la par de Colin Powell (secretario de Estado) o del propio George W. Bush. En sus manos se encuentra no sólo la manera en que el sistema financiero estadounidense superará la crisis disparada por el ataque terrorista sino también evitar una corrida en el mercado accionario. Para estar al tanto del peligro al que se enfrenta Greenspan, sólo hay que tener en cuenta que las bolsas europeas cayeron 13 por ciento promedio en las ruedas posteriores a la tragedia.
Frente a la inminencia del conflicto armado, la caída en recesión de las principales economías y la incertidumbre de los inversores internacionales, el Tío Alan se jugó a tapar los agujeros que fue abriendo la crisis. El objetivo central fue, en todos casos, evitar una corrida que colapse al sistema financiero estadounidense.
Acordó mecanismos de canje con otros bancos centrales. Con ellos, se comprometió a entregar hasta 90 mil millones de dólares en caso de urgencia a cambio de recibir el equivalente en otras monedas.
Inyectó liquidez entre los bancos americanos a través de 81.250 millones de dólares en pases activos (dinero que entrega contra garantía de bonos).
También anunció que otorgaría redescuentos a las entidades financieras que se queden sin dólares, dada la avidez de la gente por contar con dinero en efectivo.
El Grupo de los Siete países más poderosos se sumó a estas iniciativas al anunciar que intervendrá en el mercado de divisas en caso de �graves perturbaciones�.
La otra jugada de Greenspan para evitar un derrumbe en Wall Street sería una baja en la tasa, a realizar antes de la reunión formal del directorio de la FED, prevista para el martes 2. Eso es, al menos, lo que esperan ansiosos los operadores. Ayer, los precios futuros de los bonos del Tesoro indicaban que el recorte sería de 75 puntos básicos. En ese caso, la tasa se ubicaría en el 2,75 por ciento anual, el nivel más bajo en 40 años. De esa manera, opinaron analistas en diálogo con este diario, se evitaría una fuerte caída en el mercado accionario que se termine potenciando en los emergentes. �Greenspan buscará que, en todo caso, las bajas sean selectivas: en los papeles del sector turístico o en los de aviación�, señaló a Página/12 el operador Luis Corsiglia.
El experto en mercados internacionales José Siaba Serrate no coincide con la idea de que una baja del costo del dinero fuese una medida muybeneficiosa. �Si el recorte es amplio, Greenspan corre el peligro de generar él mismo un estado de pánico. Lo aconsejable es seguir yendo de a poco�, señaló el economista a este diario. Y añadió: �Más relevante que bajar la tasa, en este momento Greenspan debe asegurar la liquidez. Así evitará la corrida, garantizando el financiamiento normal de los bancos�. Una estrategia similar fue aplicada, con éxito, por la Reserva Federal a fines de 1999 cuando había temor al efecto Y2K e inundó de dólares la plaza financiera.
Cualquier decisión que la FED tome en las próximas horas repercutirá de manera directa en la Argentina. No sólo porque si Greenspan baja la tasa disminuirán los pagos de la deuda (a tasa flotante) sino también por los efectos que esa iniciativa vaya a tener entre los inversores internacionales. Ante el panorama de una economía mundial en recesión e inestabilidad por la guerra, los inversores se refugiarán en los activos financieros más seguros. Pero un abaratamiento agresivo en el costo del dinero podría impulsarlos a buscar otras plazas con rentabilidades más atractivas. No es el escenario que, al menos por ahora, se imaginó la calificadora de riesgo Standard & Poor�s. David Beers, director gerente de la compañía, dijo desde Nueva York que, tras los atentados, los operadores evitarán tomar riesgo. De hecho, ayer volvieron a aumentar el crudo y el oro. Tal afirmación le valió reproches de los principales analistas de bancos de inversión de Wall Street que operan con América latina.
La sensación de que pasado mañana comenzará a inscribirse un capítulo importante de las finanzas mundiales se trasladó ayer a la sede del banco de inversión Bear Stearns, en pleno Manhattan. Allí se reunieron los directivos de los principales operadores de Wall Street, como Merrill Lynch, Morgan Stanley y JP Morgan Chase, para acordar una tregua en su habitual competencia feroz y tratar de evitar ventas masivas. Concretamente, estos bancos podrían comprar parte de las carteras de sus propios clientes en caso de que éstos quieran salir a liquidar papeles. En Internet circularon mensajes apelando al patriotismo. �Por favor, no vendan. Si venden, Bin Laden terminará comprando América�, rezaba uno de los correos electrónicos que llegó a la pantalla del ejecutivo de un banco.
George Bush ya explicitó su voluntad de que los negocios se reabran pasado mañana, a pesar de la advertencia de muchos banqueros acerca de la incomodidad para trabajar en medio de una zona devastada y en la que serán necesarias mudanzas para poder cumplir. Pero la Casa Blanca precisa enviar una señal de fortaleza al mundo. Y, entonces, no quedará otra que abrir el capítulo y probar suerte.

 

 

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