Con mayor o menor pesimismo, los analistas coinciden en que el impacto de los atentados del martes sobre la psicología de los estadounidenses fue suficiente como para llevar a una retracción en el consumo que profundizará, aunque en forma limitada, la crisis actual. La agencia calificadora de crédito Moody�s consideró que la confianza de los consumidores se tiene que haber visto afectada por los acontecimientos, pero confía en el efecto compensador del �potencial de acción concertada� de los bancos centrales de las principales naciones. No obstante, apunta que si se mantuviera el alza del precio del petróleo, podría tener un impacto �significativo� en la economía global en los próximos meses, recordando que ésa fue la principal causa de la recesión posterior a la Guerra del Golfo (1991).
�Una recesión de la economía estadounidense es ahora casi segura. La confianza de los consumidores en Estados Unidos será fuertemente sacudida, empujando a una economía ya frágil a la recesión�, afirmó el banco comercial Morgan Stanley, duramente afectado por los atentados contra las torres del World Trade Center. Paul O�Neill, secretario del Tesoro estadounidense, afirmó el jueves que no había cambios en las previsiones de próxima reactivación de la economía estadounidense, pero admitiendo que �esta tragedia, de todas formas, provocará algunas perturbaciones a corto plazo�.
Las autoridades monetarias y económicas de las principales potencias no ocultan su preocupación por la eventualidad de una prolongada recesión económica global. La agencia Moody�s indicó que las perspectivas dependen claramente de la evolución del crecimiento en Estados Unidos. El informe sostiene que mientras en el corto plazo los riesgos latentes deberían reducir los pronósticos de crecimiento económico y rentabilidad de las empresas, a más largo plazo las consecuencias de los recientes acontecimientos son menos claras, dependiendo en gran medida de las decisiones que Estados Unidos adopte en materia de política fiscal y monetaria. Los analistas europeos discuten las consecuencias que para su propia economía podría tener un conflicto prolongado. �Una crisis que se prolongue al año 2002�, estimó el Bureau de Informaciones y Previsiones Económicas de Francia, �podría afectar el crecimiento de la zona euro en el 1,3 al 1,8 por ciento�. Sin embargo, otros descartan esta hipótesis, teniendo en cuenta que no sólo los bancos centrales sino la propia Organización de Países Exportadores de Petróleo han comprometido su respaldo y colaboración para superar esta circunstancia. �En términos de confianza, sería un error subestimar la resistencia del pueblo estadounidense frente a la adversidad�, señaló el jueves el gobernador del Banco de Inglaterra, Eddie George. Pero aún falta conocer un dato esencial para medir las consecuencias económicas de la actual crisis: cuál será la reacción militar de Estados Unidos al desafío terrorista.
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