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 Mientras continúan las tareas de rescate entre los escombros del World Trade Center, cientos de firmas de Wall Street se lanzaron a la búsqueda de oficinas temporarias, ya sea en la ciudad de Nueva York como en sus alrededores, para poder reanudar sus actividades. Morgan Stanley, uno de los dos mayores inquilinos de las Torres Gemelas, esperaba reubicar sus oficinas del distrito financiero en una sede cercana a Times Square, una zona de Manhattan vinculada al mundo del espectáculo y los shows de Broadway más que al negocio de bonos y acciones. Ayer se conoció que Merrill Lynch, Lehman Brothers y American Express acaban de firmar contratos de alquiler en Nueva Jersey, desde donde sus empleados podrán ver por encima del río Hudson un horizonte irreconocible de Nueva York.
La mayoría de las compañías no revelaron por cuánto tiempo firmaron los alquileres, pero se supone que llevará varios años la reconstrucción del espacio que ocupaban las torres derrumbadas, equivalente a 20 edificios como el Empire State. Goldman Sachs, que ocupaba dos enormes oficinas en el corazón del downtown, también tiene planes de construir su sede en Nueva Jersey. Richard Grasso, presidente de la Bolsa de Valores de Nueva York, consideró que reanudar las actividades financieras ayudará a Estados Unidos y a aquellos que quedaron en medio de la tragedia a continuar su vida.
Pero no todos ya han resuelto el problema de la obligada mudanza: la comisión de regulación del mercado bursátil norteamericano (SEC en sus siglas en inglés), que tiene 320 empleados, informó ayer que todavía está buscando oficinas para reinstalarse. Más preocupante aún para los miembros del SEC son los expedientes que se han perdido bajo los escombros, que formaban la base de cientos de investigaciones que llevaban adelante. Un vocero del organismo indicó el jueves que �ninguna de las personas que hemos demandado, o que estamos investigando, debe dudar de nuestra determinación para seguir persiguiendo la justicia, en cualquier circunstancia�.
Mientras las corporaciones tratan de encontrar un lugar, las autoridades de la ciudad han prometido que reconstruirán el área devastada. Sin embargo, por el momento no habría demasiados neoyorquinos partidarios de que se levante un edificio emblemático del distrito financiero. Un abogado de una importante compañía inmobiliaria local, que ha intervenido en la firma de alquileres millonarios �incluidos algunos en el World Trade Center�, dijo ayer que �existe un sentimiento real de que nunca se reconstruirá en la misma escala�. Algunos prefieren que el espacio que ocupaban las Torres Gemelas sea ocupado por un museo o un monumento que recuerde a las víctimas del doble atentado.
Larry Silverstein, CEO de la compañía Silverstein Properties �la firma que poseía el contrato más largo por una oficina en el WTC, 99 años�, es uno de los partidarios de que las Torres Gemelas sean reconstruidas. �La ciudad no está muerta, y no podemos permitir que muera�, señaló el empresario al periódico Wall Street Journal. Silverstein, que sufre en este momento la desaparición de cuatro de sus empleados, consideró que las nuevas torres �no deberían ser tan altas como las Gemelas�, y que en su interior debería montarse un homenaje permanente a las víctimas.
Las grandes compañías alimentaron la formación del emporio financiero en la isla de Manhattan durante la década del �70, tentadas por los grandes espacios y la abundancia de medios de transporte. A pesar de lo sucedido, muchos dudan que las financieras y los bancos abandonen la ciudad: �Aunque el precio de hacer negocios en Nueva York es muy alto, muchas compañías querrán mantener su presencia�, consideró un banquero. Carl Weisbrod, director de la Alianza para el downtown de Nueva York, se plegó a otras voces cuando le confió al New York Times sus esperanzas de que el distrito sea reconstruido: �El downtown podrá ser estigmatizado después de estos hechos. Pero es más probable que el rejuvenecimiento posterior se transforme en un símbolo del espíritu indomable de Nueva York�, reflexionó.
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