Por Mónica Gutiérrez
Desde Córdoba
Con la ausencia de todas las fuerzas de la oposición, los convencionales juraron ayer el nuevo texto de la Constitución de Córdoba, después de reformarla para que funcione en la provincia una Legislatura unicameral con la mitad de integrantes. Aunque empañada por los escándalos que se fueron sucediendo en las sesiones, la nueva Carta Magna salió a la medida de José Manuel de la Sota, quien, después de las dos victorias electorales conseguidas en menos de 45 días, podrá exhibir a nivel nacional la primera tan mentada reducción de los costos de la política en un distrito importante. El oficialismo se obstinó en que la nueva Legislatura entre en vigencia en diciembre y por eso incluyó la caducidad de los mandatos de diputados y senadores; esto motivó la retirada del recinto por parte del radicalismo, que ya antes había visto irse a la Izquierda Unida, portazo mediante, porque una cláusula de último momento prevé la posibilidad de que los legisladores que se van dos años antes de lo previsto reclamen ante la Justicia reparaciones económicas.
Sólo el justicialismo y los vecinalistas estuvieron a la hora de jurar. La nueva Constitución prevé una sola cámara de 70 miembros, de los cuales 26 se elegirán por los departamentos y 44 por distrito único mediante Sistema D�Hont, sin piso electoral. Esto fue una concesión que el oficialismo se dio el lujo de hacer, a última hora, ya que en principio proponía que la mitad de bancas se distribuyeran por departamentos.
Como casi todas las reformas que se hicieron en los últimos años, la que hoy jurarán el gobernador y los integrantes del Poder Judicial de la provincia no estuvo exenta de polémicas. La mayor de todas fue que el proceso se desarrolló contrarreloj:
* El 22 de julio el gobierno les preguntó a los cordobeses en una consulta popular si estaban de acuerdo en achicar el congreso provincial. Ganó el sí, con el 70 por ciento del escaso 64 por ciento que fue a votar.
* El 27 de ese mes la Cámara de Diputados sancionó la ley de necesidad de la reforma, con gruesos errores formales que luego el máximo tribunal de Córdoba cuestionó.
* El 2 de setiembre se eligieron en las urnas a los convencionales constituyentes. El voto en blanco fue la tercera fuerza e Izquierda Unida dio la sorpresa de llegar con nueve representantes.
En cinco días de tratamiento, pero sobre todo de peleas, la reforma vio la luz. Aún contra el fallo del Tribunal Superior, la nueva Legislatura se va a estrenar en las urnas el 14 de octubre próximo, mientras los actuales diputados y senadores abandonarán sus bancas dos años antes.
Este último punto fue el que generó mayores controversias, porque a pesar de que fue la UCR la que apuró el proceso, luego sus propios legisladores se ampararon en el fallo judicial que se opuso en forma contundente a la vertiginosa carrera. El jueves, cuando se aprobaba el texto, se retiraron de la Asamblea Constituyente junto al bloque del Frepaso y amenazaron con recurrir a la Justicia. Dos días antes ya se habían ido los nueve convencionales de Izquierda Unida, denunciando que la Convención �era una payasada�. Es que Unión por Córdoba se negó a sacar una cláusula transitoria que habilita a los actuales legisladores a recurrir a los tribunales y pedir resarcimiento por los dos años de mandato que les quedará por cumplir y que la reforma les suprime.
�Los radicales siempre se borraron de los acontecimientos importantes de la historia, la de 1987 fue la única Constitución en la que estuvieron presentes, en 100 años�, declaró el justicialista José Rufeil. Durante la semana, el oficialismo había intentado tener la fiesta completa y renunció a su idea inicial de elegir la mitad de legisladores por departamento y la otra mitad por distrito único y �no sin demagogia� redujo a 26 lasrepresentaciones para el primera caso y aumentó a 44 los miembros que se elegirán por sistema proporcional D�Hont.
El debut político de la hija de Olga Riutort, esposa de De la Sota, fue con todo y también generó discusión: María Victoria Flores, estudiante de Derecho y con 23 años, se dio el lujo de incluir en la reforma un artículo promovido por ella para que en Córdoba se pueda ser legislador desde los 18 años. Hasta ahora, la Constitución contemplaba una edad mínima de 21 para diputados y de 30 para senadores.
Con moño y todo será el gobernador De la Sota quien junto a los miembros del Poder Judicial cordobés jure hoy a la tarde la Carta Magna. Siguiendo un cronograma más que veloz, el lunes vence el plazo para que los partidos presenten sus listas y la flamante unicameral se elija en los comicios de octubre. A partir de entonces, el resto será anécdota y sólo la intervención de la Justicia podría arruinar la fiesta.
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