El real está bajo presión arrastrado por la fuga de capitales, que está empezando a evidenciarse desde los �mercados emergentes� hacia colocaciones más seguras en los países centrales. La moneda brasileña superó nuevamente ayer la barrera de los 2,70 reales por dólar para cerrar en 2,69. El nuevo escenario de crisis internacional, después de los atentados en Estados Unidos, dejó al gobierno brasileño en una situación difícil, porque todos los intentos por frenar la devaluación del real -siguiendo el manual de estilo del FMI� parecen no estar dando resultado. Así, en Brasilia están convencidos de que el préstamo de 15 mil millones, que ayer aprobó el directorio del Fondo para fortalecer las reservas del Banco Central brasileño, no puede ser rifado en una política de fijación del tipo de cambio, cosa que Washington tampoco permitiría. El único que pareció no entender esta situación es Domingo Cavallo, cuyas insólitas críticas al gobierno de Cardoso por la devaluación del real sigue cosechando repercusiones en ambos países. Tanto es así que el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini tuvo que volver a poner paños fríos sobre los dichos de su colega de gabinete.
Ayer, el real continuó la tendencia devaluacionista de los últimas semanas. A media tarde llegó a 2,714 unidades por dólar, pese a que el jueves la intervención del Banco Central brasileño había logrado una recuperación de hasta 2,66. Sobre el final de la jornada, una nueva intervención del Banco Central, que volvió a emitir títulos indexados al tipo de cambio por unos 1200 millones de dólares, logró que la cotización cerrara en 2,69 reales por dólar.
Así, la política del gobierno, para intentar desincentivar la corrida contra el real, es clara: subir la tasa de interés y ofrecer garantías en dólares a los inversores. De otro modo: les ofrece más rentabilidad en sus inversiones en reales o, lo que es lo mismo, les aumenta el costo de oportunidad de llevarse el dinero fuera del país.
Sin embargo, esa política, extraída de la receta clásica del Fondo Monetario para frenar las presiones cambiarias, provoca otras consecuencias no deseadas en la economía brasileña. Por lo pronto, elevar las tasas �ya en niveles muy elevados� agrava el peso de los intereses de la deuda en el presupuesto brasileño y profundiza la recesión, lo que descoloca aún más las cuentas fiscales al reducir la recaudación tributaria. A su vez, el ensanchamiento del déficit fiscal amenaza con disparar el riesgo país y acelerar la fuga de capitales. Es un círculo vicioso que Machinea, López Murphy y Cavallo conocen bastante bien.
En lo que va del año, el real acumula una depreciación superior al 30 por ciento. Y nadie cree que esta tendencia vaya a detenerse. �El panorama es sombrío�, dijo Joao Marcos Cicarelli, operador de divisas. �Las cifras en los mercados de futuros son atemorizantes�, agregó.
En este contexto, el directorio del Fondo Monetario aprobó un �préstamo preventivo� de 15.580 millones de dólares para Brasil, informaron ayer desde Washington. Sin embargo, nadie cree que esos fondos vayan a ser utilizados para defender una política de fijación del tipo de cambio, como quiere Cavallo.
En Brasilia creen, en coincidencia con Washington, que fijar en este momento el tipo de cambio significaría financiar la fuga de capitales con las reservas del Banco Central. Nadie está dispuesto a dilapidar esos recursos, como ocurrió con la multimillonaria pérdida de reservas brasileñas antes de la devaluación de enero del �99, porque a Cavallo se le ocurre que hay que frenar la depreciación a cualquier costo. Además, la balance comercial bilateral todavía es superavitaria para la Argentina. Y, por si no fueran suficientes motivos, Brasil tiene un déficit creciente en cuenta corriente, que debe empezar a cerrar de alguna forma.
El ritmo devaluatorio del real pone presión sobre el comercio bilateral a arancel cero con la Argentina, cuyas exportaciones al socio mayor se encarecen mientras que las importaciones provenientes de ese origen se abaratan. Como se recordará, el miércoles, rompiendo las reglas máselementales de convivencia dentro del Mercosur, Cavallo disparó en público que �o Brasil se pone a pensar que tiene que defender el salario y la jubilación de su pueblo, evitando que el real siga depreciándose, o nosotros tendremos que replantear el Mercosur�. La actitud del ministro no fue bien recibida ni siquiera por los empresarios argentinos (ver aparte), los principales damnificados. Pero, además, no es cierto que Brasil esté devaluando el poder de compra de salarios y jubilaciones al ritmo de la depreciación del real, ya que en lo que va del año los precios al consumidor sólo aumentaron 5 por ciento.
Sea como fuera, Rodríguez Giavarini prosiguió ayer en su intento por desactivar la bomba lanzada por el ministro de Economía al edificio del Mercosur. �En los últimos días hablé varias veces con el canciller (brasileño, Celso Lafer), y esta situación está perfectamente aclarada. Tanto el ministro Cavallo como (su par, Pedro) Malán saben de las dificultades que hay para coordinar los aspectos macroeconómicos, pero también de la voluntad de continuar trabajando dentro del Mercosur para solucionarlos�, afirmó.
El canciller también buscó disipar los sospechas de Brasilia, donde interpretan la actitud de Cavallo como una embestida más para que la Argentina se corte sola en la negociación de un área de libre comercio con Estados Unidos, aprovechando el rápido alineamiento oficial detrás de Washington al día siguiente de los atentados.
�La comida le cayó mal�
�Lo que Cavallo diga en los almuerzos es porque la comida le cayó mal o tomó demasiado.� Así calificó Alejandro Sampayo, presidente de la Federación de la Industria Textil de la Argentina (FITA), uno de los sectores más afectados por las importaciones brasileñas, la amenaza de Cavallo de tirar por la ventana el Mercosur si seguía la devaluación del real, realizada el miércoles último durante un almuerzo con empresarios en el hotel Sheraton. �Los problemas con Brasil no se pueden plantear en un almuerzo, hay que hacerlo en las reuniones del Mercado Común�, agregó el empresario textil. Y remató que la propuesta de Cavallo �debe haberse tratado de un eructo�.
Sampayo, al igual que la mayoría de los empresarios de su sector, cree que �es imposible mantener un proceso de integración con arancel cero entre un país con libre flotación �alegre� de su moneda y otro con estabilidad cambiaria�. Pero le reprocha a Cavallo la liviandad con que encaró el tema, provocando una dura reacción del gobierno brasileño. Por su parte, Carlos Bueno, presidente de la Cámara Argentina del Calzado, otro de los sectores barridos por las importaciones brasileñas, afirmó que Cavallo �varias veces dijo que iba tomar medidas y después no pasó nada�. |
Habrá reunión del �4 + 1�
A pesar de los atentados de esta semana, los representantes comerciales de Estados Unidos y de los países del bloque del Mercosur se reunirán este mes en Washington para tratar el acuerdo de libre comercio conocido como �cuatro más uno�. �Los representantes de Estados Unidos me han confirmado que la reunión del 24 de septiembre sigue en pie�, confirmó el ministro de Relaciones Exteriores, Adalberto Rodríguez Giavarini. �El Gobierno argentino celebra que la Casa Blanca haya retomado su agenda de negociaciones internacionales tras los graves atentados terroristas cometidos contra Estados Unidos�, agregó. Rodríguez Giavarini aseguró también que la Argentina �no se verá afectada� económicamente por los atentados del pasado martes. No sólo eso sino que, luego de tres años de recesión, el país comenzará a recuperarse �hacia fines de año�.
En cuanto a la posición del Gobierno frente a la nueva situación internacional, reiteró que �no se puede ser neutral o indiferente� ante el terrorismo y aclaró que la posición que adoptará el país ante una eventual represalia militar estará en consonancia con la decisión que adopten las Naciones Unidas. �La Argentina tiene una relación con los Estados Unidos en la que en situaciones como ésta se considera que no se puede ser neutral o indiferente ante algo que ataca a la esencia de todos los valores que compartimos�, concluyó Rodríguez Giavarini. |
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