Por Karina Micheletto
�El folklore es uno solo. Que no nos vengan a decir que hacemos folklore romántico�, repiten Los Nocheros durante toda la entrevista. �El problema es que ustedes no conocen de folklore�, disparan en seguida, y en ese �ustedes� encierran, categóricos, a �la prensa de Buenos Aires�. Y son aún más específicos: �La prensa gráfica de Buenos Aires�. Están enojados, dicen, porque �nos encasillan mal�. Rubén Ehizaguirre, Jorge Rojas, Kike y Mario Teruel son los protagonistas de un fenómeno de éxito y masividad en el folklore de hoy que, justo es reconocerlo, no encuentra reparos en un público masivo que los aceptó inmediata e incondicionalmente. Luego de una gira que los llevó por todo el país, el viernes comenzaron una serie de actuaciones �en principio serán seis� en el Luna Park, para presentar su último cd, Señal de amor. Tal poder de convocatoria es una ratificación de lo ya demostrado el año pasado, cuando reunieron 30.000 personas en la cancha de Vélez.
Sin embargo, en la entrevista con Página/12, Mario Teruel se queja de que �ahora salen con que dimos un giro hacia la canción romántica. ¿Dónde está el giro? En Con el alma (su primer disco, de 1994) tenemos cuatro temas súper románticos y eróticos. En ese sentido es el peor. En el último disco hay sólo dos temas románticos. Además, nosotros siempre hemos cantado así�. Su hermano Kike, vocero natural del grupo, continúa: �Lo que pasa es que en Buenos Aires les pegó en la nuca que vengamos de Salta, que hagamos folklore de calidad, que hayamos elevado el nivel estético y de puesta en escena, que aparezcamos con luces, con un sonido potente, con los mejores músicos, que llevemos al programa de Tinelli una chacarera. Rápidamente etiquetaron lo que hacemos como folklore romántico, erótico, exótico y demás pavadas. ¿Qué les pasa a todos? Nadie dijo que con la Orquesta Metropolitana de Londres hicimos �Canción del adiós�, que es un tema de Guarany que tiene cuarenta años. Como en Buenos Aires nos descubrieron por �Entre la tierra y el cielo�, dicen que hacemos baladitas tontas�.
Los Nocheros consideran, bien encargan de remarcarlo, que el fol-klore y la música melódica no son géneros contrapuestos: �Guarany tiene más canciones de amor que de protesta, todo el repertorio de Los de Salta o de Los Tucu Tucu era romántico, Eduardo Falú, Jaime Dávalos, José Ríos, Daniel Toro, todos tienen mayoría de canciones con letras de amor. Si conocieran de folklore se darían cuenta de que nadie está inventando nada, que el romanticismo siempre fue una parte importante del folklore�. Señal de amor, en rigor, tiene más de dos temas románticos (entre ellos, �No saber de ti�, el corte de difusión, y �El amor de mi vida�, de Paz Martínez), pero luego se aparta de la balada con chacareras y zambas, con el tema que da nombre al disco, compuesto por León Gieco, y la canción �Resistiendo�, de Teresa Parodi. Lleva vendidas unas 210.000 placas de este disco, elevando la cifra de ventas totales del grupo a más de 1.400.000 discos (ver recuadro). Todo un fenómeno en la Argentina de mercado deprimido y discográficas que optan por rescindir contratos de artistas locales. Un fenómeno que no pasa sólo por los números llenos de ceros que aparecen en público y ventas: Los Nocheros han sido protagonistas fundamentales, tras la huella de Soledad, del reciente resurgimiento de un género cuyos últimos coletazos habían aparecido tras la primavera democrática. Sus canciones ranquean en las radios, los más jóvenes redescubrieron zambas y chacareras, aunque tamizadas por arreglos y estéticas que semejan a un sonido genéricamente cercano a Luis Miguel (de hecho, alguna vez los produjo Bebu Silvetti, el productor de la estrella mexicana y de Ricardo Montaner, entre otros). La maquinaria comercial advierte rápidamente que el folklore puede ser un buen negocio, y prepara nuevos artistas para proyectar.
Mientras tanto, Los Nocheros dicen ostentar el orgullo de abrir un camino que se aparta del tradicional, el que indica cierta tradicionalismo del folklore sobre los artistas: �No les dimos el gusto de terminar como tantos folkloristas: secos, machados (borrachos, en salteño básico), metidos en el medio de un campo y pidiendo por favor que alguien los suba a un escenario. Nosotros vamos a llevar lo que hacemos tan lejos como podamos, elegimos el camino de Los Chalchaleros, que han salido al mundo de una forma profesional. Ellos también tenían problemas cuando empezaron, hace cuarenta años los querían matar. A los Abalos les querían cortar la cabeza cuando aparecieron con un piano. Y resulta que hoy son los más tradicionales. De la misma forma, en diez años lo tradicional va a ser subir con el pelo pintado y aros, tocando batería y bajo. No hay que renegar del paso del tiempo�, advierte Kike Teruel. Así es que con el tiempo, el grupo pasó de tocar con traje de gaucho, bombo y guitarras, a incorporar temáticas y estéticas novedosas: �Hasta el �85 no teníamos qué cantar, imitábamos a todos un poquito porque nos faltaba repertorio. En Salta nos habíamos quedado con la gran poesía de los años �60, muy paisajista, y eso era lo que nos llevaba a vestirnos de gauchos, cuando en realidad sentíamos el folklore de otra manera. Hasta que decidimos buscar un repertorio que nos hiciera más cercanos a la época, y ahí aparecieron los códigos de ahora, �Voy a comerte el corazón a besos�, �Hagamos el amor como sueña tu cuerpo�... Ya no decimos las mismas cosas que antes, ni nos sentimos obligados a disfrazarnos como antes�, apunta Jorge Rojas.
A pesar de tanto camino ganado en una década de trayectoria, quizás por haber acompañado ese camino con el conocimiento del medio, evidentemente Los Nocheros siguen atentos a la que parece ser su obsesión del último tiempo: cómo los ve cierta prensa especializada. Eso los lleva a ejemplificar con otros casos. �Me enteré que un periodista de los intelectuales habló bien de nosotros en una nota y lo tacharon. Porque escriben para el grupito de los intelectuales amigos, que escuchan Chick Corea y Miles Davis�, se queja Mario Teruel, y continúa con su enumeración. �No puedo creer que cuando el gordo Salinas tocó en Tobago para cien personas salió una crítica excelente, y cuando llevó el mismo espectáculo al Coliseo le pegaron, en dos notas hechas por el mismo crítico. ¿Qué es lo que les molesta, que los artistas metan gente, que se hagan populares?�
Sigue Kike Teruel: �Después sale el Chango Farías Gómez a decir que somos una versión aggiornada de Los Tucu Tucu. Nada que ver. El Chango es un capo, pero ha estado más cerca del flamenco que de Los Chalchaleros, no sé si está muy autorizado para hablar. No nos estamos justificando, ni es un intercambio de opiniones: el Chango dice que nos parecemos a Los Tucu, yo digo que él nunca vendió un disco, y punto�, desafía. �Otra cosa que molesta es que la música nuestra es simple y sencilla, no hay pasajes de jazz ni mezclas afro fusión, por eso la tildan de livianita. Bueno, nosotros no sabemos hacer cosas elaboradas, tenemos nuestras limitaciones y somos conscientes de ellas, y además podríamos llamar a los mejores arregladores y hacerlo, pero no es lo que sentimos�, agrega Mario. �Tampoco creemos que empezar con una zamba, hacer un pasaje de jazz, otro de flamenco, irse a Arabia Saudita y volver con una chacarera sea necesariamente hacer algo grosso. Nuestros discos son dignos, sanos, románticos, con mucha fuerza, pero sobre todo folklóricos.�
Cifras de un fenómeno
Entre los seis discos que llevan editados desde 1994, Los Nocheros vendieron más de 1.400.000 copias. El último, Señal de amor, salió a la venta este año y ya lleva vendidas 210.000 placas (y 210.000 videoclips, ya que cada copia incluye un videocasete con imágenes del grupo grabando en estudios de Buenos Aires y Los Angeles). En este disco, además, por primera vez fueron ellos quienes asumieron la tarea de la producción. En esa tarea, Jorge Rojas ya había trabajado con el Chaqueño Palavecino y con Jorge Herrera, Kike Teruel con Luciano Pereyra y los hermanos Teruel con la boliviana Gisela Santa Cruz (aunque aclaran que �un verdadero productor es alguien que piensa en todo, desde la ropa hasta el plan de marketing, nosotros no podemos dedicar todo ese tiempo, sólo aprovechamos los años de experiencia para acercar un punto de vista�). En 1999 llenaron cinco Luna Park, y esta vez apuestan a una función más. En el interior del país coparon los estadios de Rosario Central y el �Malvinas Argentinas� de Mendoza. El año pasado se transformaron en el primer grupo de folklore que se presentó como show principal en una cancha de fútbol de Buenos Aires, la de Vélez Sarsfield. Tienen 60 clubes de fans a lo largo de todo el país, un número que no tiene nada que envidiar a los que se formaron alrededor de superestrellas pop, como Cristian Castro o Rodrigo. |
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