Cambiasso
y compañía
Por
Adrián De Benedictis
Comizzo
(6). Una vez más, el arquero de River fue el que ordenó
a su equipo desde el fondo. Durante el primer tiempo casi no tuvo que
intervenir, debido al flojo desempeño de Boca en ataque. En la
segunda parte, a pesar de que tuvo algunas dudas en los envíos
aéreos, le tapó una pelota de gol a Riquelme, y le sacó
bien otro tiro a Delgado por arriba del travesaño.
Garcé (6). Se alternó bien con Pereyra la marca sobre Riquelme,
y se mostró como descarga para la salida del equipo por la derecha.
En el segundo tiempo tuvo algunas complicaciones con los desbordes de
Delgado por ese sector.
Ayala (6). Ganó bien en las dos áreas desde arriba. Se anticipó
bien en una jugada preparada que luego controló Córdoba.
En el peor momento de River, se plantó en la puerta del área
para detener a los volantes de Boca.
Yepes (6). Después de la incertidumbre sobre su presencia en el
partido, el colombiano mostró seguridad en la defensa del equipo
local. No tuvo problemas para ganar en el mano a mano, y fue importante
cada vez que salió jugando desde el fondo.
Lequi (6). Controló bien a Barros Schelotto en el primer tiempo,
y el delantero tuvo que ir a jugar por el otro costado. Cada vez que pasó
al ataque, se acopló a los volantes. Con el ingreso de Marchant,
tuvo más inconvenientes en la marca.
Coudet (6). Se mostró como salida permanente por su franja, e inició
la jugada que finalizó en el gol de River: habilitó bien
a Ortega sobre la derecha, luego de hacerle un túnel a Rodríguez.
En el final se fue reemplazado por Ledesma.
Pereyra (6). Se destacó en la marca a Riquelme en la primera mitad.
Por un exceso de faltas recibió una amonestación, y luego
dejó más liberado al jugador de Boca.
DAlessandro (6). Por momentos fue el conductor de River, pero a
veces no llegó a concretar todo lo que intentó. Por una
falta infantil en la mitad de la cancha debió irse expulsado.
Ortega (6). Junto a Cambiasso, fue fundamental cada vez que River pasaba
la mitad de la cancha. Desbordó bien por derecha, y envió
el centro para el gol de Cambiasso. Además, casi convierte con
un tiro libre que encontró bien parado a Córdoba.
Cardetti (4). Está lejos del nivel que mostró en el torneo
anterior. Tuvo dos chances para marcar, pero perdió en ambas en
el duelo ante Córdoba. El técnico lo reemplazó por
Zapata, y los hinchas reprobaron su actuación con una fuerte silbatina.
Todos
los caminos conducen a Córdoba
Por
Facundo Martínez
J.
Martínez (4). No hizo bien los deberes. Cuando River atacaba, no
podía con DAlessandro, tampoco con Ortega; River buscó
mucho por su sector y ganó más de las perdió. Fue
menos exigido en el segundo tiempo. Lo reemplazó Marchant, para
sumar gente en ataque.
Schiavi (5). Anduvo bien de arriba y fue eficiente a la hora de despejar
y alejar el peligro. Un poco desprolijo, perdió varias veces sus
espaldas y no encontró respuestas cuando lo enfrentaron mano a
mano.
Burdisso (5). Aportó siempre un poquito más que Schiavi
y fue de menor a mayor, a ritmo con el equipo. Firme en la marca, también
fue importante su presencia en el área de River en todas las pelotas
paradas.
C. Rodríguez (4). Una bien y dos mal. Sorprendía poniendo,
rechazando, y hasta pasando al ataque, pero alternó lo bueno con
varias imprecisiones y malas entregas que después complicaban a
su propios compañeros. Sobre el final fue reemplazado por Jorginho.
Gaitán (6). Tuvo un primer tiempo horrible, puro error y desgano,
y sin encontrar nunca su posición. Después se unió
con Delgado y fue mejorando. Primero DAlessandro le sacó
una pelota en la línea, después aprovechó un rebote
de Comizzo y puso un zurdazo, ante la marca de Yepes, y consiguió
el empate.
Serna (5). Tardó 45 minutos en encontrar su lugar, pero terminó
siendo un pilar importante del equipo, cuando Boca consiguió imponerse
territorialmente y pasó a jugar casi siempre en el campo rival.
Traverso (5). Otro que no pudo con DAlessandro. El hecho de haber
sido amonestado enseguida le restó presencia. En el peor momento
de su equipo intentó ser una llave de salida, tuvo ganas, pero
no claridad para hacerlo. Bianchi se la jugó, lo sacó y
puso a Barijho para obligar a River a quedarse.
Riquelme (6). Hizo lo que pudo frente a la pegada marca de Pereyra, pero
se le fueron acabando las pilas. Se notó que aún no está
del todo bien físicamente, pero eso no le impidió mostrarse
siempre para recibir la pelota y pensar. Casi convierte en la jugada previa
al empate.
Gmo. Barros Schelotto (5). De flojo primer tiempo, después levantó,
cuando Bianchi le pidió que abriera la cancha para generar espacios
y permitir el ingreso al área de los volantes. Perdió varias
pelotas intentando hacer la personal, pero también generó
varios centros peligrosos.
Delgado (5). Primero pasó inadvertido, un poco retrasado en el
campo, pero fue mejorando y participando más del juego. Al igual
que el Mellizo, se encargó de abrir la cancha y complicó
a la defensa de River con sus piques en diagonal.
Díaz:
Entre los motivos por los cuales River no ganó el partido deberá
mencionarse el cambio de Zapata por Cardetti. Si River ganaba, los
resultadistas/tacticistas habrían hablado de la inteligencia del
entrenador, pero como no ganó, obviarán la cuestión. El cambio,
tácticamente, no estuvo mal, para tapar la subida de Marchant, porque
paralelamente D�Alessandro pasó a posiciones de ataque, acompañando
a Ortega. Pero psicológicamente influyó de modo negativo sobre sus
jugadores que recibieron el mensaje de meterse atrás y se achicaron
en la medida en que los rivales levantaban la producción. No tuvo
toda la culpa el Pelado Díaz, pero durante mucho tiempo le recordarán
ese cambio desacertado.
|
Bianchi:
El entrenador de Boca pisó sobre seguro en la formación del equipo:
mandó al banco a Jorginho, puso a Gaitán para acompañar al disminuido
Riquelme y dejó poco margen a los laterales para que pasaran al
ataque. Su equipo, en el primer tiempo, no llegó nunca y, sin embargo,
cuando se esperaban cambios en el entretiempo, mantuvo a los mismos
once. Cuando levantó un poco Gaitán y Boca insinuó otra cosa, entonces
sí, mandó a la cancha a Marchant en lugar de Martínez. Después duplicó
la apuesta con Barijho en lugar de Traverso y el atrevido Jorginho
por Clemente. Perdido por perdido, no le importó que River pudiera
liquidarlo de contra. Le salió bien. Bianchi no ganó nunca en el
Monumental, aunque este partido le dejó un agradable gusto a victoria
personal.
|
|