Por
Diego Schurman
Domingo
Cavallo y Esteban Caselli sellaron la paz. En un acuerdo judicial que
se mantuvo en reserva, y al que accedió en exclusiva Página/12,
el ministro de Economía pidió disculpas al secretario
de la Gobernación bonaerense por haberlo vinculado a la mafia del
oro, la causa armas, el atentado contra la AMIA y los intereses del grupo
de Alfredo Yabrán. Fueron conjeturas carentes de respaldo,
reconoció en el escrito. Y así logró que el funcionario
de Carlos Ruckauf desistiera de una querella.
El curioso pacto de estos dos viejos enemigos se produjo en un momento
de acercamiento entre Cavallo y el justicialismo bonaerense, que estuvieron
a un tris de acordar boletas comunes para las elecciones legislativas
de octubre.
Yo estoy satisfecho con el pedido de disculpas, porque todo partió
de una equivocación. Creo que se llegó a las circunstancias
por la gran pelea que Cavallo tenía con Yabrán, señaló
Caselli a este diario.
Es llamativo que con semejantes acusaciones el ministro se retracte
de todo y, a la vez, usted acepte las disculpas rápidamente y deje
sin efecto una querella.
Desde el momento en que un hombre de bien reconoce sus errores y
pide disculpas no hay motivos para seguir una acción judicial ni
para seguir para adelante.
¿Cuánto influyó el acuerdo judicial con el
buen entendimiento entre Cavallo al PJ bonaerense?
Este es un tema que no tiene que ver con la política. Es
un tema personal de un hombre de bien que se equivocó.
¿Y por qué no hicieron público este capítulo
judicial?
Por ninguna razón en especial.
Desde la vereda de Cavallo la respuesta fue aún más pragmática.
Se llegó a una fórmula de acuerdo. Nuestro objetivo
era cerrar las causas que Cavallo tiene en su contra, que son muchas.
Esto fue básicamente una acuerdo de abogados, dijo a este
diario un estrecho colaborador el ministro de Economía, que pidió
mantenerse en el anonimato.
La disputa se inició en los 90, cuando el titular de Acción
por la República se presentó como el primer cruzado contra
las mafias. Por entonces contraponía los intereses norteamericanos
a los de Yabrán. Y sus denuncias, que ganaron adhesiones en distintos
sectores políticos, terminaron plasmándose en El peso de
la verdad.
Caselli aparece mencionado el libro en reiteradas oportunidades. En un
párrafo directamente se lo acusa de conformar mecanismos
judiciales para proteger tanto al empresario telepostal Alfredo Yabrán
como a la gente que dio apoyatura logística a los que pusieron
la bomba en la AMIA.
El actual hombre fuerte de Ruckauf respondió entonces, cuando aún
se desempeñaba como embajador ante el Vaticano, con una querella
por calumnias e injurias. Dijo sentirse agraviado por
expresiones públicas en su desmedro efectuadas tanto en los diarios
Página/12, Clarín y La Nación, en conferencias de
prensa, en el libro El peso de la verdad y la ratificación en sede
judicial bajo juramento de decir verdad de los manifestado en el libro.
Cavallo se mantuvo en sus trece hasta el 24 de abril de este año.
En reserva el hecho no trascendió públicamente
se retractó con un escrito que llegó a las manos del juez
Claudio Bonadío.
El texto, rubricado por su abogados defensores Roberto Durrieu y Hernán
Munilla Lacasa, dice:
u La conjugación de diversas y complejas circunstancias,
relacionadas con temas de gran repercusión pública y vinculada
a aspectos controvertidos de personas y empresas cuya actuación
era cuestionada por un vasto sector de la sociedad, me llevaron a hilvanar
una serie de conjeturas respecto a al actuación del Sr. Caselli,
que luego, con el tiempo, pude advertir que en su caso carecían
de respaldo. * En suma, no se ha comprobado que el Sr. Caselli
tuviera algo que ver con las situaciones referidas como `la mafia del
oro`, la causa de armas, el atentado contra la Mutual Israelita AMIA y
los intereses del grupo Yabrán.
u Así se lo hice saber y el Sr. Caselli comprendió
que la aludida coyuntura político-social que el país atravesaba
al momento de pronunciar mis declaraciones, pudieron hacerme proceder
de esa manera.
u Por lo expuesto, creo necesario aclarar que ninguna objeción
puede afectar en relación al desempeño del Sr. Esteban Juan
Caselli a quien solicito acepte mis disculpas.
u Inmediatamente conocido el texto, Caselli desistió de la querella.
Por lo tanto, el juez Bonadío extinguió la acción
penal y Cavallo fue sobreseído.
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