Por
Martín Granovsky
En
diálogo con Página/12, el ministro de Relaciones Exteriores
Adalberto Rodríguez Giavarini confirmó la información
de este diario según la que el Tratado Interamericano de Asistencia
Recíproca fue convocado por iniciativa brasileña, se mostró
notablemente optimista en que cualquier solución al desafío
terrorista se encuadrará en la legalidad internacional y negó
que el Gobierno quiera cambiar el sistema legal que hoy veda a las Fuerzas
Armadas hacer inteligencia interna.
¿Por qué fue convocado el TIAR?
La Argentina espera que en la OEA se utilicen todos los instrumentos
disponibles para que quede clara nuestra posición. Por un lado
buscamos el consenso de todos los países del hemisferio y por otro
lado una posición muy clara sobre todas las medidas que se deban
adoptar. Apoyamos alternativas complementaria, como el propio TIAR, como
la convocatoria a la reunión de cancilleres que hará el
Consejo Permanente de la OEA, al Comité Hemisférico de Seguridad
y al Comité Interamericano de lucha contra el terrorismo, de todas
se puedan conformar decisiones de consenso y encuadren a todo el mundo
dentro de la legitimidad de los acuerdos internacionales.
La legitimidad puede ser entendida solo desde un punto de vista
político. ¿Y la legalidad?
Yo hablo de legitimidad incluyendo la legalidad: tratados signados
y ratificados por los parlamentos de los países. Y, además,
no hay legitimidad sin determinados valores: libertad, democracia, derechos
humanos, justicia.
¿Quién tomó la iniciativa de convocar al TIAR?
¿La Argentina, Brasil o los dos juntos?
Recibimos un llamado de Brasil sugiriendo que ellos querían
realizar esta acción. Los primeros en proponerlo, por lo tanto,
fueron ellos, con una respuesta inmediata por parte de la Argentina. Dijimos
que acompañaríamos la propuesta y les aclaramos que éramos
partícipes de los otros instrumentos que también establece
la carta de la Organización de los Estados Americanos en todas
sus variantes.
¿La Argentina le dará un cheque en blanco a los Estados
Unidos?
No. Al haber decidido los propios Estados Unidos recurrir a las
Naciones Unidas, y puesto que todos los países de las Naciones
Unidas firmamos una resolución, la 1368, justamente se establece
el marco de acción de la ONU. Esto plantea una nueva visión
de cómo se está observando el conflicto. El conflicto entre
Estados no es el escenario más probable. A partir del 11 de septiembre
último hay que mirar de manera diferente y novedosa la tipología
del conflicto. No hay un enemigo claramente definido, no está claro
por eso qué instrumental utilizar para atacarlo. Al mismo tiempo,
el consenso en contra del adversario terrorista es absoluto. Por eso lo
importante será coordinar tareas de inteligencia y de seguridad
en el marco, repito, de legitimidad absoluta.
Pero convocar al TIAR significa militarizar el conflicto.
La Argentina tiene, obviamente, una experiencia no positiva del
TIAR, que vivió en 1982. Esa es la razón por la que propuso
una revisión del tratado para dotarlo de características
totalmente diferentes. La componente militar del potencial escenario no
puede ser ignorada de ninguna manera. Al contrario. Más aún:
esa componente debe ser preestablecido. Así no existirán
vacíos y podremos discutir las reglas y el encuadre político
de cualquier respuesta militar eventual. Respuesta que hoy no está
definida.
¿Y si combatir el terrorismo implicara, para algunos, disponer
al TIAR contra Colombia?
Insisto: lo que sucedió en Nueva York, Washington y Pittsburg
marca el final de una época en términos de que los conflictos
son solo convencionales. No porque no haya más conflictos convencionales,
sino porque este tipo de ataques es distinto. Por lo tanto usar las categorías
de la guerra del Golfo y los Balcanes no es lo más relevante. No
alcanzan y, además, los Estados Unidos están yendo por un
camino de legitimidad universal y consenso mundial.
La pregunta sobre Colombia no se refería a repetir la doctrina
utilizada en la guerra del Golfo y en los Balcanes sino a repetir la doctrina
de la seguridad nacional, del enemigo interno, utilizada en América
latina en las décadas del 50, el 60 y el 70.
Dicho con toda claridad: nadie pretende actualizar esa doctrina.
Al contrario: la prioridad hoy la tiene el consenso en la acción.
¿El Gobierno quiere replantear el papel de las Fuerzas Armadas
en inteligencia interna?
El Gobierno actuará dentro de la norma legal existente.
¿Quiere cambiar las normas?
El Gobierno no tiene previsto proponer un cambio. No tengo conocimiento
de que quiera hacerlo. Supongamos que esa consideración sea necesaria.
Bueno, también tendrá que ser por medio de un debate nacional,
público y de cara al Congreso, que en última instancia deberá
decidir.
El ministro de Defensa, José Horacio Jaunarena, sugirió
reformular el papel de las Fuerzas Armadas...
Hoy por hoy, sabemos que tenemos algunas zonas muy álgidas
en el país. A nadie se le escapa que uno de los lugares vulnerables
es la Triple Frontera. Me parece que allí mejorar la coordinación
de las fuerzas de seguridad, incentivar el control que puedan tener, solo
dentro sus atribuciones, las Fuerzas Armadas, intensificar la relación
con Paraguay y con Brasil, es un desafío obvio. Pero eso no implica
ni un cambio filosófico ni un cambio de la normativa formal.
Si se dice que las Fuerzas Armadas siguen combatiendo solo enemigos
externos pero al mismo tiempo se incorpora como hipótesis de conflicto
al terrorismo externo, de cualquier manera la frontera quedará
difusa, porque no hay terrorismo externo sin acción interna. Y
entonces, la inteligencia terminará siendo interna.
Mire, las hipótesis son múltiples, pero déjeme
solo con lo concreto. Para tener una respuesta eficaz e inmediata el Gobierno
debe saber que los instrumentos con los que cuenta son los que tiene hoy
y están aprobados. Y que la acción del Gobierno debe darse
dentro de la normativa existente. Si alguien tiene propuestas, que las
ponga a consideración. Si el Congreso tiene que intervenir, que
lo haga. Pero son hipótesis.
Cavallo,
el más halcón de los halcones
El
presidente Fernando de la Rúa y el canciller Adalberto Rodríguez
Giavarini concluyeron que lo mejor es mantener la iniciativa diplomática
para acompañar la respuesta de Estados Unidos dentro de la Organización
de Estados Americanos (OEA) que se reúne mañana con una
batería de posibilidades, quedando como una alternativa más
la idea brasileña de convocar al Tratado Interamericano de Asistencia
Recíproca (TIAR). No obstante, sigue siendo muy evidente que dentro
del Gobierno son mayoría los que se inclinan por el alineamiento
incondicional con Estados Unidos y todo lo que disponga. Lejos de los
temores que siempre le provoca todo gasto no estimado en el Presupuesto,
el ministro de Economía, Domingo Cavallo, sostuvo que ésta
es una guerra de la humanidad y de los países civilizados en defensa
propia, y Argentina tiene que disponer de sus fuerzas para actuar en defensa
propia.
De la Rúa, Giavarini y el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo,
se reunieron ayer en la Casa Rosada para hacer un seguimiento de las últimas
novedades. Allí resolvieron que lo mejor es seguir adelante con
la posición de decidido apoyo a Estados Unidos en la OEA, que se
reunirá esta semana luego de la convocatoria realizada por Costa
Rica, que actualmente preside el organismo. Como explicó Rodríguez
Giavarini a Página/12, Argentina propiciará la reunión
al Comité Hemisférico de Seguridad y al Comité de
Lucha contra el Terrorismo para darle forma al acompañamiento que
se le dará a la ofensiva que resuelva el gobierno de George Bush.
Con inusual rapidez, la gestión delarruista se decidió por
un respaldo total a la respuesta bélica que encabezará Estados
Unidos. Pero, fiel al estilo de De la Rúa, la Rosada asegura que
privilegiará todos los caminos institucionales antes de tomar la
determinación de mandar tropas. Incluso, reiteraron que la decisión
final correrá por cuenta del Congreso.
En el encuentro de ayer habría quedado más relegada la posibilidad
de convocar al TIAR, que establece que cualquier ataque contra un país
americano por parte de un agresor externo debe interpretarse como un ataque
a toda la región. Sabemos las limitaciones que tiene el Tratado,
explicaba ayer un vocero de Cancillería. El TIAR está prácticamente
en desuso y suele ser criticado porque sólo se lo interpreta de
forma que le convenga a Estados Unidos. Con todo, su aplicación
para este caso también será discutida en la reunión
de la OEA.
Si fuera por el entorno de De la Rúa, ya no habría nada
que discutir y seguir lo que resuelva Estados Unidos sería lo más
lógico. La ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, aseguró
que Argentina no puede ni debe ni es neutral. Y continuó
con su razonamiento: Lo importante es tener en claro que la Argentina
tiene que tener un compromiso muy fuerte en esta lucha. Y que está
especialmente tocada por lo que ha sido la injerencia en nuestra realidad
del terrorismo en estos dos hechos. La otra voz que se escuchó
-inusual para el tema en juego fue la de Cavallo. Según el
ministro de Economía, el conflicto no fue decretado por los
Estados Unidos sino por el terrorismo por lo que Argentina
tiene que tener listas sus fuerzas.
|