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VUELVEN LOS REINTEGROS DESCONTADOS CUANDO CAVALLO CREO EL DOLAR COMERCIAL
Para la exportación todo, a Brasil nada

En un nuevo escalón de su enfrentamiento con el país vecino, Cavallo anunció una suba de reintegros a la exportación para llevarlos a su nivel previo a la aparición del factor de convergencia. Es una respuesta a la devaluación del real. Los industriales aplauden, el Mercosur se resiente.

La creación de un dólar comercial resultó no ser tan ventajosa para los exportadores como Domingo Cavallo había previsto. Y desde que los ataques contra Estados Unidos cambiaron las ecuaciones en la economía del mundo, acentuando entre otras cosas la apreciación del euro frente al dólar, aquella medida del ministro de Economía se convirtió directamente en un obstáculo contra la competitividad. Por tanto, Cavallo anunció ayer la suba de reintegros a las exportaciones, para llevarlos al nivel que tenían antes de la aparición del factor de convergencia de la convertibilidad ampliada. La medida se aplica también para las operaciones comerciales intramercosur, “tal como hace Brasil con Argentina”, aclaró Cavallo, con tono desafiante.
El anuncio del jefe de Hacienda fue que todos los sectores exportadores recuperarán los reintegros que cedieron por el factor de convergencia. La baja había sido de 7 por ciento, dado que el nuevo dólar comercial mejoraba la paridad cambiaria en la misma proporción. Pero el beneficio del factor de convergencia se recortó con la revaluación del euro. Para evitar la pérdida de competitividad, el Gobierno dispuso ahora que entre reintegros y factor de convergencia, los exportadores tendrán las mismas ventajas que antes.
Algunos de las rubros que volverán a cobrar el incentivo máximo de 12 por ciento son vehículos, aparatos mecánicos, muebles terminados, frutos comestibles elaborados, lácteos y preparados de legumbres y hortalizas. Convocados por Cavallo, estuvieron durante la conferencia de prensa en que se comunicó la medida ejecutivos de empresas exportadoras, como Hugo D’Alessandro (Arcor), Carlos Leone (Acindar), Alberto Alvarez Gaiani (Copal-UIA) y Enrique Mantilla (Cámara de Exportadores), quienes venían protestando porque el dólar comercial resultó un tiro por la culata a la intención de mejorar la competitividad.
Al dar marcha atrás con esa medida, Cavallo tuvo que hacer otros ajustes a su política. Por caso, resolvió dejar en suspenso hasta nuevo aviso la concesión de planes de competitividad, dado que las ventajas a los exportadores tienen un costo fiscal que de algún lado debía compensar.
El ministro sostuvo que actividades del sector servicios y aquellas que no exportan o compiten contra importaciones tendrán que esperar para beneficiarse con la baja de impuestos de los planes de competitividad. Algunos que estaban anunciados y que podrían quedar en suspenso son los que alcanzaban al turismo y a las telecomunicaciones.
Otra medida que adoptó ayer el Gobierno fue flexibilizar las exigencias para acceder a los beneficios de una ley que promueve las inversiones, mediante el financiamiento público del IVA a las empresas que exporten hasta el 20 por ciento de su producción. Esa norma se sancionó en 1995, pero contenía tantas trabas burocráticas que casi nunca se aplicó. Para la secretaria de Comercio Exterior, Débora Giorgi, estas medidas “mejoran la competitividad en términos cuantitativos, pero también otorgando un horizonte de estabilidad a los exportadores”.
Previo a la presentación de Cavallo, en distintos ámbitos se especulaba con que el ministro anunciaría la incorporación del real a la canasta de monedas, a fin de crear un dólar comercial destinado sólo al comercio con Brasil. Sin embargo, Cavallo lo negó rotundamente. Lo que no negó, sino que volvió sobre el tema, fue su consideración de que el Mercosur tal como está perjudica a la Argentina. “El Mercosur ha estado en problemas muy serios desde que el real se devaluó”, sentenció el ministro. “Alguna gente piensa que cuando nosotros reconocemos este hecho, y reconocemos el impacto negativo sobre la economía argentina de la devaluación del real, estamos atacando a las autoridades de Brasil. Pero no es así”, agregó, buscando defenderse de los ataques del gobierno brasileño por sus declaraciones de la semana pasada, cuando advirtió que Argentina podría reconsiderar su integración con Brasil. Fernando Cardoso dijo entonces que “Cavallo pasó los límites” de lo tolerable.
“Yo nunca dije que debamos dejar al Mercosur de lado. Todo lo contrario, dije que tenemos que repensarlo, reconstruirlo, revigorizarlo, redefinirlo. Se puede utilizar cualquier palabra, pero no puede mantenerse una situación donde muchas empresas argentinas comienzan a trasladarse a Brasil” por las ventajas cambiarias, enfatizó el jefe de Hacienda. En este planteo lo respaldan la mayoría de los empresarios argentinos. Y es muy similar al que sostiene la Unión Industrial. Pero como Brasil se niega sistemáticamente a compensar a la Argentina por la devaluación del real, la relación entre ambos países es cada vez más tirante. Un punto central del argumento que presentó ayer Cavallo es el temor a un éxodo masivo de empresas argentinas al mayor socio del Mercosur.
Pero si esa estampida se produce, además de las ventajas que ofrece Brasil por el tipo de cambio, estará motivada por las dificultades que presenta la economía argentina. Cavallo reconoció que luego de la presentación del proyecto de Presupuesto para 2002, adonde figura una estimación de crecimiento del 6 por ciento, encontró “mucho escepticismo, a lo mejor con buenos fundamentos”. Pero dijo que “yo tengo metas ambiciosas”. Y otra vez sentenció que “no nos vamos a mover un milímetro de la ley de déficit cero, porque esa es la clave para que renazca el crédito y aumente el consumo, la inversión y la producción”.

Giavarini, el diplomático
Al canciller Adalberto Rodríguez Giavarini le incomoda que los medios reflejen sus discrepancias con Domingo Cavallo, por lo que ayer reiteró que su relación con el ministro de Economía es “excelente”. “Seguiremos trabajando juntos, coordinadamente”, agregó Rodríguez Giavarini, para quien “francamente es un tema menor” que haya chocado con el mediterráneo por la relación con el Mercosur. Las diferencias quedaron expresadas luego de que el jefe de Hacienda advirtiera que habría que “replantear la integración comercial con Brasil” si el real se sigue devaluando. Al canciller le tocó la tarea de calmar la furia de los funcionarios brasileños, a quienes les tuvo que explicar que el gobierno argentino sigue apostando al Mercosur. Pero ayer, componedor, Rodríguez Giavarini dijo que “entiendo perfectamente al ministro (Cavallo) cuando dice que tenemos un serio problema con el tipo de cambio en nuestro relacionamiento comercial con Brasil: es absolutamente claro”. “El grado de devaluación que ha hecho Brasil ha perjudicado a las exportaciones argentinas, así que coincido totalmente con Cavallo en que hay que buscar una solución”, concluyó, aunque no también ha quedado claro que no comparte la “diplomacia” de su colega de gabinete.

 

“Perdió el sentido del ridículo”
El influyente O Estado de Sao Paulo, apuntado por los analistas políticos locales como una especie de “portavoz informal” de Itamaraty, sugirió ayer a Brasil buscar “socios comerciales menos hostiles” que Argentina, en un editorial que ataca duramente al ministro de Economía, Domingo Cavallo, quien amenazó con “replantear” la relación con Brasil si ese país no frena la devaluación cambiaria. El editorial afirmó que Cavallo “perdió el sentido del ridículo, al atribuir al gobierno brasileño una ‘política de devaluación’ cambiaria, como si la gran depreciación del real (que supera al 25 por ciento este año) no estuviera preocupando al gobierno brasileño tanto o más que al argentino”. O Estado sostiene que Cavallo busca acusar a Brasil “porque no puede salir de la camisa de fuerza del cambio fijo, no consigue revertir las sombrías perspectivas que rodean la economía argentina y sobre todo porque no admite que naufraguen sus ambiciones políticas de ser el próximo ocupante de la Casa Rosada”. Criticó, además, la “osadía” de Cavallo quien, tras dictar un recorte del 13 por ciento en los salarios de los funcionarios públicos y jubilados argentinos, acusó el gobierno brasileño de promover la reducción de salarios y jubilaciones vía devaluación.

 

 

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