Una
familia del Barrio Pepsi, de Florencio Varela, sufrió el devastador
efecto de una intoxicación fulminante: el padre y dos de los hijos
de 12 y 10 años fallecieron, mientras que la madre y los dos chicos
menores (de 8 y 2 años y 8 meses), fueron internados y se encuentran
estables. Lo más extraño del caso es que las autoridades
aún no pudieron dar respuesta a la incógnita sobre qué
fue lo que provocó la intoxicación, y estiman que recién
en una semana, tras los resultados de laboratorio, se podrá detectar
si se trató de un alimento en mal estado. Hasta tal punto llegaron
las dudas, que peritos de Metrogas visitaron la vivienda para descubrir
si la intoxicación había sido producto de alguna pérdida.
Las dudas se incrementaron ayer por la tarde, cuando la secretaria de
Salud de la intendencia de Varela, Susana del Río, lanzó
la hipótesis del envenenamiento. A última hora, una serie
de allanamientos en almacenes y kioscos del barrio parecía desvirtuar
oscuros entretelones y concentrar la atención en algún alimento
en mal estado.
El Barrio Pepsi se encuentra sobre la Ruta 2, en la localidad de Bosques,
partido de Florencio Varela. Está conformado por grupos de monoblocks
que van perdiendo su línea y sus colores a medida que uno se interna
entre sus laberintos. La numeración comienza en el 1, casi al borde
de la ruta, y aumenta hacia el fondo en relación inversa al valor
del terreno.
La familia Martínez vive en el 101, en los fondos del barrio, allá
donde el Déficit Cero ya no tiene nada que ajustar porque se lo
ha llevado todo. Poco antes de las 7 de la mañana de ayer, un llamado
de un vecino al servicio de emergencias local SUME derivó una ambulancia
al monoblock 101, planta baja, número 1178. Cuando los médicos,
con apoyo policial, entraron a la vivienda se encontraron con un cuadro
patético. El padre, Carlos Martínez, de 33 años,
estaba muerto, envuelto en vómitos. Una de sus hijas, Paola Belén,
de 10 años, también había fallecido. El resto se
encontraba desvanecido: Sandra López, esposa de Martínez,
de 33; y los otros tres hijos, Gabriel, de 13, Flavia de 8, y Hernán,
de 2 años y 8 meses.
Los cuatro fueron trasladados de urgencia al hospital público Mi
Pueblo, de Florencio Varela. Gabriel falleció antes de llegar.
Pasado el mediodía, la mujer ya se había repuesto, y los
dos más pequeños permanecían estables, sin complicaciones
y en proceso de recuperación, según los partes médicos.
Cuando desde la primera ambulancia nos pasaron los síntomas
inmediatamente pensamos que era una intoxicación por una pérdida
de gas, monóxido de carbono, una estufa que perdía relató
a Página/12 el jefe de guardia del hospital Mi Pueblo, Daniel Giordano.
Es un clásico en esta época. Pero les hicimos los análisis
y no daban, no había gas en la sangre. Y la mujer (Sandra López),
ya repuesta, nos dijo que la estufa, de 5 mil calorías, andaba
bien, que la habían usado en el invierno sin problemas. Por
la tarde, peritos de Metrogas revisaron las instalaciones de la vivienda
y no detectaron ningún tipo de pérdidas. Quedaba descartada
la primera hipótesis y los investigadores comenzaban a analizar
la segunda: un alimento en mal estado.
El domingo, Carlos Martínez preparó una pizza amasada por
él mismo. Al almuerzo se agregó una sobrina de 17 años
que vive enfrente. El plan era dedicar la tarde al clásico River-Boca.
El partido empezó 17.10. A las seis de la tarde, en el entretiempo,
Carlos salió a completar lo que tenía en mente: una picadita.
Compró salamín, pan, queso roquefort, y volvió justo
para el inicio del segundo tiempo.
Todos comieron
lo mismo, salvo la sobrina que no quiso comer roquefort. Por la noche,
una hermana de Carlos pasó por la casa. Lo encontré
bien, nada que me llamara la atención, dijo a este diario
en el umbral de la comisaría, intentando desmentir una versión
que tomaba cuerpo desde la Municipalidad: la del envenenamiento, un probable
rapto de locura. No quiso agregar más. Al promediar la mañana,
Giordano sostuvo que el cuadro no es muy claro y en estos momentos
no está dilucidado cuál fue el motivo de la intoxicación.
El abuelo nos comentó que también había comido una
primita y no había tenido ningún problema. Tomamos todas
las muestras necesarias para que se realicen los análisis que determinen
si hay bacterias o toxinas en sangre. Los resultados, se estima,
estarán en una semana.
Por la tarde, la secretaria de Salud, Susana del Río, agregó
algo de confusión al caso, al asegurar a la agencia Télam
que no es un caso de botulismo, sino de envenenamiento. El cuadro
alimentario está casi descartado (ver aparte). Por la noche,
una serie de allanamientos en almacenes del Barrio Pepsi parecían
desmentir la hipótesis de la funcionaria.
Hipótesis
en danza
Descartado
el monóxido de carbono, que se detecta rápidamente con
un estudio del porcentaje de gas en la sangre, la incógnita
para develar en el caso de la familia Martínez fue el producto
que desató la intoxicación. Un especialista detalló
a este diario que entre los productos más comunes, el botulismo,
el arsénico o el cianuro son capaces de provocar una muerte
tan fulminante. Para determinar si se trata de un alimento en mal
estado los peritos deberán extraer muestras de las vísceras
de las víctimas que se analizarán en el cuerpo de Peritos
Forenses de La Plata. El estudio determinará con exactitud
qué fue lo que provocó la muerte de Martínez
y sus dos hijos mayores. Pero los resultados recién estarán
en una semana. Resultará difícil a las autoridades determinar
entretanto cuál sacar de circulación. Si se trató
de veneno, las pruebas de laboratorio determinarán en pocas
horas vestigios del producto en el organismo. De ser así, el
caso, no demandaría un alerta sanitario.
Como una pieza de rompecabezas, ayer por la tarde, la secretaria de
Salud de Varela, Susana del Río, anticipaba una solución:
Por los síntomas, no es un caso de botulismo, sino de
envenenamiento. El cuadro alimentario está casi descartado,
aseguró a la agencia Télam. En el hospital Mi Pueblo,
entretanto, se sorprendían por la versión: Si
saben qué fue, nos habrían dado aviso para proporcionar
los antídotos a los pacientes, sostuvo un médico.
Según la funcionaria, la hipótesis del veneno se confirmaría
en las horas siguientes. Pero hasta última hora de anoche,
no sólo no se había confirmado sino que los allanamientos
en cinco almacenes del Barrio Pepsi indicaban que todas las presunciones
se dirigían hacia la intoxicación alimentaria. De qué
producto se trata: se sabrá en una semana. |
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