|
Por
Oscar Ranzani
 Considerado
en las dos últimas décadas como tierra fértil para
el género documental, Africa es, desde siempre, un cúmulo
de misterios sin resolver. Africa: Tierra del sol, un ciclo que se extenderá
durante ocho martes consecutivos y que expone distintas historias de vida
recogidas a lo largo de dos años en más de 16 países,
fue pensado por National Geographic como un aporte clave a la comprensión
de algunos de esos misterios. Cada capítulo, todos los martes a
las 23 por la señal de cable homónima, parte de una historia
particular para llegar a temas más generales como la tala indiscriminada
de árboles, la extinción de las especies animales, las prácticas
religiosas, la vida de hoy en ciudades cuya modernidad asombra. El trabajo
está realizado con una especie de método antropológico:
el relato queda en manos del actor Joe Morton (Terminator II, Máxima
velocidad), pero son los africanos, de diversas etnias, edades, idiomas
y origen social, quienes hablan a cámara.
El ciclo comenzará esta noche con “Regreso a la Sabana”,
un relato sobre el contraste entre la vida urbana y rural de Africa. Dos
historias componen el capítulo. La primera es la de Alice Wangui,
propietaria de un negocio en Nairobi, Kenya, que está embarazada
y tiene el deseo de atravesar la sabana para regresar a su aldea natal
y poder dar a luz a su hijo en el suelo de Kikuyu. Su médico le
advirtió del peligro que significaría emprender esta travesía,
pero ella decide seguir adelante. La otra historia es la de Flora Salonik,
situada más al sur de la sabana. Ella nació en Arusha, Tanzania,
una ciudad con más de un millón de habitantes. Pero desde
los últimos once años reside en un área desolada
donde sus pobladores, los Dorobo, se ganan la vida cultivando miel, cazando
y recolectando frutos. Flora vive allí con su marido, Lorenzo,
y su familia. Pero se encuentra con la disyuntiva de quedarse en este
lugar paradisíaco (aunque con carencias básicas: no hay
hospital y conseguir agua exige una larga travesía) o regresar
a su antigua ciudad donde está su madre.
El 25 de setiembre se verá “Odisea en el desierto” que
permite observar las inclemencias del tiempo en el desierto del Sahara.
La historia se centra en Adam, un niño de nueve años que
es sometido a un rito de iniciación. Junto a sus compañeros
de ruta, y provisto de alimentos y de camellos, Adam deberá atravesar
durante más de 6 meses la arena seca de una superficie similar
en su extensión a Estados Unidos, que posee el récord de
temperatura de la Tierra con 57º C. Adam y los demás caminarán
desde su aldea situada en Timia, Nigeria, hasta la ciudad oasis de Bilma,
en busca de un tesoro casi tan preciado como el oro: la sal. Las caravanas
no sólo forman parte de un método de sustento –cambian
la sal por comida y vestimentas– sino que forman parte de la tradición
de este poblado de Timia con raíces islámicas desde hace
más de mil años.
El 2 de octubre será el turno de “Las voces de la selva”.
Más de 30 mil personas semi–nómades componen la población
de los hogares selváticos del pueblo de Baka, Camerún. En
los años ‘60, el gobierno de Camerún instó a
los “baka” a que abandonaran la selva y se establecieran en
los pueblos que bordean las carreteras. De esta manera lograron insertarse
en las escuelas, acceder al servicio médico y tener la oportunidad
de comerciar. Sin embargo, estos habitantes sufrieron varios atropellos
por la tala de árboles. La otra historia está situada en
Ghana, una región con aproximadamente 1.500.000 personas, casi
50 veces la cantidad de “bakas”. Sin embargo, el problema de
la tala los afecta de igual manera. En este caso, la figura central de
la historia es Annan, un carpintero que se dedica a hacer ataúdes
de “fantasía” con formas exóticas. Annan relata
que toda esta zona hace 50 años estaba cubierta de bosques y que,
con el tiempo, todo desapareció. El siguiente episodio, “Las
montañas de la Fe”, está impregnado de aires religiosos.
Las montañas del cuerno de Africa fueron objeto de culto para el
cristianismo, el judaísmo y el islamismo. Una de las más
poderosas creencias de la Etiopía cristiana les adjudica la custodia
del Arca del Convenio, la misteriosa nave perdida que contendría
las tablas de piedra en que se esculpieron los diez mandamientos. El capítulo
presenta a Kib Kab, un etíope de 16 años que aspira a ser
sacerdote. Para llegar a eso no precisa pasar ningún examen sino
un total compromiso con su vocación, aprender de memoria las sagradas
escrituras y soportar sufrimientos físicos, que son vistos en el
pueblo de Lalibela como un paso necesario en el desarrollo espiritual.
“Las montañas...” también relata la vida de unos
jóvenes lustrabotas que ahorraron durante todo el año para
poder participar del “Maskal”, la fiesta religiosa más
importante de Adis, un pueblo de Etiopía. En la ceremonia se sacrifican
animales costosos y el dinero necesario para comprar un toro, por ejemplo,
equivale a lustrar 2000 pares de zapatos.
“Amor en Sahel” se verá el 16 de Octubre y relata la
vida de las nuevas generaciones del pueblo Fulani. Errou es un joven de
16 años que debe abandonar casa, familia y novia para llevar a
pastar el ganado a kilómetros de distancia. Otra de las historias
es la de Atime Dogolo Save, quien le solicita a su abuelo que realice
el festival conocido como “El Dama” que le permitirá
entrar en la vida adulta. En caso contrario, el muchacho quedará
suspendido entre la niñez y la adultez. El 23 de octubre es la
fecha de “Aguas turbulentas”, que echa un vistazo a las prácticas
comerciales de dos países de la región africana. “Los
leopardos de Zanzíbar”, que se verá el 30, describe
las prácticas deportivas que se llevan a cabo en uno de los países
africanos. El título del documental es también el de un
equipo de fútbol que resultó ser campeón de la liga
sureña de Zanzíbar. Finalmente, el 6 de noviembre podrán
conocerse los “Tesoros del sur”: en Johannesburgo vive Xoliswa
Vanda, una joven africana que tiene la posibilidad de acceder a un récord
histórico ya que, si pasa un examen, podrá convertirse en
la primera mujer de raza negra en ser gerente de una mina. Vanda es la
única mujer en una planta de 5 mil trabajadores.
|
