Por José
Natanson
No sólo el Frepaso,
el ARI y un importante sector del radicalismo se oponen a la idea del
ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, de modificar la legislación
para que las Fuerzas Armadas vuelvan a realizar tareas de inteligencia
interna. Me parece que no están dadas las condiciones,
dijo, diplomático, el ministro de Justicia, Jorge de la Rúa,
durante la reunión de Gabinete de ayer. Sumó su rechazo
al que expresó públicamente el canciller Adalberto Rodríguez
Giavarini ayer en este diario, a la oposición silenciosa que según
pudo averiguar Página/12 sostienen el ministro de Interior,
Ramón Mestre, y el de Desarrollo Social, Juan Pablo Cafiero, y
a las dudas del jefe de Gabinete, Chrystian Colombo.
La brutal secuencia de atentados en Nueva York y Washington fue la coartada
de Jaunarena para retomar la vieja aspiración de algunos sectores
militares de realizar inteligencia interna, prohibida expresamente por
las leyes de Defensa y de Seguridad después de la terrible experiencia
de la dictadura.
El sábado pasado, Página/12 citó a una alta fuente
de la cartera que proponía un replanteo general de la estrategia
de defensa. Al día siguiente, Jaunarena dijo a La Nación
que no cuestionaba la prohibición de que las Fuerzas Armadas participen
en seguridad interior, pero agregó que podrían hacer tareas
de inteligencia Tenemos que repensar esas definiciones porque el
terrorismo ha dejado de ser una agresión de origen interno. Cada
vez será más necesario vincular la inteligencia interna
con la externa, sostuvo el ministro.
Las primeras resistencias no tardaron en aparecer, sobre todo en el Congreso,
donde eventualmente debería modificarse la ley. Hoy, Jaunarena
asistirá a la Comisión Bicameral de Fiscalización
de los Organos y Actividades de Seguridad e Inteligencia para escuchar
de primera mano los argumentos de los legisladores.
Ayer, el ministro tuvo un anticipo durante la reunión de Gabinete
que se desarrolló en la Casa Rosada. Luego de la intervención
de Domingo Cavallo y Rodríguez Giavarini, Jaunarena hizo una breve
exposición de su proyecto, utilizando el argumento clásico:
que los atentados constituyen una novedad de una envergadura equivalente
a la caída del Muro de Berlín, que el terrorismo torna difusas
las fronteras entre seguridad y defensa, y que hay que adaptar los mecanismos
de respuesta a esta nueva realidad, lo que en conclusión obliga
a replantear el rol de las Fuerzas Armadas.
Jorge de la Rúa aprovechó un aparte con algunos funcionarios,
entre ellos Jaunarena, para exponer su posición. Con cautela (al
fin y al cabo es hermano de su hermano), recomendó no improvisar.
No hay que actuar presionados por la situación. Yo aconsejo
ir despacio. Es un tema muy complicado y que hay que estudiar bien,
dijo. Y a continuación añadió que, en principio,
se oponía a cambiar las leyes.
No es el único. Mestre, por ejemplo, también tiene sus objeciones.
Un mes atrás, en otra reunión de Gabinete, Jaunarena difundió
un proyecto para fusionar la Armada y la Prefectura, lo que constituiría
un paso concreto en la participación de los militares en
este caso la Armada en la seguridad interior. El ex gobernador de
Córdoba frenó el proyecto que según dijo
atentaba contra valores democráticos. En aquella oportunidad
la cuestión se mezclaba con una disputa por espacios de poder.
Sin embargo, fuentes de Interior aseguraron que Mestre se opone a cualquier
iniciativa en este sentido.
En un reportaje publicado ayer por este diario, el canciller Rodríguez
Giavarini aseguró que no se propone un cambio de normas
y que el Ejecutivo no quiere actualizar la Doctrina de Seguridad
Nacional. La opinión del ministro tiene importancia no sólo
por su peso político y su papel clave en estos días, sino
porque, además, es uno de los funcionarios más cercanos
a De la Rúa. Aunque en la jefatura de Gabinete aseguran que aún
no hay una posición tomada, Colombo también tiene sus dudas.
No son pocos. Suman cinco Jorge de la Rúa, Mestre, Cafiero,
Rodríguez Giavarini y quizás Colombo los ministros
que, con matices, se oponen a la iniciativa de Jaunarena. Muchos, para
una idea que nació herida y que cada vez parece más lejos
de concretarse.
BOLOCCO
LLEVO A WALSH UN MENSAJE DE MENEM A BUSH
Carta de un halcón a otro
Por D.S.
Carlos Menem transmitió
ayer a James Walsh su convicción de que la Argentina debe
participar activa, militar y humanitariamente en la lucha contra
el terrorismo internacional. El ex presidente hizo llegar el mensaje a
través de su mujer Cecilia Bolocco, quien mantuvo un breve encuentro
con el embajador norteamericano.
Menem redactó el texto en la misma mañana de ayer en Don
Torcuato. Y luego le pidió a su esposa que se lo entregue a Walsh.
Hasta ahora el ex mandatario sólo se había manifestado sobre
los ataques a las Torres Gemelas y el Pentágono. Lo hizo a través
de los medios y también mediante una carta que el mismo 11 de septiembre
dijo haber enviado a los Estados Unidos.
En la epístola conocida ayer, el ex presidente va más allá
de los repudios: Me he condolido oportunamente con el pueblo y el
gobierno norteamericanos transmitiendo mi pesar y dolor por los muertos
y heridos que provocaron dichos ataques, pero aún me resta sumarme
enérgicamente a la iniciativa del Presidente George W. Bush de
buscar a los fundamentalistas de sus escondrijos hasta terminar con el
terror, con la participación de todas las Naciones del mundo libre.
Menem no necesitó hablar de relaciones carnales, como
alguna vez definió el ex canciller Guido Di Tella el vínculo
de ambos países en los años 90. Prefirió referirse
a nuestros aliados norteamericanos. Y lo hizo para justificar
el envío de nuestras tropas y nuestras plegarias
a dónde sea necesario para combatir el terrorismo.
El ex presidente defendió su postura sacando a relucir los antecedentes
del posicionamiento argentino durante sus diez años de gestión.
Ordené a nuestras Fuerzas Armadas la participación
con la Alianza Atlántica contra el fundamentalismo en el Golfo
Pérsico, señaló en uno de los tres párrafos
de la carta. Allí mismo recuerda, además, la alianza especial
extra-OTAN con los Estados Unidos.
Menem se sumó así al debate que por estas hora mantiene
toda la clase política sobre cuál será en los hechos
la traducción de la solidaridad expresada por Argentina a Bush.
El ex mandatario ya había reconocido el fin de semana que la colaboración
con las tropas internacionales en el Golfo pudo haber ocasionado los atentados
a la Embajada de Israel y la AMIA. Quizás esto haya desatado
la ira o la furia de estos salvajes responsables de las bombas,
dijo.
Tras el breve encuentro con Walsh no más de 10 minutos,
Bolocco aseguró que la carta de su marido era extensiva a Bush
padre. El último mes, la ex miss mundo se trasladó a Maine
para compartir una comida con el ex mandatario norteamericano. En ese
encuentro según aseguró Menem a Página/12
la mujer llevó la versión que en Don Torcuato tienen sobre
la venta ilegal de armas.
Como ocurrió entonces, Bolocco defendió ayer, al pie de
la letra, la postura de su marido sobre la necesidad de alinearse con
los Estados Unidos. Cuando se combate a un enemigo que no tiene
rostro, ni fronteras, ni códigos morales, hay que tratar de detenerlo
y de defenderse, y para eso están los soldados y los gobiernos,
para defender a su pueblo de los terroristas que no tienen ni Dios ni
ley, justificó.
Dos días antes, Menem había pronunciado por radio palabras
similares: Hay que combatir en contra de un enemigo sin rostro,
buscar los lugares donde tienen sus guaridas los terroristas y tratar
de anular o destruir a los mismos.
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