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LA MEDIDA DE CAVALLO LLEVO AL MERCOSUR AL BORDE DE LA RUPTURA
Dos que duermen en camas separadas

El ministro brasileño Botafogo Gonçalves señaló que el gobierno argentino adolece de �parálisis en el poder de decisión�, por las disidencias entre Cancillería y Economía, y afirmó que las últimas medidas de Cavallo han llegado �al límite de lo tolerable�.

José Botafogo Gonçalves, ministro
para el Mercosur del gobierno brasileño. No se calló nada.

Por Claudio Scaletta

Los desacuerdos entre Argentina y Brasil continúan subiendo de tono. El ministro brasileño para el Mercosur, José Botafogo Gonçalves, se refirió al gobierno argentino en duros términos. Consideró que su principal socio en el bloque regional adolece de “parálisis en el poder de decisión”, razón que determina la ausencia de “un interlocutor claro” con quien negociar. También afirmó que las medidas arancelarias dispuestas unilateralmente por Domingo Cavallo revisten un carácter “proteccionista” que ya “llegó al límite de lo tolerable”. En consecuencia y en aparente represalia, Brasil exigirá el estricto cumplimiento de la letra del Acuerdo Automotor firmado a comienzos de la gestión aliancista, lo que redundaría en aranceles millonarios para las terminales argentinas. El escenario de fondo, sin embargo, parece ser otro: frente al agotamiento del modelo de integración regional y las insalvables diferencias en los esquemas monetarios, el objetivo de Brasil estaría dirigido a convertirse en el interlocutor regional privilegiado con Estados Unidos.
La escalada de declaraciones cruzadas entre Argentina y Brasil llegaron ayer a su punto culminante. Irritado por las actitudes de su socio comercial, José Botafogo Gonçalves disparó con munición gruesa contra el gobierno de Fernando de la Rúa. Dejando de lado la típica formalidad del lenguaje diplomático, tildó de falta de poder de decisión al gobierno argentino. Entre las variadas acusaciones que formuló en una entrevista publicada ayer por el diario de negocios Valor, destacó “la falta de un interlocutor válido”. La demanda apuntaba directamente a los discursos divergentes de los distintos sectores del gobierno argentino, pues mientras la voz oficial de la cancillería realiza constantes llamados a la “profundización” del Mercosur, desde Economía se sugiere la necesidad de reformular la Unión Aduanera, cuando no adherir directamente al ALCA o realizar tratados bilaterales de libre comercio con Estados Unidos.
Además, los argumentos contrapuestos no suelen ser resueltos por declaraciones presidenciales que definan una u otra postura. En paralelo, la persistente devaluación del real y las medidas arancelarias unilaterales dispuestas por Domingo Cavallo poco contribuyen a la proclamada “convergencia macroeconómica”. Como resultado, las diferencias de los sistemas monetarios de los dos socios parecen haber llevado la relación a un punto sin retorno. Luego de que el real se devaluara más del 26 por ciento en lo que va del año –ayer alcanzó nuevamente un máximo histórico rozando los 2,7 reales por dólar– no existe factor de empalme ni reintegros a las exportaciones que compense la brecha. Tampoco, como insisten desde el equipo de Domingo Cavallo, alcanzará compensar con el aumento de productividad del trabajo argentino o con la mayor calidad de la mano de obra local.
A sus duras expresiones, Botafogo Gonçalves agregó la amenaza de posibles represalias contra la Argentina debido a sus “intolerables” medidas proteccionistas. Entre las acciones que estudia Brasil se cuenta la posibilidad de exigir el estricto cumplimiento del régimen automotor regional. El punto que podría significar costos millonarios para las terminales argentinas es el que autoriza el cobro de aranceles similares a los “extramercosur”, 35 por ciento, para las exportaciones realizadas por encima del “intercambio compensado”. Según Brasil, existiría una “descompensación” del 76 por ciento en favor de la Argentina, mientras que el régimen autoriza a cobrar el arancel máximo a toda la producción que descompense por encima del 10 por ciento.
Adefa, la entidad gremial empresaria que agrupa a las terminales locales, consideró en cambio que el incumplimiento se concentra en una empresa en particular, pues el conjunto de la industria se encontraría dentro de los límites permitidos por el régimen. “Las terminales tendrán que pagar una suma del orden de los cien millones de dólares y no aceptamos suspender esa regla de juego”, afirmó Botafogo Gonçalves. El funcionario agregó que “Cavallo no dice que Brasil está protegiendo elempleo de los argentinos”, al mantener las reglas de intercambio compensado entre los países. “Si él quiere el fin de la Unión Aduanera y un simple régimen de libre comercio, podríamos comenzar por el sector automotor”, ironizó.
Si Brasil finalmente adopta la medida con la que amenazó Gonçalves, el resultado concreto será no sólo un fuerte desembolso para las terminales locales, sino una segura retracción de las exportaciones y de la actividad de las ya alicaídas firmas locales.
Los analistas a ambos lados de la frontera coinciden en que las crecientes asimetrías y actitudes de ambos países estarían indicando una mutua y creciente pérdida de interés por la Unión Aduanera regional. Sólo así podría explicarse que ninguno de los dos socios haya intentado encontrar y establecer mecanismos consensuados para compensar la principal fuente de conflictos del bloque: la fuerte devaluación del real. Esto supone un verdadero cambio de actitud de Brasil, quien ahora, antes que en ser la economía líder del Mercosur, parece más interesado en convertirse en el interlocutor privilegiado regional con Estados Unidos.

 

Nestlé hace las valijas

La multinacional de origen suizo Nestlé levantará las plantas de producción de café soluble de Argentina y Chile para concentrar la actividad en Brasil. Según el titular de la filial de este país, Iván Zurita, la empresa de la alimentación prevé incrementar la capacidad exportadora de aquel producto hasta alcanzar los 100 millones de dólares anuales. Aunque el directivo de la trasnacional no explicó las razones de esa concentración en el país vecino, es presumible que ésta esté fundada en la necesidad de buscar economía de escala o en razones tecnológicas. La determinación de Nestlé vuelve a agitar sobre la Argentina el fantasma de una emigración masiva de firmas hacia el país vecino, atraídas por los menores costos y la mayor envergadura de aquel mercado. Esto tiene lugar justo cuando las relaciones entre los principales socios del Mercosur se tensaron nuevamente a raíz de la preocupación argentina por buscar algún mecanismo que compense la desventaja comparativa que generan las permanentes devaluaciones del real.

 

EL SENADO VOTO SU COPARTICIPACION
ITF, un impuesto de todos

El Senado le dio media sanción anoche al proyecto de ley que prevé coparticipar la recaudación del impuesto al cheque e impedir que el Estado nacional pueda desconocer la suma fija que debe girar a las provincias según el último pacto federal. La iniciativa, que perturbó los ánimos de Economía, consiguió cosechar el aval de oficialistas y opositores.
El proyecto fue una iniciativa de José Luis Gioja –titular del bloque justicialista– que, según se ocupan de subrayar los senadores oficialistas, no fue sugerida por los gobernadores sino que respondió a una propuesta genuina de los legisladores, quienes advirtieron la ventaja de echar mano a la recaudación del Impuesto a la Transferencia Financiera.
El tributo creado por Domingo Cavallo para apuntalar las alicaídas cuentas de la Nación permite recaudar 420 millones de pesos por mes. Este fondo sería prorrateado según los índices vigentes de la coparticipación, es decir 42,34 para la Nación y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y 57,66 para el interior.
En base a esos porcentajes, las arcas provinciales podrían engrosarse mensualmente con 240 millones, apetecible como el monto fijo que todos los meses la Nación se comprometió a girar a las provincias en función del último pacto federal. Según ese acuerdo, las gobernaciones deben recibir todos los meses 1364 millones de pesos, al margen de cual sea el destino de la recaudación. Pero con el derrumbe de la recaudación, Economía intenta ajustar sus obligaciones a esta realidad, liberándose del compromiso de girar mensualmente una suma fija al interior.
De transformarse en ley, el proyecto sería presumiblemente vetado. En rigor, se trata más de un instrumento negociador para acotar el poder de Cavallo que una herramienta para ganar fondos para las provincias.

 


 

DENUNCIA DE LOS EMPRESARIOS
Impuesto a la yerba mate

Hoy se tratará en Diputados un proyecto de ley que, de prosperar, significaría crear un nuevo impuesto, esta vez, a la yerba mate. Así lo denunciaron la Cámara de Molineros de Yerba Mate y la Federación de Molineros. El proyecto en cuestión prevé la creación del “Instituto Nacional de Yerba Mate”, el cual, aseguran los empresarios del sector, se financiaría “con un nuevo impuesto que perjudicará al consumidor y a la pequeña y mediana empresa yerbatera”; porque “lo deberá absorber la industria, el comercio o el consumidor”. Además, sostienen que “las funciones del nuevo organismo se superpondrán con las que cumplen otros organismos de contralor y fiscalización ya existentes”.
El proyecto fue hasta ahora aprobado por las comisiones de Agricultura y Ganadería, y de Economía y Desarrollo Regional de Diputados, en un trámite que los dirigentes empresarios califican de “vertiginoso y desprolijo”.
El comunicado difundido ayer por ambas cámaras empresarias señala que, de aprobarse la iniciativa, “no se resolverá el problema de la sobreoferta sino que lo agravará”. Denuncia que “la yerba mate brasileña será más barata, lo que incentivará las importaciones desde ese país, provocando pérdida de competitividad en el mercado nacional y en el internacional”. En tanto, afirma que “el efecto inmediato será la desaparición del empresariado nacional característico del sector industrial yerbatero y pondrá en peligro 40.000 puestos de trabajo directos e indirectos”, dramatiza el comunicado.

 

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