Por Eduardo Videla
Un multicine con diez salas,
ubicado en el barrio de Palermo, fue clausurado por el gobierno porteño
porque funcionaba desde hace casi cinco meses sin habilitación.
El cierre sorprendió a los espectadores que acudieron el fin de
semana y recibieron, como única explicación por parte del
personal de seguridad, razones de mantenimiento. La versión
oficial la dio a Página/12 el director de Verificaciones y Habilitaciones
de la ciudad, Horacio Spandonari: El cine no está habilitado
porque la cantidad de metros cuadrados construidos, en principio, no se
ajusta a la normativa vigente, aseguró el funcionario. Ante
un pedido de la empresa, el gobierno podría suspender la clausura,
para evitar perjuicios económicos, por lo que los cines
volverían a la actividad aun sin habilitación.
El multicine clausurado es el Cinemark ubicado en Beruti 3999, esquina
Bulnes. Este diario intentó conseguir la versión de la empresa
pero sólo se topó con el malhumor de los custodios del cine,
que intentaron impedir que se tomaran fotografías del frente de
la sala.
La clausura se hizo efectiva el martes 11, después de que inspectores
de Verificaciones y Habilitaciones comprobaran que el edificio de cinco
pisos no tenía su correspondiente habilitación. La medida
fue confirmada al día siguiente por el propio Spandonari.
El área a cargo del funcionario es, justamente, la encargada de
otorgar habilitaciones a los comercios en la ciudad. Según confirmó
Spandonari, Cinemark había iniciado el trámite de habilitación
antes de la inauguración, pero la gestión no prosperó
porque la cantidad de metros construidos supera el máximo
permitido. Además, se encontraron fallas menores como la
ausencia de máquina expendedora de preservativos y falta de indicadores
de salida.
El viejo Código de Planeamiento Urbano vigente cuando se
inició la obra establece que para el uso cine, en esa zona,
el máximo es de 2500 metros cuadrados cubiertos. Si se tienen
en cuenta solamente las salas, hay 2420 metros cuadrados cubiertos. Pero
no se toman en cuenta el hall, los baños y las boleterías,
que forman parte del cine y sumados exceden largamente ese límite,
explicó Spandonari. La obra tenía el visto bueno de la Dirección
de Planeamiento e Interpretación Urbanística, a cargo del
arquitecto Francisco Pratti. Voceros de la Secretaría de Planeamiento
Urbano ratificaron que el expediente de Cinemark Palermo había
sido aprobado allí sin objeciones.
Según el funcionario encargado de la clausura, los constructores
podrían acogerse al nuevo Código de Planeamiento Urbano
vigente desde noviembre último que no pone límite
de superficie construida con destino a cine pero exige la previa realización
de estudios de impacto ambiental. En cualquier caso, la empresa
no cumple con ninguno de los dos requisitos.
Cinemark presentó un recurso de apelación contra la medida
y solicitó la suspensión de la clausura. El gobierno porteño
aceptó el primer pedido y estaría dispuesto a conceder el
segundo tras verificar que se cumplen las mínimas medidas
de seguridad. El levantamiento de la clausura se ordenaría
para evitar perjuicios económicos a la empresa y posibles
reclamos indemnizatorios futuros al gobierno de la ciudad, argumentó
Spandonari. De todas formas, que se levante la clausura no quiere
decir que el cine esté habilitado, aclaró el funcionario.
Mientras tanto, el trámite seguirá su curso. Por lo pronto,
el director de Verificaciones volvió a pedir a Planeamiento Urbano
una nueva interpretación, más clara, de las normas.
También envió copias al procurador general de la ciudad,
Juan Carlos López, para que determine si hubo irregularidades en
algún área o se actuó correctamente.
INSOLITA
DEMORA EN EL CASO DE LAS MUERTES DE VARELA
Intoxicaciones sin pericias
La causa de la muerte por intoxicación
de tres personas de una misma familia en Florencio Varela está
cada vez más lejos de ser esclarecida. El fiscal que investiga
el caso no encuentra un laboratorio donde hacer las pericias: el de La
Plata no está en condiciones de hacerlo y el presupuesto judicial
es demasiado exiguo para el costo de uno privado. En tanto, lo que sí
pudo hacer el fiscal es ordenar el allanamiento de cinco almacenes del
Barrio Pepsi, en el que viven los Martínez. De allí se sacaron
de circulación, preventivamente, los alimentos que la familia consumió
el domingo por la tarde queso fresco, roquefort y salamines,
hasta que se obtengan los resultados definitivos sobre su estado. Los
tres sobrevivientes siguen internados en el hospital de Florencio Varela
y se encuentran en buen estado de salud.
El lunes por la mañana, Carlos Alberto Martínez, de 33 años,
y dos de sus hijos, Paola, de 10, y Gabriel, de 12, murieron intoxicados,
mientras que su esposa Sandra López, de 33 años, y sus hijos
Flavia, de 8 y Hernán, de 2, quedaron internados pero están
en buen estado. El domingo por la tarde la familia había comido
pizza, salamines y queso roquefort, y las sospechas recayeron sobre el
probable mal estado de esos alimentos, lo que llevó al fiscal Ricardo
Maidana a ordenar el allanamiento de cinco almacenes del Barrio Pepsi,
donde vive la familia intoxicada.
El fiscal relató a Página/12 que decidió, preventivamente,
sacar de circulación los productos sospechados para evitar
nuevas intoxicaciones, dado que los cultivos bacteriológicos demandan
más de una semana. Además, Maidana ordenó una
pericia sobre los alimentos secuestrados en el hogar de la familia y sobre
el vómito y las vísceras de las víctimas. Pero el
laboratorio pericial de La Plata no puede hacer los estudios por falta
de equipos y ahora falta quien haga los informes que necesitamos:
el Malbrán nos dijo que no podían hacerlos porque estaba
fuera de jurisdicción y yo no puedo estar recorriendo todos los
laboratorios, apuntó, preocupado, el fiscal, que detalló
que los informes toxicológicos demoran, por lo menos, 14
días.
A Maidana le llamó la atención la rapidez de la intoxicación
y la muerte. No podemos descartar ninguna hipótesis. Por
su parte, el subdirector de medicina preventiva de Florencio Varela, Gabriel
Nauda, explicó a este diario que desde el punto de vista
sanitario estamos investigando si se trató o no de un alimento
en mal estado, pero hasta ahora no hay nada concreto. No encontramos otros
casos y además es raro que si las seis personas comieron lo mismo
tres hayan muerto y tres estén estables, observó.
En tanto, la subsecretaria de salud de la comuna, Susana del Río,
descartó la posibilidad de una enfermedad epidemiológica
o infecciosa.
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