LLAMADA Mientras el Partido de los Trabajadores lo criticaba por haber convocado al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, Fernando Henrique Cardoso visitó ayer la embajada de los Estados Unidos en Brasil y habló por teléfono con George W. Bush. La lucha no es contra una religión, ni siquiera contra un Estado, por lo menos hasta ahora, sino contra una red, dijo después el presidente brasileño. Salvo que el gobierno argentino haya querido ser extraordinariamente discreto y ocultó la llamada, la comunicación de Cardoso es justo lo que Fernando de la Rúa busca desde hace una semana.
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