Por Javier Lorca

“Esto es el final de una forma de conducir y hacer política en la universidad”, aseguró Iván Heyn, dirigente de la agrupación TNT. Por primera vez desde que se restauró la democracia, Franja Morada (ahora en Alianza) perdió la conducción estudiantil de la Facultad de Ciencias Económicas (UBA), la unidad académica más grande de América latina, donde estudian 62 mil alumnos. Los independientes de TNT se impusieron en las elecciones realizadas durante toda la semana pasada: sobre un total de 43.189 votos, obtuvieron 15.094 (36,16 por ciento) contra los 14.923 (35,75 por ciento) que sumó la Alianza entre Franja y el MNR. Mientras, con un resultado también muy ajustado y con una fuerte caída de su caudal de votos, los aliancistas se impusieron en las elecciones de la Facultad de Derecho.
Este año, de los comicios estudiantiles (que son obligatorios) deben surgir, por un lado, representantes estudiantiles para los consejos directivos y, por otro, autoridades de los centros de estudiantes. En Económicas, todavía ayer restaba definir la elección gremial, la del centro. La Alianza había reconocido, en el fin de semana, su derrota en la elección de claustro: así, durante los próximos dos años, la mayoría (tres consejeros) será para el TNT y la minoría (uno), para los aliancistas. Desde el TNT, se aseguró que la elección del centro repitió el mismo resultado que la del consejo. Desde la Federación Universitaria de Buenos Aires, la Alianza sostuvo ayer que aún faltaba “verificar algunas diferencias que aparecieron en las actas. Se va a definir el jueves”.
Independiente, sin relación con partidos políticos y de existencia acotada a Económicas, la agrupación TNT irrumpió hace una década. El año pasado había alcanzado el 28 por ciento de los votos. “Es un revés histórico para Franja. La gente se cansó de que manejara durante 17 años el centro de estudiantes como si fueran los dueños, sin convocar a nadie ni rendir cuentas”, diagnosticó Heyn, actual consejero directivo. Según las cifras que maneja TNT, la agrupación logró el 40 por ciento de los votos en la sede central de Económicas (sobre Córdoba al 2100), contra el 32 de la Alianza. El crecimiento relativo de los aliancistas se habría basado en las diversas sedes donde se cursa el primer tramo de las carreras.
Nicolás Cevela, candidato al centro de estudiantes, definió así a la plataforma que ahora intentarán plasmar: “La principal reivindicación va a ser trabajar contra el arancel y la privatización de la universidad. Vamos a bajar los precios de los apuntes, los cursos de idiomas y computación y de otros servicios a los estudiantes, para garantizar que ninguna persona se quede sin estudiar por razones sociales o económicas –detalló–. También vamos a presionar a la facultad para que concurse a todos los profesores y asegure la calidad y el pluralismo académicos”. Los dirigentes universitarios aseguraron que van a “democratizar el centro de estudiantes con la participación de todas las agrupaciones, incluida Franja Morada”. “Desde acá, empezamos a echar a (Oscar) Shuberoff”, dijeron, en alusión al rector cuyo sucesor deberá ser elegido en marzo.
Derecho a la polémica
También muy ajustada, pero con distinto final, resultó la elección en Derecho. Sobre 28.409 votantes, Franja y el Frente Grande (así, sin la bandera de la Alianza) cosecharon 6467 sufragios, los independientes de NBI 5543, y Nuevo Derecho (MNR) 5481.
El problema es inverso al de Económicas. Con la mayoría de los votos, Franja y el Frente se quedaron con el centro de estudiantes, que volverá a presidir Rodrigo Cozzani. La polémica se desató en torno a los consejeros estudiantiles. La mayoría del claustro quedó para Franja y el Frente. Sobre eso no hay dudas. La cuestión es que, para lograr la minoría, esnecesario alcanzar el 20 por ciento de los votos válidos (artículo 107 del estatuto universitario). NBI lo alcanza si no se cuentan los votos en blanco (fueron 1011). Contándolos, Franja y el Frente Grande no sólo se quedan con la mayoría, sino con todas las bancas.
El acta que, tras el escrutinio, aprobaron todas las agrupaciones y la junta electoral cuenta a los votos blancos como válidos. De hecho, el titular de la FUBA y ex presidente del centro de Derecho, Oscar Zoppi, aseguró que “en todas las elecciones de la universidad, de legisladores, de municipios, se considera a los votos en blanco como válidos. Como estudiantes de Derecho no podemos ir contra las normas”. Y celebró: “Lo importante es que mantuvimos la mayoría y la minoría del consejo en un año que fue muy complicado políticamente”.
Como el estatuto de la UBA no aclara qué es un voto válido, desde el NBI se invocó: “El código electoral considera por separado a los votos válidos, los nulos, los blancos, los observados y los impugnados. Si no aceptan que entremos como minoría, va a ser un escándalo. Sería ilegítimo”, dijo Mariano Recalde, de la agrupación independiente que, en su segundo año de participación electoral, creció 12 puntos (había cosechado el 8 por ciento de los votos hace un año). “Esto habla de lo injusto que es el sistema. Con un virtual triple empate, una agrupación se termina quedando con todos los consejeros”, opinó Pablo Gordon Daluz, de la agrupación Nuevo Derecho, otra de las sorpresas que deparó esta elección, la primera en que se presentaron los socialistas populares.
Lo cierto es que, además de perder en Económicas, Franja Morada perdió 16 puntos en Derecho (en el 2000, había sumado el 38,8 por ciento de los votos). “El factor nacional influye mucho. Además de López Murphy, Cavallo y el ajuste, tuvimos las complicaciones regionales de nuestra agrupación. Pero también es importante la situación interna de cada facultad –consideró Zoppi–. Hay que pensar bien en frío qué se hizo bien y qué mal. Hacer un balance ahora, en caliente, no serviría de nada.”

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