Por Felipe Yapur
Volviendo atrás de la
contundencia del último domingo, cuando reconoció su adhesión
a la necesidad de vincular inteligencia interna con la externa tras los
atentados en los Estados Unidos, el ministro de Defensa, Horacio Jaunarena,
aseguró ayer ante los senadores que el Gobierno no está
pensando en involucrar a las Fuerzas Armadas en tareas de inteligencia
interior. Jaunarena dijo que cuando propuso estudiar un cambio de
funciones no estaba diseñando una propuesta. La mía
era solamente una idea, explicó.
El funcionario mantuvo una corta reunión con algunos de los integrantes
de la comisiones de Seguridad Interior y Defensa de la Cámara alta,
donde mostró un perfil nada belicoso, como lo graficó
un legislador del oficialismo, y más inclinado a mejorar
la articulación entre los diferentes organismos de inteligencia
que a modificar el contenido de las leyes de Seguridad Interior y Defensa
Nacional. Anoche el presidente Fernando de la Rúa dijo que a pesar
de los ataques terroristas, no se permitirá que los militares realicen
inteligencia interna, aunque afirmó que estas leyes están
desactualizadas. (Ver página 10.)
El Jaunarena que llegó hasta el Salón Rosado del Senado
no tenía nada que ver con aquel que declaró que había
que repensar las definiciones tradicionales porque el terrorismo
ha dejado de ser una agresión de origen interno y que cada
vez será más necesario vincular la inteligencia interna
con la externa. Una frase que fue interpretada como una venia por
los miembros del Estado Mayor Conjunto que trabajan en la reformulación
de la ley de Defensa situación que se incrementó a
partir de los atentados y que motivó el envío de varios
de sus representantes a realizar lobby con los senadores, según
confiaron fuentes castrenses.
No es un dato menor la posible modificación de cualquiera de estas
dos leyes. La de Defensa, por caso, desarticula las prerrogativas legales
e institucionales que detentaban las Fuerzas Armadas en materia de seguridad
interior hasta 1988. En tanto que la de Seguridad Interior aprobada
en 1992 detalla las circunstancias y condiciones en las que éstas
podrían intervenir de manera excepcional en actividades referidas
a seguridad interior.
En la reunión secreta con los legisladores, el ministro dijo que
a pesar de la inmediata condena a los atentados de la semana pasada y
la comunicación al gobierno norteamericano de la disposición
de la Argentina a colaborar en lucha contra el terrorismo internacional,
no hemos recibido ningún tipo de requerimientos para participar
de acciones militares y tampoco de cooperación. De todas
maneras, Jaunarena insistió en la necesidad de mejorar la
articulación de los sistemas de inteligencia en el orden interior
y exterior. Esto provocó la reacción de los senadores
Leopoldo Moreau (UCR) y los justicialistas Carlos Corach y Jorge Villaverde,
quienes le pidieran precisiones al respecto: Esto no significa que
querramos involucrar a las Fuerzas Armadas en tareas de inteligencia interior,
agregó entonces Jaunarena.
De todas formas, y como para que no quedaran dudas, durante la conferencia
de prensa posterior, Corach se preocupó en enfatizar este concepto.
Las Fuerzas Armadas no hacen inteligencia interior y no hay ningún
proyecto en que está involucrado el gobierno en ese sentido,
dijo.
Más allá de los argumentos del ministro, para el senador
justicialista Villaverde todavía hay motivos suficientes como para
prevenir un posible cambio de opinión en el gobierno. El bonaerense
mantiene firme la esperanza de que la semana próxima se apruebe
tal como se lo prometieron peronistas y radicales un proyecto
de su autoría, que incorpora una modificación a la ley de
Superpoderes. Es sólo un párrafo en el que se prohíbe
expresamente utilizar las facultades delegadas para modificar las leyes
de Defensa Nacional, de Seguridad Interior, o la competencia, misión
y funciones de las Fuerzas Armadas o de Seguridad. De esta manera
evitamos cualquier decreto presidencial se ampare en estanorma para modificar
las leyes y así no evitamos una sorpresa desagradable, indicó
a Página/12.
Para algunos justicialistas que participaron de la reunión, la
primigenia posición oficial se modificó por una simple y
sencilla razón: las elecciones de octubre. Es muy claro lo
que ocurre, no hay misterios. Cambiaron por conveniencia electoral, sobre
todo después de que leyeron las encuestas que dicen que el 70 por
ciento de la gente rechaza la participación de militares argentinos
en las represalias a los atentados. Por eso aflojaron, no hay otro motivo,
señaló a este diario un senador del PJ.
Lo vi distinto, lo vi light, aseguró por su parte un
senador oficialista tras el encuentro con el ministro. Para los radicales,
el origen de la flexibilización de la posición de Jaunarena
está en el error estratégico que cometió
cuando salió a exponer sus ideas bélicas antes
de tiempo. Era preferible una posición más cauta como
la del canciller (Adalberto Rodríguez Giavarini), sostuvieron
los radicales que se resisten a ver una razón electoral en el cambio.
Cancilleres y TIAR
La Organización de Estados Americanos (OEA) convocó
a una reunión de cancilleres de todos los países miembros
de esa agrupación e invocó el Tratado Interamericano
de Asistencia Recíproca (TIAR), que establece que la agresión
a un país que firmó ese pacto obliga a los otros firmantes
a apoyarlo, en relación con los atentados del martes 11 contra
las Torres Gemelas y el Pentágono. Al invocar al Tratado,
reconocemos y enviamos un fuerte mensaje a los terroristas, sobre
que en nuestro hemisferio democrático un ataque contra uno
es un ataque contra todos, dijo el embajador estadounidense
ante la OEA, Roger Noriega. Sin embargo, no todos los países
que integran la OEA firmaron el TIAR, aunque uno de ellos, Canadá,
en tanto miembro de la OTAN, está dispuesto a acompañar
un despliegue militar de Estados Unidos. La reunión de los
cancilleres de la OEA en Washington será para considerar
la amenaza a la seguridad hemisférica que representa el terrorismo
internacional, según una resolución del organismo.
En tanto, también se reunirán los cancilleres de los
países que adhirieron al TIAR para acordar las medidas
que deban ser tomadas para la defensa común y para el mantenimiento
de la paz y de la seguridad en el continente La aplicación
del TIAR para el caso de los atentados del martes fue solicitado
por Brasil, con el apoyo de Argentina y de otros 14 países.
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Mugnolo, con la idea
fija
El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, teniente
general Juan Carlos Mugnolo, aseguró ayer que, en caso de
que los Estados Unidos lo requieran, los militares argentinos están
en condiciones operativas de participar en alguna acción
bélica contra el terrorismo internacional. Destacó
que una de las cualidades de los 18 mil uniformados que participaron
en las diferentes operaciones de paz es la posibilidad de
comunicarse en inglés con las tropas norteamericanas.
Mugnolo reconoció que a pesar de dicha capacidad
todavía no recibió ningún pedido en concreto
por parte de las Fuerzas Armadas estadounidenses. Sin embargo, el
militar, quien realizó estas declaraciones al programa Otra
Cosa de radio Splendid, advirtió que tras los atentados
de la semana pasada, es necesario que tanto los gobiernos como los
uniformados deben prepararse para esta nueva guerra.
Las naciones insistió Mugnolo deben desarrollar
sus sistemas de inteligencia, para tener asesorados a los líderes
políticos a fin de que se adopten las resoluciones más
adecuadas para el caso. Hay un terrorismo internacional que requiere
de una inteligencia estratégica, que es agresiva y permite
evitar la acción del enemigo. Pero también hay un
terrorismo doméstico, que normalmente es atendido por las
agencias de nivel táctico, como es el caso de las fuerzas
de seguridad, aclaró.
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