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EL MERVAL CAYO A SU NIVEL MAS BAJO DE LOS ULTIMOS DIEZ AÑOS
En un nuevo mundo, la peor de todas

La convulsión de los mercados internacionales por el inminente ingreso de Estados Unidos en guerra golpea a la plaza bursátil argentina. Total desinterés en los papeles empresarios de un país que no será ajeno a una previsible recesión mundial.

Ausentes: A diferencia de lo ocurrido en Nueva York, en el microcentro porteño faltaron inversores deseosos de apostar por las acciones. Aumento de los bonos.

En Wall Street, hubo una baja
del 4,7 % en las primeras horas.
Más tarde aparecieron los inversores
y recortó la baja.

Por Claudio Zlotnik

En junio de 1991, la economía argentina era bien distinta a la actual. Con la Convertibilidad recién estrenada, eran pocos los que apostaban por derrotar a la inflación. YPF todavía era estatal y existían Obras Sanitarias, Gas del Estado y Segba. Ahora, uno de los males argentinos es la deflación y ya no quedan empresas en manos del Estado. Pero como si nada hubiese pasado, de pronto las acciones de las empresas valen lo mismo que hace diez años y tres meses. Por lo menos eso es lo que está indicando el índice de acciones líderes MerVal, que ayer perdió 6 por ciento y terminó en 252 puntos, muy atrás del record de 900 puntos, un derrape que es testigo fiel de la crisis dramática de la economía. La misma crisis que catapultó nuevamente a Domingo Cavallo al Palacio de Hacienda. El también era ministro en aquel lejano junio del ‘91. Como en ese entonces, su desafío pasa por sacar a la economía del pozo. Ahora, con el ingrediente de que se está delineando un nuevo mundo que está por entrar en guerra y con los mercados financieros internacionales convulsionados y dándole la espalda. Por eso se explica que ayer las acciones argentinas hayan sido las de peor comportamiento del mundo.
La fuerte caída de los papeles empresarios se dio en un contexto de gran volatilidad en Wall Street. El índice Dow Jones, por caso, tocó su valor mínimo del año, en ese momento perdía 4,7 por ciento, y sólo levantó cabeza en los últimos sesenta minutos, cuando la cadena CNN informó que Estados Unidos desplegaba armamento cerca del Golfo Pérsico para empezar la guerra. En el recinto neoyorquino, ubicado a sólo tres cuadras de donde se levantaban las Torres Gemelas, algunos operadores, como Arthur Cashin, de la firma de inversiones Paine Webber, recordaron la reacción alcista de los mercados en abril de 1941, cuando se anunció el ataque aéreo estadounidense sobre Japón. Finalmente, el Dow Jones finalizó con una baja del 1,6 por ciento. El Nasdaq, por su parte, cedió 1,8 por ciento pero llegó a perder el 6,5.
En Buenos Aires, el MerVal terminó casi en el nivel mínimo de la jornada. A diferencia de lo ocurrido en Nueva York, en el microcentro porteño faltaron inversores deseosos de apostar por las acciones. Como contrapartida, hubo ligeras alzas entre los títulos públicos, de entre 0,5 y 1 por ciento entre los de largo plazo, y de hasta 5 por ciento en los de corto (ver recuadro aparte). En ese marco, el riesgo país volvió a bajar, 26 puntos, hasta los 1592.
Las turbulencias en los mercados accionarios se deben al impacto negativo que, se prevé, el atentado contra Estados Unidos tendrá en la economía mundial. Las primeras consecuencias ya se pueden visualizar en el propio territorio norteamericano: un grupo de compañías ya anunció despidos masivos y previsiones de menores ganancias para los próximos meses, ante la retracción de los consumidores. Los damnificados se cuentan de a miles. La fabricante de aviones Boeing, por ejemplo, echará a 30.000 empleados. United Airlines, 20.000. Eastman Kodak y el grupo hotelero Accor dijeron que recortarán puestos de trabajo pero aún no difundieron magnitudes. Como se puede apreciar, el sector turismo será uno de los principales perjudicados por los atentados.
Después de la histórica pero previsible caída del lunes del Dow Jones, del 7 por ciento, los financistas se habían ilusionado con que no habría demasiados problemas en Wall Street. Y que el fantasma del crac bursátil había desaparecido. Pero en las últimas horas volvieron las caras de preocupación a la Gran Manzana. Y frente a la posibilidad de pérdidas multimillonarias de las empresas, sumada a la alta cuota de incertidumbre sobre la guerra inminente, los inversores se refugian en los activos más seguros, como los bonos del Tesoro estadounidense o alemán, el oro o los francos suizos.
El propio Alan Greenspan ofreció una señal preocupante sobre la situación económica durante un encuentro reservado que mantuvo con congresistas estadounidenses. No obstante, dejó en claro que aún estemprano para estimar el impacto que la crisis tendrá sobre la economía. Frente a este panorama, el presidente George W. Bush anunciaría un plan reactivador en las próximas horas. No será fácil satisfacer a los preocupados empresarios. Sólo el sector aeronáutico está reclamando 17.500 millones para enfrentar el brusco retroceso de la demanda de pasajes.
Para evitar el pánico, Greenspan volvió a inyectar liquidez en el sistema financiero a través de pases activos a los bancos. Ayer inyectó 27.600 millones de dólares, que se suman a los 170 mil millones de los tres días hábiles anteriores. Así y todo, los principales analistas de Wall Street esperan una recesión económica, de la cual recién se empezaría a salir hacia la segunda parte del año que viene. El holandés ABN Amro Bank prevé un crecimiento nulo para el 2002 en los Estados Unidos. Según se prevé, entre el tercer y el cuatro trimestre, el PBI estadounidense se contraería entre 0,5 y 1 por ciento.
En este marco, las opiniones sobre la evolución económica de la Argentina son divergentes. Hay financistas convencidos de que la guerra inminente favorecerá al país porque dejó de ser mirada con lupa por los inversores internacionales y, en todo caso, Estados Unidos lo rescataría en caso de un agravamiento de los problemas. Por otro lado, están los más pesimistas que sospechan que Domingo Cavallo no podrá cumplir con el Déficit Cero y la economía ingresará en una etapa de crisis terminal, con la Administración Bush completamente ajena a estos temas. El telón se empezará a correr en los próximos días. Habrá que ver cuál escenario se muestra detrás.

 

Preocupación europea

Los ministros de Finanzas de la Unión Europea se reunirán mañana para evaluar el impacto de los ataques en Estados Unidos sobre la ya alicaída economía europea. Los funcionarios analizarán durante dos días en Lieja, Bélgica, la posibilidad de otorgar asistencia financiera a las industrias que sufren dificultades especiales debido a los ataques y examinarán iniciativas del sector financiero para combatir al terrorismo. Los ministros, quienes serán acompañados por funcionarios de bancos centrales, también buscarán vías para frenar la volatilidad financiera de los mercados, como el polémico impuesto Tobin. El tema principal de la agenda es si algunas industrias, como la de las aerolíneas, han sido golpeadas tan severamente por los ataques que requieren de ayuda del gobierno. Los miembros de la UE que actualmente no participan en la zona del euro –Gran Bretaña, Dinamarca y Suecia– asistirán igualmente a las conversaciones en Lieja, lo cual constituye un cambio en la tradición de iniciar el encuentro con sólo los 12 miembros de la zona.

 

Auspiciosa exclusiva

El adelanto de Página/12 de que Economía prepara un rescate de títulos de deuda para la tercera semana de noviembre provocó fuertes subas de los bonos que estarían involucrados en la operación. En particular, la mejora se dio en los Bonte 2002, que aumentaron un 5 por ciento, al pasar de 84 a 88 dólares. Pero el salto también se notó en otros títulos de deuda de corto plazo, como el Bonte 2003 (+ 2,5%) y el Bonte 2005 (+ 3%). Según confiaron a este diario fuentes del mercado, los principales compradores habrían sido los bancos de inversión ING Barings y Deutsche, que habían especulado con que la Argentina no podría cumplir con los pagos de su deuda. El Bonte 2002 vence en mayo del año que viene. En total, Economía debería pagar unos 2000 millones de dólares. Pero, tal cual adelantó Página/12 en su edición de ayer, hay planes para recomprar esos títulos antes de que venzan. Habría varios beneficios: se afrontaría un pago menor a si se espera el día del vencimiento; se sacaría del mercado un título deteriorado (rinde 45 por ciento anual) y se daría una fuerte señal al mercado de que la Argentina no entrará en default. Anoche, fuentes de Economía reconocieron a este diario que existen propuestas para rescatar títulos de corto plazo, pero negaron la existencia de un cronograma para llevar a cabo ese plan.

 

CIRCUITO NEGRO DEL DINERO INQUIETA A LAS POTENCIAS
Los paraísos bajo sospecha

Después de los atentados, norteamericanos y europeos han multiplicado declaraciones para reactivar la lucha contra los “paraísos fiscales” y los circuitos ocultos del “dinero negro” que contribuyen al financiamiento del terrorismo. La administración Bush anunció ayer que propondrá al Congreso una nueva legislación para luchar contra el blanqueo de capitales. En tanto, el gobierno británico ha lanzado una campaña para congelar los activos y cuentas bancarias de individuos y organizaciones sospechosos de estar implicados en el terrorismo internacional y pidió a la UE y al G-7 a que se unan a esta acción.
El ministro de Economía británico, Gordon Brown, informó ayer sobre el congelamiento de una cuenta bancaria en una sucursal del banco Barclays en Londres, a nombre de una persona sospechosa de estar vinculada a Osama bin Laden. El gobierno francés también pidió al Grupo de información financiera para el blanqueo de capitales (GAFI) que se ocupe inmediatamente de los aspectos financieros de la lucha contra el terrorismo.
El GAFI, compuesto por 29 países industrializados, hizo una lista negra de 19 Estados y territorios con legislaciones ineficaces para luchar contra el dinero negro y les incita a modificarlas. Contrariamente a lo que hicieron en las guerras contra Irak y contra Serbia, norteamericanos y europeos no han pedido el congelamiento de los capitales de Osama bin Laden, sin duda difíciles de localizar. El ex director de la CIA, James Woosley, acusó a Chipre de ser un centro de actividades financieras de Bin Laden y citó también a Panamá y a las Islas Caimán. Chipre desmintó esta acusación y Panamá inició una investigación sobre una sociedad financiera, la sociedad Al Taqwa (en árabe: el temor a Dios) con una filial en Lugano (Suiza), por donde podrían haber circulado capitales del millonario de origen saudita Osama bin Laden.

 

Pesimismo del FMI y del BID

La debilidad en el crecimiento de Estados Unidos impactó de manera directa en Latinoamérica, especialmente en México, Centroamérica y países andinos, según el informe anual del Fondo Monetario Internacional. En ese mismo sentido, Eduardo Lora, el asesor principal del departamento de análisis del BID, dijo que el crecimiento económico de América Latina posiblemente disminuirá a alrededor de 1 por ciento este año. Ese comportamiento se debería a los devastadores atentados de la semana pasada en Estados Unidos y su impacto económico, según aseguró uno de los principales economistas del Banco Interamericano de Desarrollo. El BID ya había revisado a la baja recientemente su estimación de crecimiento para la región, a 2 por ciento, de 3,5 por ciento. Pero ahora las proyecciones se han vuelto a modificar. El economista del BID estimó que Argentina y Brasil serán los más afectados por el empeoramiento del debilitamiento de Estados Unidos. “Justo habíamos revisado a la baja (nuestra estimación), de 3,5 por ciento a 2 por ciento, pero ahora eso parece optimista para este año”, afirmó.

 

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