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El primer debate entre candidatos
dejó más chicanas que vencedores

Se realizó en �A Dos Voces�. Estuvieron Beliz, Bravo. Liendo y Terragno. Predominaron las críticas y los reproches sobre el pasado. Beliz, el más agresivo. Bravo, en el centro de la escena.

Terragno, que trató de mantener la calma, habla con los puños cerrados para demostrar énfasis.

Por Martín Piqué

Las luces del estudio iluminaban a los cuatro candidatos, que repasaban los papeles que usarían durante la discusión. La pequeña multitud compuesta por legisladores, compañeros de fórmula y asesores de campaña reprimía su ansiedad con cigarrillos y cuchicheos de último momento. En el auditorio se encontraban Elisa Carrió, Graciela Ocaña, Héctor Polino, Daniel Scioli, Irma Roy, María América González y otros espectadores que querían ver de cerca el primer debate televisivo entre los postulantes a senador que competirán en la ciudad.
Todo comenzó tranquilo, pero a medida que avanzaron los bloques, la discusión se puso cada vez más ríspida. Abundaron las chicanas y los gritos desencajados. Rodolfo Terragno intentó (como haría durante todo el programa) calmar los ánimos: levantó los brazos y se quejó: “No, así no se puede. Yo pido que discutamos seriamente, si no ¿cómo vamos a legislar? Cada uno tiene que plantear sus propuestas”. El reproche del candidato de la Alianza tenía un claro destinatario: Gustavo Beliz, del Frente Nuevo País, quien intentó ocupar el centro del debate y polemizó duramente con sus competidores. Aunque eligió a Bravo, que lidera las encuestas como principal antagonista.
El debate comenzó con una primera intervención de los invitados, que tuvieron un minuto para explicar a los votantes porqué deberían elegirlo. Hasta allí no hubo tensión, pero en el segundo bloque, cuando se habló de los atentados a las Torres Gemelas y al Pentágono, la cuestión se puso mucho más agria. Como en todo el programa, Beliz tiró la primera piedra:
–Yo voy a decir otra cosa con muchísimo respeto, porque estamos hablando de terrorismo. Usted, Bravo, ha impulsado una ley de amnistía para los terroristas de La Tablada, a Gorriarán Merlo. Los sujetos que ponen una bomba o se meten en un avión son terroristas, como los de La Tablada– cargó, dejando por un instante de observar la cámara y mirando directamente al socialista.
–No por favor, precise. Yo no defendí a Gorriarán Merlo –contestó, airado, el candidato del ARI, que intentó seguir con su respuesta–: Yo voy por partes, soy muy didáctico...
–Entonces vuelva a la clase –lo interrumpió el ex ministro del Interior de Carlos Menem.
Fue sólo uno de los cruces de la noche. Las constantes interrupciones de Beliz hicieron enojar a Bravo, quien más de una vez le contestó a los gritos, y llegó a llamarlo “adolescente”. Liendo y Terragno, en cambio, intentaron mantenerse al margen de la contienda, pero al final no pudieron evitar entrar en el juego del líder de Nueva Dirigencia.
Liendo, que empezó su disertación definiéndose como “ciudadano independiente”, utilizó las mismas frases que suele repetir George W. Bush: “Esto no es un ataque a Estados Unidos, es un ataque en Estados Unidos a nuestra civilización”. Luego subrayó que el ataque de “los terroristas que en un instante dejaron más de 10.000 muertos es un desafío a nuestro sistema de libertades”. Terragno y Bravo, al contrario, coincidieron en que lo primordial es la búsqueda de “la paz”. “Hay que perseguir la justicia, no la venganza”, remarcó el primero.
El tercer bloque comenzó con una pregunta formulada por Marcelo Bonelli: “¿Cómo afecta al modelo el nuevo escenario mundial?”. Terragno comenzó su exposición criticando al “modelo de pobreza, que produce estancamiento y desempleo estructural”. Y después remarcó que “de esto se sale con una política de crecimiento”. En este momento, el impasible ex jefe de Gabinete perdió algo de su serenidad: Beliz le preguntó por qué impulsó esa política mientras fue funcionario del Gobierno, y Liendo aprovechó la oportunidad para recordar que “el doctor Terragno integra la Alianza”.
La discusión sobre economía siguió a los tumbos, y se desdibujaba cada vez que surgía una nueva chicana. Cuando Beliz apeló a los antecedentes del socialista Norberto La Porta hizo enfurecer al candidato del ARI, que le respondió con dureza: “¡Qué chicanero es usted m’hijito, vaya aaprender un poco”. Después, cuando discutieron sobre economía: Liendo defendió en soledad la política económica de Domingo Cavallo y aseguró que el principal problema es el “déficit”. Sus adversarios, curiosamente, se pusieron de acuerdo y hablaron del “crecimiento”.
Las luces rojas se apagaron, las cámaras dejaron de grabar, y los candidatos se dirigieron a la salida. Entonces, los allegados se les acercaron para felicitarlos: Pinky saludó a su amigo Terragno, Scioli murmuró algo con Liendo,. El saludo más comentado, sin embargo, fue el de “Lilita” Carrió, que intentaba mitigar los nervios con un rosario blanco: “Estuviste bárbaro”, le dijo a Bravo.

 


 

SEGUN UNA ENCUESTA DE CATTERBERG
El ARI puntea en Capital

De acuerdo con una encuesta de la consultora Catterberg y Asociados sobre la intención de voto a senador en la Ciudad de Buenos Aires, Alfredo Bravo, el candidato del ARI, estaría obteniendo el primer lugar con el 16 por ciento de los votos. Rodolfo Terragno saldría segundo con el 15 por ciento y Gustavo Beliz tercero, con un once por ciento del electorado a su favor.
Catterberg y Asociados, consultora que suele trabajar para el radicalismo, trabajó sobre una base de trescientos casos con entrevistas telefónicas realizadas entre el ocho y el diez de setiembre. “A menos de cuatro semanas de las elecciones legislativas, el panorama electoral de la ciudad de Buenos Aires exhibe una importante dispersión de las tendencias del voto. Ninguno de los candidatos a senador nacional obtiene más del 16 por ciento de las preferencias, mientras que el llamado ‘voto protesta’ (los que descontentos con la oferta política afirman que no votarán, que votarán en blanco o que impugnarán el voto) es el que concita la mayor cantidad de adhesiones con el 21 por ciento”, dice la conclusión del estudio.
Los datos que arrojó el sondeo son los siguientes: Bravo aparece con un 16 por ciento de intención de voto, Terragno con el 15 por ciento, Beliz con el 11 por ciento, el cavallista Horacio Liendo con el 5 por ciento, Alexis Latendorf (candidato del MAS-PO) con el 4 por ciento y Jorge Rachid, del Polo Social, con el 1 por ciento. En el rubro “otros” hay un seis por ciento de adherentes, otro 6 por ciento dijo que votará en blanco, el 7 por ciento sostuvo que no irá a votar, el 8 por ciento impugnará, y el 16 por ciento pertenece al rubro “indecisos”.
El empate técnico en la Capital Federal entre Terragno y Bravo también fue pronosticado el fin de semana por consultores Analía del Franco y Artemio López, mientras que la consultora Gallup, que dirige Marita Carballo, sostiene que Bravo se llevará la victoria con el 21 por ciento de los votos contra un 19 de su competidor radical.

 

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