Por Adriana Meyer
Sale uno, entra otro. Mientras
el hipermenemista ex presidente del PAMI Víctor Alderete todavía
festeja su reciente liberación, la ex polifuncionaria ultramenemista
María Julia Alsogaray deberá preparar su defensa: sería
llamada a prestar declaración indagatoria en una de las causas
más complejas que afronta, en la que fue acusada de liderar una
asociación ilícita. El juez federal Rodolfo Canicoba Corral
la convocaría para la segunda semana de octubre pero sin ordenar
su detención. Alsogaray será interrogada por los hechos
adjudicación de obras y designación de funcionarios
en forma presuntamente irregular, pago de sobreprecios y donaciones ilegales
y el magistrado decidirá luego su situación procesal y la
calificación del delito, lo cual podría ocurrir pasados
los diez días que establece el código. Recién entonces,
si su determinación coincide con la posición del fiscal
Miguel Angel Osorio y de la denunciante Oficina Anticorrupción,
la ex secretaria de Recursos Naturales irá presa.
El caso se inició cuando Osorio impulsó la acción
penal a partir de la denuncia presentada por la OA, en febrero de 2000,
y acusó a Alsogaray de asociación ilícita. La oficina
dirigida por José Massoni siguió la misma línea y
aportó elementos. En diciembre de 2000 amplió la denuncia
con otros casos y hace poco menos de un mes el fiscal reiteró por
tercera vez su pedido de indagatoria, ahora también por presunta
defraudación a la administración pública. Los investigadores
estarían terminando un peritaje cuyo valor es determinante.
La ex funcionaria preferida de Carlos Menem pagó dos millones de
dólares por refaccionar un piso de una oficina céntrica
y construir un entrepiso. Esa cifra incluiría sobreprecios y la
ex secretaria habría firmado varios contratos separados para evitar
llamar a licitación y así adjudicar las obras en forma directa
a distintas empresas y profesionales, con algunos de los cuales mantenía
relación personal. Los trabajos cuestionados se hicieron en 1995
para acondicionar las nuevas oficinas del cuerpo de asesores del Programa
de Desarrollo Institucional Ambiental (PRODIA). El caso fue revelado el
3 de enero de 2000 en Página/12.
La banda liderada por Alsogaray estaría integrada por su ex subsecretaria
de Coordinación, Mabel Behal, el marido de ésta y ex coordinador
de créditos internacionales Oscar Banchio, el ex delegado en Parques
Nacionales, Santiago Bignoli y su padre, Arturo Bignoli, y habría
actuado como una organización que adjudicaba obras en forma irregular,
pagaba sobreprecios, designaba funcionarios violando la ley y hacía
donaciones ilegales, como una de automóviles que recibió
una fundación de la diputada peronista Norma Godoy.
El director de Investigaciones de la OA, Manuel Garrido, había
asegurado que la intención de la maniobra fue beneficiar
a los directores del proyecto Arturo y Santiago Bignoli, quienes
más que ingenieros reconocidos eran conocidos
de la ingeniera. Arturo Bignoli intervino en la refacción
del petit hotel de Alsogaray, mientras que Santiago Bignoli cumplía
funciones en Parques Nacionales. Ambos están imputados. Esforzando
nuestra imaginación quizá podríamos pensar, por ejemplo,
en la reparación del edificio La Pedrera en Barcelona, que podría
requerir de un artista seguidor de la arquitectura creativa de Gaudí,
ironizó el funcionario. Y concluyó que la ingeniera
Alsogaray utilizó una cláusula prevista para contratar a
Le Corbusier, pero se ha contratado a Santiago y Arturo Bignoli.
La contratación directa por cuestiones atinentes a conocimientos
científicos, técnicos o artísticos (intuitu
personae), está reservada para las obras que impliquen una
complejidad o especificidad que no habrían tenido las oficinas
del PRODIA.
En su descargo, la ex funcionaria había comparado su caso con el
de Alfred Dreyfus, condenado por una corte marcial en 1894. Garrido le
respondió que no los alentaba el antisemitismo ni otro criterio
discriminatorio, y que no aspiran a que se confine a los imputados
enalguna oscura mazmorra de la Isla del Diablo. Tan sólo, si correspondiere,
en las cárceles sanas y limpias que manda la Constitución.
Indignación
por Alderete
Los que seguimos de cerca la evolución de PAMI sabemos
cómo se dilapidaron los dineros públicos y cómo
empeoraron los servicios que se ofrecían a los afiliados,
dijo ayer el diputado socialista Héctor Polino, al lamentar
la excarcelación del ex titular de la obra social de los
jubilados, Víctor Alderete, dictada el martes por la Cámara
Federal porteña. Más allá de la valoración
de carácter jurídico queda la sensación de
impunidad, señaló. Por su parte, el titular
de ATE-PAMI, Carlos Kasparián, sostuvo que está seguro
que en cuanto aparezcan las sentencias en relación
a otras causas que lo involucran Alderete volverá a
ser detenido. El dirigente se quejó, además,
por la complicidad de muchos que hoy están en libertad
y que siguen en la institución. A través
de la política se llega a la institución pero después
es muy difícil dejarla, ironizó.
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