Por Eduardo Tagliaferro
Desde la confesión de
Luis Sarlenga en la causa por la venta ilegal de armas se especula con
que otros involucrados sigan sus pasos y revelen aspectos desconocidos
de la maniobra. Emir Yoma se encargó ayer de enviarle señales
a su ex cuñado, preso en Don Torcuato. En un escrito, hizo suyas
las declaraciones del testigo Horacio Calderón para decir que Sarlenga
tenía una excelente relación con el entonces presidente
de la República, doctor Carlos Saúl Menem. La mención
no es inocente y busca poner a Menem en el centro del negocio de las armas
y de paso insinuar que puede apartarse de la estrategia que comparte la
mayoría de los involucrados y tal vez romper el silencio. Emir
también pretende tomar distancia de la investigación de
la denominada ruta del dinero. Los técnicos del Banco
Central encargados del peritaje de los movimientos de la cuenta Daforel
en el MTB Bank de Nueva York se encontraron con que entre enero del 94
y junio del 95 pasaron por ella unos 1500 millones de dólares.
Cifra que lejos de ser razonable los estremeció.
En siete hojas presentadas ante Urso, Emir intenta refutar algunos testimonios
y declaraciones que lo comprometen en el expediente. Tarea sin sentido
teniendo en cuenta que el magistrado lo consideró organizador
de la asociación ilícita y la Cámara Federal
confirmó la opinión del juez. En la presentación
llama la atención que Emir haya reparado en la declaración
de Calderón, cuando éste ni siquiera lo había nombrado
a él. La mención de ese testimonio le permitió a
Emir recordar que el testigo había resaltado la amistad entre Menem
y Sarlenga. La cita no busca despegarlo a Emir de la maniobra ilegal sino
poner el centro en el nexo entre el entonces responsable de Fabricaciones
Militares y el ex jefe de Estado. Desde el mismo momento en que fue detenido,
Emir mostró cuanto lo afectaba estar encarcelado.
Las comunicaciones entre Menem y su ex cuñado fueron constantes.
Sacáme, sacáme de acá, le gritó
a Menem cuando llevaba apenas 24 horas de detención y el ex presidente
lo visitó en el Escuadrón Buenos Aires de la Gendarmería.
Luego estando Menem detenido en la quinta de Armando Gostanian, cuando
se supo que la diputada Elisa Carrió había presentado documentos
que acreditarían la existencia de depósitos en el exterior
a nombre de Emir por una cifra cercana a los 150 millones de dólares,
Menem no dudó y lo llamó por teléfono.
Confirmo mi declaración acerca de que Sarlenga y Menem tenían
una estrecha relación, dijo Calderón a Página/12.
Si no hablé de Emir, es porque nadie me pregunto por él.
Pero mi opinión es que formó parte del estado mayor que
tenía Menem para manejar la corrupción durante los últimos
diez años, se explayó Calderón. Su testimonio
tiene importancia, ya que conoce al ex presidente desde el año
71 y además de ser un experto en temas de Medio Oriente,
ofició de representante de empresas de Defensa.
En su presentación ante Urso, Emir se despegó de los 400
mil pesos depositados en 1994 en la cuenta Daforel, que operaba la financiera
Multicambio. La transferencia ocupó el centro de la escena, cuando
Palleros admitió que el dinero era para un importante empresario
vinculado al poder político. Emir resaltó que la operación
no contenía referencia alguna que permitiera individualizar
a su destinatario, que mi nombre no surge de documento alguno, que ninguna
prueba me vincula con dicha operación, que ninguna persona reclamó
la entrega de ese dinero.
A pesar de los dichos de Emir, los técnicos del Central sospechan
del manejo que Multicambio realizó de la cuenta Daforel. Destacan
que la cuenta fue cerrada con saldo cero en el año 95, cuando
el escándalo de la venta de armas ya era público. Lo sorprendente
para los hombres del Central es que al año siguiente Angela Chidoi
Touzet, apoderada de Daforel, haya solicitado al MTB la reapertura de
la misma cuenta. Luego de que el banco neoyorquino abriera nuevamente
la cuenta 69.393, en ella fueron depositados 405 mil dólares. En
el Banco Central tienen motivos para sospechar que el dinero es el mismo
que fuera girado porFabricaciones Militares por orden de Palleros para
la coima al alto empresario. Aunque no lo explicitaron, los peritos creen
que los 400 mil pesos fueron cobrados y nuevamente depositados en la cuenta
que operaba Multicambio. Es decir que la reapertura de la cuenta tenía
un sólo objetivo: devolver los 400 mil pesos. Sin embargo, financistas
consultados por este diario sostuvieron que la operación no es
sospechosa y que existen casos similares de dinero que no es reclamado
por nadie. Afirman que la obligación de todo cambista es volver
a depositarlo en la cuenta originalmente destinataria hasta que aparezca
quién lo reclame. Lo cierto es que esos 400 mil dólares
fueron embargados por la Justicia.
Los peritos del BCRA no salen de su asombro por el monto de dinero operado
en Multicambio en tan sólo 17 meses. Operadores bursátiles
consultados por este diario afirmaron que la cifra de 1500 millones no
es descabellada para una financiera mediana o grande. Pero aparece como
desmesurada para el movimiento de una sola cuenta en el exterior. No por
nada el monto representa más del 10 por ciento de los servicios
de la deuda externa argentina y es similar al total del presupuesto universitario
que este año fue de 1800 millones de pesos.
Carballo, detenido
Fue detenido ayer el ex viceministro de Defensa Carlos Alberto
Carballo como presunto coautor del contrabando de armas y pólvora
a Croacia, en el marco de la causa que lleva adelante el juez Julio
Speroni. Carballo, que ocupó ese cargo en 1991 durante la
gestión del detenido Antonio Erman González, fue procesado
por orden de la Sala B de la Cámara de Apelaciones en lo
Penal Económico. A su vez, sufrió un embargo por medio
millón de pesos. La Cámara sostuvo que no resulta
lógico suponer que la planificación, la
organización y el principio de ejecución de una operación
de aquellas características (el envío clandestino
de armamento a Croacia) no hubiese sido ni siquiera sospechada por
quien ocupaba el cargo de Subsecretario de Producción para
la Defensa.
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Un tándem explosivo
Nosotras no tenemos absolutamente ninguna cuenta en ningún
lado, declaró ayer Zulemita Menem, tras concurrir a
los tribunales federales acompañada de su madre, Zulema Yoma.
Madre e hija se presentaron ante la fiscalía pero su intención,
en realidad, era entrevistarse con el juez Urso. Ambas aseguraron
al fiscal Carlos Stornelli que no tienen cuentas abiertas en bancos
de Suiza, en referencia a la nota publicada en Clarín que
le atribuye depósitos secretos en la banca de ese país.
La lógica dice que para abrir una cuenta hay que firmar
y nosotros en nuestra vida hemos firmado nada, aseguró
la hija del ex mandatario y desafió a que vengan y
nos muestran los papeles sobre esas fondos bancarios. El juez
Urso investiga el posible enriquecimiento ilícito del ex
presidente por lo que ordenó rastrear el patrimonio de Menem,
de sus hermanos, su ex esposa y su hija, y allegados.
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Di Tella, el confiado
No soy despachante de aduanas, ni agente de transporte,
ni importador ni exportador y mi función como ministro no
me permitió conocer que esos decretos pudieran ser utilizados
para cometer algún supuesto contrabando, sostiene el
escrito que el ex canciller Guido Di Tella presentó ayer
tras ser indagado ante el juez Julio Speroni en la causa por contrabando
de material bélico. El ex canciller, que concurrió
junto a su abogado León Arslanian, sostuvo que los
trámites no fueron clandestinos ni subrepticios, sino públicos
y legales en la medida en que intervinieron una multitud de circunstancias
administrativas de distintos ministerios. A su vez, aseguró
que cuando firmó los decretos lo hizo en la inteligencia
de que estaba conformando un acto regular, y que no
era un acto extraordinario ya que en muchísimas
otras oportunidades durante el gobierno anterior se
autorizaron ventas de armas con tales prácticas.
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