Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


El millonario que huye a caballo
a China, Chechenia o adonde fuera

Medios y funcionarios paquistaníes afirman que el hombre más buscado dejó Afganistán hace unos días. Estas versiones indican que el destino fue la provincia china de Xinjiang.

Una foto de la cadena de televisión de Qatar Al-Jazeera muestra a Osama bin Laden a caballo.

Por Luke Harding y John Gittings
Desde Islamabad y Shanghai

Anoche se decía que Osama bin Laden ya escapó de Afganistán y que se está escondiendo en algún lugar de China. Muchos observadores creen que estas historias sobre el “escape” de Bin Laden pertenecen a una táctica de los talibanes para evitar que se produzca un ataque masivo de Estados Unidos. Sugieren que Bin Laden en realidad todavía está escondido en algún lugar de Afganistán.
Otras fuentes generalmente bien informadas en Pakistán están convencidas de que Bin Laden dejó el país. Nasirullah Khan Babar, ex ministro del Interior que ayudó a crear a los talibanes a mediados de los 90, dijo a este diario: “Se fue hace seis o siete días”. Babar aclaró que Bin Laden se fue voluntariamente. “Osama se dio cuenta de que tenía una responsabilidad. Su decisión fue puramente humana”. Preguntado sobre si Bin Laden está en Pakistán, Babar respondió: “No creo. El tiene varios amigos en otros lados”. A la vez, el ministro de Educación, Amir Khan Muttaqi, reveló: “Osama Bin Laden tiene muchos enemigos. Buscará y elegirá un lugar adecuado para él. No es tan fácil como salir a la calle y subirse a un taxi”.
Se dice que Bin Laden se fue a China vía el oscuro corredor de Wakhan, una muy pequeña franja de tierra, remota y montañosa, dibujada en el mapa por los británicos para separar su imperio del enemigo ruso. El corredor, apretado entre Pakistán al sur y Tajikistán al norte, atraviesa las montañas del Pamir antes de terminar en la inmanejable provincia china de Xinjiang. El camino dentro del corredor pasa por la pequeña ciudad de Panja. Después, la ruta se hace accesible sólo a pie o a caballo. Según fuentes en la frontera chino-afgana, Bin Laden cruzó China el jueves al mediodía, y luego desapareció. Los rumores sobre su partida llegan un día después de que el consejo islámico de los talibanes dijera que Bin Laden sería aconsejado de dejar el país. El matutino paquistaní Jang, en idioma urdú y de circulación masiva, sugirió que Bin Laden atravesaría “un pasaje seguro” por las repúblicas asiáticas centrales de la ex Unión Soviética con destino a Chechenia o Daguestán. Otras fuentes citadas por el diario paquistaní The News dicen que Bin Laden se fue de Afganistán el lunes.
No hay demasiado acuerdo acerca de adónde puede encontrar refugio el millonario saudita: las posibilidades incluyen la región remota y montañosa de Chechenia, en el Cáucaso, y enclaves tribales en Pakistán. También se menciona Líbano, Somalía, Yemen e Irak. De lo que no parece haber dudas es de que si Bin Laden se fue de Afganistán, lo hizo con un pequeño grupo de leales guardaespaldas. Una fuente afgana dijo anoche que el jeque –Bin Laden– gozaba de buena salud y que está rodeado de sus “jóvenes árabes”, que prometieron sacrificar sus vidas en su defensa. “Estos árabes educados y comprometidos saben sobre biología, química y ciencias nucleares, y están listos para utilizar su conocimiento para defender a los musulmanes en todo el mundo”.
Dentro de Afganistán, funcionarios talibanes dicen que Bin Laden ha estado inubicable en los últimos dos días y que incluso el liderazgo talibán no sabe nada sobre su paradero. “Hemos dicho que Osama puede irse voluntariamente. Por lo que no sé exactamente si se fue o no de Afganistán”, dijo ayer Mawlawi Ahmad Jan, ministro de Industria talibán. La provincia de Xinjiang, al noroeste de China, donde se supone que estaría Bin Laden, es la provincia musulmana más grande de China. Sería muy problemático para Pekín si Bin Laden se las arregló para entrar allí, donde China insiste en afirmar la amenaza terrorista que significan sus propios separatistas musulmanes.

 


 

OFERTA DE LA MILICIA ANTITALIBAN A OCCIDENTE
“Seremos la infantería de EE.UU.”

Por Ian Traynor
Desde Dushanbe, Tajikistán

El ofrecimiento de las guerrillas antitalibanas fue claro: dijeron que podrían lanzar una ofensiva y actuar como fuerzas de tierra de los norteamericanos, en el caso de que Estados Unidos prefiera una campaña con bombardeos aéreos contra los talibanes y las fuerzas leales a Osama bin Laden. Pero los principales oficiales de la Alianza del Norte, la coalición de guerreros antitalibanes que domina un 10 por ciento de Afganistán, se quejaron de que los norteamericanos no los consultaron acerca de sus planes para bombardear el país, para crear un gobierno alternativo, o para ayudar a la oposición.
“Si Estados Unidos coordina los ataques con nosotros, los resultados serán muy buenos”, dijo un asesor clave del líder de la Alianza del Norte, Ahmad Shah Massud. El líder fue asesinado diez días atrás por dos árabes que posaban como periodistas de televisión. “Nosotros estamos en la frontera”, dijo. “Los soldados norteamericanos no quieren venir a Afganistán. Pero nosotros ya estamos aquí. Podemos atacar muy rápidamente.” Afirmando que es capaz de ponerse al frente de una guerrilla de 45.000 hombres, este militar pidió una ofensiva aérea norteamericana, pero fue muy cauto cuando le preguntaron si las tropas de tierra serían bienvenidas. “Un ataque de Estados Unidos puede ayudarnos. Significaría que nosotros tendríamos a nuestro favor aviones y misiles. Nosotros estamos listos. Sería el fin de los talibanes si Estados Unidos ataca.”
La Alianza del Norte controla menos que el 10 por ciento de Afganistán, y sus fuerzas están concentradas en el valle de Panshir, al noreste de Kabul. Su liderazgo político tiene sus bases en Faizabad, aún más al noreste, y sus guerrillas dominan otros tres extensos bolsones de territorio afgano. Las líneas del frente de la Alianza del Norte llegan a Bagram, a 90 kilómetros al norte de Kabul, sede de una base aérea construida por los soviéticos y hoy en desuso. A pesar de especulaciones de que las unidades norteamericanas podrían usar la base de Bagram, los guerrilleros de la Alianza del Norte dijeron que era demasiado riesgoso, ya que los talibanes estaban a unos 500 metros de la base, ubicados en posiciones que dominan desde arriba la región. No obstante, la oposición cree que puede atacar Kabul a través de la llanura de Shomali, al norte de la capital, si es apoyada por la Fuerza Aérea norteamericana. Su conocimiento íntimo del territorio y del enemigo también debería ser, en opinión de la Alianza, invaluable para los norteamericanos.
No hay ningún signo visible de actividad diplomática norteamericana en Dushanbe o Tashkent, capitales de las dos repúblicas ex soviéticas de Asia Central, Tajikistán y Uzbekistán, desde donde el Ejército Rojo lanzó en 1979 su desastrosa ocupación de Afganistán que duró 10 años. El movimiento de oposición, derrotado por los talibanes a mediados de los ‘90 y expulsado de Kabul en 1996, tiene un gobierno en el exilio con base, al menos en parte, en Tajikistán. Este gobierno fue reconocido por la mayoría del mundo como el gobierno afgano legítimo, respaldado por las grandes potencias regionales, Rusia, Irán e India.
Los guerrilleros de la Alianza, sin embargo, recibieron un golpe muy duro con el asesinato del legendario Massud, que murió por dos heridas de metralla cuando una cámara de televisión llena de explosivos estalló el 9 de septiembre. El comandante estaba siendo “entrevistado” por dos árabes con pasaportes belgas que posaban como periodistas.
El asistente de Massud admitió que las noticias del asesinato habían sido retenidas para evitar desmoralizar a los guerrilleros. “Está siendo difícil. Nuestro liderazgo es nuevo. Era una muy mala noticia para los que estaban en el frente. No le dijimos a la gente”. Un funcionario del gobierno en el exilio dijo que la Alianza del Norte estaba planeando reunir un “gran consejo” para ponerse de acuerdo sobre el nuevo liderazgomilitar, pero aún falta para eso. “Massud era único. Pero su muerte no ha detenido nuestra capacidad militar”.
Si la Alianza del Norte ha sentido el golpe de la pérdida de su líder militar más preciado, también su moral fue realzada por la súbita atención mundial que se ha prestado a Bin Laden en los días que siguieron a los atentados de Nueva York y Washington. Zarif, un tajiko étnico del Valle de Panshir, culpó a los servicios militares y de inteligencia paquistaníes por la guerra civil en su país, así como a Bin Laden y a otros factores externos. “Los talibanes no son el problema. A ellos los conocemos. Podemos hablar con ellos. El problema son los árabes y los paquistaníes en nuestro país. Defenderemos a Afganistán contra todos los extranjeros”.
El funcionario del gobierno se felicitó por la nueva atención mundial de la que estaba gozando su país, y aconsejó a los norteamericanos que bombardearan dos o tres rutas clave. Un bombardeo tendría el efecto, anticipó, de “paralizar” a los talibanes a causa del paisaje montañoso e impenetrable de la mayoría del país. “Los afganos estamos contentos de volver a ocupar un primer lugar en la agenda internacional, aunque sea por razones negativas”, dijo. “Hemos sido fortalecidos indirectamente. Esto creó una conciencia internacional de Afganistán y de los terroristas”.

* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

 

PRINCIPAL