Por Hilda Cabrera
La idea de darle vida escénica
a un hombre que se metamorfosea en cerdo (o bien a un cerdo que, puesto
a reflexionar, puede parecer un hombre) resultó según
cuenta el director montevideano Alberto Rivero de una sugerencia
hecha por un colega para que fuera él quien se encargara de esos
papeles. Pero este artista, también autor y poeta, escenógrafo
y compositor, no se atrevió. De todas formas no desechó
totalmente la propuesta. La ocasión de concretar el trabajo llegó
tiempo después, cuando, luego de mostrar ese material al grupo
Trenes y Lunas, que integra, halló en el fundador de esa compañía
al actor capaz de afrontar el rol. El intérprete es Iván
Solarich, destacada figura del teatro uruguayo. La obra lleva por título
El cerdo y resume a modo de monólogo una historia de metamorfosis
que ha sido extraída de la novela Strategie pour deux jambons,
del francés Raymond Cousse. Premiado con el Florencio Sánchez
en su país (en el rubro Revelación) por su puesta de Hamlet?,
e invitado a presentar El cerdo en el marco del Festival (hoy y el martes
25 a las 20.30, y mañana a las 17.30 y 20.30, en el Teatro San
Martín), Rivero adelanta en entrevista con Página/12
detalles de un trabajo que incursiona en temas tales como el crecimiento
(que aquí es engorde) y la muerte. Lo complejo de esta parábola
no es el texto, que es sencillo, sino la comparación entre el animal
y el hombre, dice el director.
¿Cuáles serían en esta obra los puntos en común?
Lo que relaciona a este cerdo con lo humano es el encierro y su
engorde (o crecimiento), que sólo le sirve para terminar en el
matadero. En la obra, el cerdo reflexiona sobre su condición. Tiene
conciencia de que cuánto más engorde, mayor será
su legado. El beneficio, claro, es de los consumidores.
¿Es un texto político?
Yo diría existencial, porque se hacen alusiones a temas vinculados
al cristianismo y a formas de vida dentro del sistema capitalista. Para
este hombre-cerdo la comida es su capital. Pero sí, la obra tiene
una impronta ideológica.
¿Cómo resolvió el tema del encierro en la puesta?
El actor se encuentra dentro de un cubo de acrílico. Antes
que Iván (Solarich), el actor español Juan Echanove hizo
este mismo papel en su país. Fue en 1993. El autor de la novela
sobre la cual se inspira, Raymond Cousse, murió joven, en 1992,
dejando en este relato la impronta de los años 70. Me refiero a
la manera en que plantea sus reflexiones. No lo hace a la velocidad de
hoy, por ejemplo. Se toma su tiempo y es sobre todo mucho más profundo.
¿Qué técnicas y estilos influyeron en este
trabajo?
Lo que el espectador va a encontrar es una obra de búsqueda
personal y una impronta tomada del poeta, actor y director francés
Antonin Artaud, en el sentido de que la palabra no está dicha porque
sí. La obra plantea no sólo un problema técnico el
de trabajar en un espacio que mide dos metros cuadrados, y además
está cerrado con paredes de acrílico, sino también
las dificultades de un hombre para relacionarse consigo mismo en ese espacio,
cuál es el grado de libertad que tiene, y, en cuanto a nosotros,
cómo lograr transmitir a la platea la idea de encierro. Para eso,
tenemos que evitar atarnos a una formulación estética a
priori e intentar que aquello que aparece en escena sea verdad para el
público.
¿Qué importancia tiene para usted el encierro?
El hombre-cerdo de la obra vive en su pocilga y no quiere salir.
Antes del estreno, durante los ensayos, tenía la sensación
de que los seres humanos pasamos por la vida metidos en un chiquero de
cristal. Vemos lo que sucede afuera, pero no queremos salir. Tampoco permitimos
que otro ingrese a esa casa nuestra. Esta obra propone cosas con las que
yo personalmente puedo no estar de acuerdo, pero creo que nos facilita
eldiálogo sobre los porqués de las imposiciones que uno
mismo se hace para vivir apartado.
¿Qué opina del teatro uruguayo actual?
En el plano oficial, el teatro, y la cultura en general, sólo
interesa para adornar los discursos, porque en la práctica el hecho
artístico no está comprendido. Afortunadamente, desde hace
seis años hay gente que está creando cosas interesantes
dentro del teatro. Se ha empezado a entender el hecho teatral de manera
diferente, solicitando, por ejemplo, la asistencia del espectador al actor.
Esto significa pedir al espectador que actúe su rol, que se asuma
como espectador y no esté ahí en la platea, dispuesto solamente
a ver algo. Los que hacemos teatro estamos obligados a tener la cabeza
joven, no en el sentido de edad sino de vivencia frente a este tiempo,
que es muy visual y tiene un ritmo muy diferente al de años atrás.
Ese ritmo se resuelve a veces mediante la incorporación de
otras disciplinas...
Sí, porque el teatro, en términos generales, no encontró
una formulación propia que lo supere, como pasó con la música,
por ejemplo.
¿Cuáles serían esas formulaciones?
Mis referentes en la Argentina son Ricardo Bartís, Eduardo
Pavlovsky y El Periférico de Objetos. Cuando uno ve una pintura
de Vincent Van Gogh, siente que está viendo a su creador, y esto
me ocurre con el teatro de estos artistas argentinos. Ellos firman sus
espectáculos, opinan a través de éstos, saben decir
quiero contar esto.
Capítulo
XV, hoy gratis
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Actividades y espectáculos para hoy. Para las obras nacionales,
retirar las entradas una hora antes de la función.
- 10.30 a 13.00: Encuentro Teatro y Estado. Espacio de diálogo.
Organizan Getea, la Facultad de Filosofía de la UBA y Fundación
SOMI. En el Teatro del Pueblo, Diagonal Norte 943. Entrada gratuita.
- 15.00: South, Wall & After y Cenizas de tango (Danza). En Teatro
de la Ribera, Av. Pedro de Mendoza 1821. Gratis.
- 17.00: Museo de objetos de hace mucho. Espectáculo de teatro
y música para adolescentes. En Plaza Defensa, Defensa 535.
Gratis.
- Guernica. Por el Grupo La Resaca, de Córdoba. Teatro Sarmiento,
Av. Sarmiento 2715.
- 17.30: Recuentos (Cuentos y títeres). Para niños mayores
de 3 años. En el C.C. Lino Spilimbergo, Roque Pérez
3545 (Saavedra). Gratis.
- 19.00: La Boxe. Por el Muererío Teatro. En La Fábrica,
Querandíes 4290. Gratis.
- De cómo el señor Mockimpott... Dirección de
Roberto Castro. En el C.C. San Martín, Sarmiento 1551. Gratis.
- 20.00: Capítulo XV (Teatro para toda edad). En Adán
Buenosayres. Av. Asamblea 1200 (Parque Chacabuco). Gratis.
- María Gabriela Epumer (Música pop). En Plaza Defensa,
Defensa 535. Gratis.
- El cerdo. Por la Compañía Trenes y Lunas (Uruguay).
Dirección de Alberto Rivero. En la Sala Cunill Cabanellas del
Teatro San Martín, Corrientes 1530.
- 20.30:La Biblioteca de Babel. Dirección de Rubén Szuchmacher.
En la Biblioteca Miguel Cané, Carlos Calvo 4319. Gratis.
- Drácula (The music and film). Por Philip Glass Ensemble (Estados
Unidos). En el Teatro Colón, Libertad 621.
- 21.00: Iets op Bach (Danza). Por Les Ballets C. de la B., dirigido
por Alain Platel (Bélgica). En la Sala Martín Coronado
del San Martín, Corrientes 1530.
- Noches brasileñas. Programación con músicos
brasileños y argentinos. (Brasil). En el Teatro Regio, Av.
Córdoba 6056.
- 21.30: Les menus plaisirs. Por la Compañía Ilotopie
(Francia). C.C. Recoleta, Junín 1930.
- 23.00: Disco (genética en movimiento). Dirección de
José María Muscari. En C.C. Adán Buenosayres,
Av. Asamblea 1200. Para mayores de 16 años. Gratis. |
�La
historia de la oca�, que su dueño maltrataba
Por H. C.
En esta fábula que cuenta
el debate interno de un joven campesino maltratado, la compañía
canadiense Les Deux Mondes, con sede en Montreal, recurre sistemáticamente
a imágenes que traducen conceptos opuestos, incluida la del vuelo
como liberación de un entorno oprimente. La historia del campesino
Maurice y su oca Teeka es narrada por el mismo personaje en su fase adulta,
de modo fantasioso, otorgándole voz y reflexión al ave.
Los opuestos sobre los que trabaja esta compañía fundada
en 1973, tales como jóvenes y viejos, ricos y pobres y muchos más
(de ahí su nombre: Los dos mundos), están aquí referidos
básicamente a una situación de sojuzgamiento, con Maurice
como víctima. Lo manifiesta a través de la inquietud que
le provoca la presencia de gente que tiene autoridad sobre él (acaso
sus patrones o sus padres) y lo evidencian las marcas de latigazos en
su espalda. La historia de la oca (de 1991) es tan explícita como
imaginativa. Maurice dialoga con el ave amistosamente, pero se contradice
cuando, compulsivamente, le arranca plumas. Una forma de relacionarse
que enlaza con el deseo de victimizar y dar muerte, incluso a quien se
quiere preservar de todos los males.
El elenco canadiense escenifica esa contradicción a través
de un texto sencillo dicho en castellano, puesto que el grupo está
preparado para llevar su trabajo por el mundo en diferentes idiomas. El
decorado es atractivo y transformable: es casa, granero, establo y selva,
donde Maurice juega a ser Tarzán. El espectáculo cuenta
con una original partitura de Michel Robidoux, que se complementa con
los sonidos que uno de los actores arranca de las placas de metal que
cubren las paredes de la casa. Destinada a despertar la conciencia de
los espectadores (sean éstos niños o adultos, puesto que
la obra es para toda edad) respecto del maltrato y sus consecuencias,
la obra se construye a partir de un narrador (Maurice adulto), cuya función
es informar y dirigir el desarrollo de la acción, y de escenas
que se contraponen visualmente, conformando una serie de cuadros
animados, una característica de los trabajos elaborados con
un fin didáctico.
En este aspecto, Les Deux Mondes recurre a elementos utilizados de modo
más contundente en épocas anteriores. Entre otros los de
animación teatral de las décadas del 60 y 70
realizados en apoyo de acciones de interés social, como las marchas
por la paz. A semejanza de aquellos montajes que confrontaban dialécticamente
fantasía y crítica, La historia... se inspira en cuentos
infantiles tradicionales. En este caso, los de Perrault. La diferencia
entre aquellos trabajos y el que trajo Les Deux Mondes no reside tanto
en la propuesta estética que en La historia... es de corte
setentista, sino en la receptividad del entorno. En sociedades en
las que la estrategia pacifista (como forma de resistencia y conquista)
está quebrada, obras como ésta pueden resultar ingenuas.
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