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Por José
Natanson
 El 41,1 por ciento considera
negativo que la Argentina haya votado a favor de resucitar el TIAR. Sólo
un 8,3 por ciento cree que la colaboración debería consistir
en el envío de tropas, y la mayoría preferiría un
tipo de participación pacífica. Por otro lado, la idea de
que el nuevo escenario internacional impactará negativamente en
el país va en aumento: el porcentaje de los que aseguran que la
Argentina se perjudicaría creció respecto de la semana anterior
–hoy trepa al 76,6 por ciento– y los que opinan que se beneficiará
disminuyeron del 14,3 a sólo el 3,7 por ciento.
Los datos son las claves de una encuesta de Ibope OPSM, la consultora
que dirige Enrique Zuleta Puceiro. Se sondearon 450 casos en todo el país.
El error es del 2,4 por ciento y el sondeo se terminó de procesar
el viernes, lo que permite comparar los resultados con uno similar de
la semana pasada.
La conclusión más evidente es que la mayoría de la
población se opone a la participación bélica de la
Argentina en la coalición multinacional que prepara Estados Unidos.
Cuando se les preguntó cómo debía concretarse, la
mayoría optó por algún tipo de asistencia pacífica:
un 26,3 cree que debería “apoyar incondicionalmente la lucha
contra el terrorismo pero enviando sólo fuerzas de paz”, un
18 que debería “proponer una acción de paz encabezada
por la ONU”, y un 15,3 que debería adherir a la fuerza antiterrorista
pero “sin enviar fuerzas”. Un 18,8 opinó que lo mejor
sería mantenerse neutral y un 10,4 que el Gobierno tendría
que “oponerse a cualquier represalia que pueda llevar a una escalada
de violencia mundial”. Un porcentaje mínimo –8,8–
apoya la opción de enviar tropas.
Los porcentajes son coherentes con la opinión sobre la decisión
del gobierno argentino de votar en la OEA a favor de la convocatoria al
Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). Un 31,3
la considera “mala” y un 9,8 “muy mala”, un 26,4 “regular”
y un 19,3 “buena”. Sólo el 6,2 optó por el “muy
bien”.
Zuleta Puceiro también indagó las proyecciones que hace
la gente del futuro del país luego de los atentados. En la primera
se preguntó cómo será el futuro de la Argentina:
para la mayoría –52,8 por ciento– será peor o
mucho peor, para el 20,3 será igual y sólo el 15,4 dijo
que será mejor. En la segunda se preguntó cómo afectarán
los atentados la situación del país: un 76,6 –dos puntos
más que la semana anterior– opinó que la perjudicará.
La semana pasada los que opinaron que podría beneficiarla fueron
el 14,3, pero esta vez la perspectiva es aún más negativa,
ya el porcentaje se redujo a sólo el 3,7.
El alineamiento de la Casa Rosada con la ofensiva militar en marcha puede
traer todo tipo de consecuencias, sobre todo teniendo en cuenta el recuerdo
dramático de los atentados a la embajada de Israel o la AMIA. Ibope
presentó diferentes opciones. La mayoría –74,7–
cree que la Argentina tiene “muchas” o “algunas” posibilidades
de “sufrir un nuevo atentado en su territorio”.
Vinculada a esta cuestión hay dos preguntas finales. La primera
es sencilla: ¿hubiera apoyado en su momento represalias bélicas
contra los grupos o países autores de los atentados contra la embajada
de Israel o la AMIA?: un 75,7 por ciento respondió que no y sólo
un 22,1 que sí. A continuación se agregó otra pregunta,
donde queda claro el difuso sentimiento antinorteamericano que –junto
a la condena a los atentados– sobrevoló todas las respuestas.
Cuando se pregunta si apoyaría hoy una represalia si se comprueba
que los que atentaron contra la embajada y la AMIA son los mismos que
atacaron en los Estados Unidos, el porcentaje de gente que desaprueba
la opción crece al 83,6 y el que la apoya se reduce al 14,7.
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