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EL PORTEÑO MULTADO POR LAS INFRACCIONES DE LA POLICIA SANTAFESINA
Todos los caminos conducen a Sanford

La patente caducó, pero a su ex dueño le llueven multas. Todas son de infracciones cometidas por un auto policial de dos pequeñas localidades de Santa Fe.

La familia Rodríguez junto a
la camioneta ya vendida y que alguna vez tuvo la chapa ahora caduca.

Por Carlos Rodríguez

Todos los caminos conducen a Sanford, podría deducirse de la cantidad de multas por exceso de velocidad, cuyo pago les es reclamado desde 1999 a dos automovilistas de la Capital Federal que afirman no haber transitado nunca por las rutas de esa localidad de 2500 habitantes ubicada en el sur de Santa Fe. El aspecto más flagrante de la incomprensible situación está dado por el hecho, coincidente, de que el número de patente, el color y la marca del vehículo señalado por el sistema de multas fotográficas nunca coinciden con los rodados de los que fueron propietarios los supuestos infractores. El caso más grotesco es el de Eduardo Aníbal Rodríguez, quien recibió cinco notificaciones –tres de Sanford y dos de Ricardone, otra localidad santafesina– con el agravante de que en todos los casos se sanciona a un vehículo que tiene una patente que había sido dada de baja en el año 1996. Y, por si fuera poco, al lado de la patente trucha aparece en la foto un emblema que correspondería a la Policía provincial.
El vehículo infractor que aparece en la foto, una Trafic, es de color negro, mientras que la Trafic Renault que tuvo alguna vez Rodríguez es blanca. En las fotos que acompañan a las multas se aprecia un escudo que dice “Policía” y una leyenda que señala: “Sección 253”. La Trafic que circulaba sucesivamente a 78, 98 y 100 kilómetros por hora por el Boulevar España al 600, de Sanford, por donde la velocidad máxima establecida es de 40 kilómetros, tiene la misma y coincidente chapa: C-1465291. Las tres primeras notificaciones que recibió Rodríguez se sucedieron entre el 10 de mayo y el 12 de octubre de 1999, cuando esa patente había caducado. Las otras dos multas, de Ricardone, son de julio de 1999 y marzo de 2000.
En dos cartas enviadas al juez de Faltas de Sanford, José María Larrea, el supuesto infractor Rodríguez le hizo saber que esa chapa fue dada de baja el 4 de octubre de 1996. Desde ese día, la Trafic blanca tuvo como identificación la nueva chapa alfanumérica TJJ-316, que reemplazó a la vieja patente negra con letras blancas C-1465291, que siguió exhibiendo -al menos en 1999 y en el 2000– el vehículo puesto ahora supuestamente al servicio de la policía provincial.
Rodríguez confirmó que vendió la Trafic el 28 de mayo de 1999 y acreditó sus dichos con los documentos de compra-venta. La primera multa es anterior, del 10 de mayo, pero ya en esa fecha se había cambiado la patente. La Trafic era blanca –sigue siéndolo–, y la otra es negra.
Desde el 4 de junio de 1999, la camioneta fue transferida a Omar Edgardo Alonso, su actual propietario, quien vive en Billinghurst, partido de San Martín, y que nunca pasó por Sanford ni por Ricardone. El multimultado, que trabaja en el Banco Central, se mostró sorprendido no sólo por las multas sino también “por el hecho de que pueda seguir circulando un vehículo con esa vieja chapa”, cuyo uso quedó prohibido en setiembre de 1997. Al que la usare, dice la norma, se le debe aplicar una multa de 15 pesos por trimestre. Por suerte para Rodríguez, esa falta no se la han achacado a él, todavía.
El comisario Miguel Belletti, del departamento Relaciones Policiales de la policía santafesina, se mostró sorprendido y negó la existencia de “ninguna dependencia cuya denominación sea ‘sección 253’”, como se cita en el vehículo fantasma. Lo único que recordó es la existencia de una normativa, el artículo 230 del Código Procesal de la provincia, que establece el traspaso a la policía de coches robados que han sido recuperados y que sus propietarios ya no los reclaman. “Ha sucedido que estos vehículos cometan infracciones que son adjudicadas a otras personas y por eso desde hace un tiempo se han fijado normas muy precisas para evitar tales situaciones”, admitió Belletti. Dijo no tener información del caso de marras y se comprometió a realizar averiguaciones. La Trafic blanca que fue de Rodríguez nunca fue robada. Sólo usan su vieja chapa.
En las cartas que envió a los jueces de Faltas José María Larrea, de Sanford, y Roberto Navarro, de Ricardone, el supuesto infractor Rodríguez hizo un listado de seis diferencias entre las dos Trafic: la que era suyatiene escalera en la parte trasera y la otra no; una no tiene inscripciones visibles y la otra sí, el escudo policial; una es blanca y la otra negra; una tiene paragolpe trasero rebatible con cuarta de remolque y la otra paragolpe trasero estándar, con protector de luces reglamentarias; una tiene ventana trasera sin barrotes y la otra con barrotes, y una tiene una puerta corrediza vidriada en el lateral derecho, mientras que la otra es totalmente distinta.
A pesar de todas las aclaraciones, Rodríguez fue emplazado a pagar por un estudio jurídico, el de la doctora Dolly Albergoli, de Rosario, a quien pasó la causa por la mora existente. Algo similar está ocurriendo con las multas de Ricardone. Todo debe sumar ya una cifra cercana a los 1000 pesos por infracciones nunca cometidas, más los intereses.
También le pasó a Sergio Monteleone: recibió una multa de la misma comuna de Sanford. Monteleone tiene un Renault 11 color gris, chapa VWR512, mientras que en la mula fotográfica aparece un Renault 12 negro, que curiosamente tiene la misma chapa. Sanford es la nueva Roma.

 

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