Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


Lobo y Cañas los doblaron y Argentina ya es Mundial

Memorable triunfo del doble argentino ante los bielorrusos Mirnyi y Voltchkov por la Copa Davis tras cinco sets y casi cinco horas: 6-7, 7-6, 7-6, 4-6 y 6-4.

El festejo descontrolado del equipo argentino: un 3-0 inalcanzable.
Hoy se juegan los singles faltantes:
Gaudio-Volchkov y Squillari-Mirnyi.

Argentina recuperó su lugar en el Grupo Mundial de la Copa Davis al obtener una ventaja indescontable de 3-0 ante Bielorrusia, gracias a la victoria de la pareja Luis Lobo y Guillermo Cañas sobre Max Mirnyi y Valdimir Voltchkov. Luego de perder ante Dinamarca en 1992, Argentina nunca más había podido retornar a la máxima división, aunque había dispuesto de varias chances para conseguir el ascenso. Por eso, una vez consumada la victoria, Cañas y Lobo se arrojaron sobre el court para concretar el merecido festejo, y el resto del equipo no tardó en sepultarlos en medio de abrazos y llantos de alegría.
En un encuentro muy parejo en todo su desarrollo, Lobo y Cañas recién pudieron marcar su superioridad en el final para quedarse con un triunfo muy apretado por 6-7, 7-6, 7-6, 4-6, 6-4, en casi cinco horas de juego. De arranque, el ritmo lo habían impuesto los visitantes, que en base a servicios poderosos y a voleas ganadoras, se adueñaron del trámite, sin dejarle chances a los argentinos. Lobo y Cañas arrancaron con imprecisión y malas devoluciones ante los potentes saques de la pareja visitante, que se alzó con el primer juego por 7-6.
El segundo juego fue un calco del primero, pero con los términos invertidos. Ahora los que fallaron en varios saques y en las devoluciones fueron los bielorrusos ante las permanentes subidas a la red de los argentinos, que se impusieron 7-6. El tercer y cuarto set fueron los más extensos y emotivos, por el resultado cambiante y por el despliegue y variedad de recursos técnicos que mostraron los cuatro jugadores. Lobo y Cañas llegaron a estar 1-4 en el tercer juego, pero en una extraordinaria reacción remontaron el marcador adverso y ganaron 7-6. Sin embargo, en el cuarto decayeron en la concentración y mostraron imprecisiones en las devoluciones de servicio. Mirnyi y Voltchkov supieron aprovechar sus ocasiones, no se entregaron nunca y consiguieron igualar el marcador para forzar un quinto y decisivo set, que en principio los mostraba mejor parados.
Pero con una tarea sensacional de Cañas en el último parcial, la dupla argentina soportó varias situaciones adversas, pero siempre consiguió mantener su servicio. Y cuando se le presentó la oportunidad sobre el saque de Voltchkov, no la dilapidó. Así se consiguió un triunfo heroico, sobre todo por la molestia lumbar que padecía Lobo y que lo obligaba a ser atendido en cada cambio de lado. Atrás quedaron las frustraciones ante Dinamarca en 1992, ante Hungría en 1993, ante México en 1996 y ante Eslovaquia en 1998, chances propicias para ascender despilfarradas. Por eso el festejo final y las lágrimas de Lobo.

 

PRINCIPAL