Durante
la última semana, por debajo del radar de los medios de comunicación
masivos, una vasta red de activismo pacifista empezó a fortalecerse
a lo largo de Estados Unidos ante la certeza de las represalias militares.
El website que reúne a las organizaciones (www.peacefuljustice.cjb.net)
hace una lista de contactos en más de 150 universidades.
Los líderes están planeando marchar hacia Washington el
próximo fin de semana, y organizar allí una gran manifestación.
Después de todo, las marchas ya estaban planeadas, porque era las
fechas de las reuniones del FMI y del Banco Mundial que fueron canceladas
por los acontecimientos. Para esa fecha, se temían en la capital
norteamericana violencias semejantes a las conocidas en Seattle o Génova.
El crecimiento de las organizaciones pacifistas ha sido notable, y en
ellas hay ahora una nueva oposición al presidente George W. Bush,
un rol al que los demócratas en el Congreso parecen haber renunciado
detrás del frente común del horizonte de guerra.
Muchas de las escenas que se ven en los campus norteamericanos parecen
una remake de un film de los 60s, con manifestantes anti Vietnam. Se reprodujeron
en cientos de ciudades, con pocas variantes. En las protestas abundan
los cortes de pelo rebeldes, abunda el pantalón acampanado, no
faltan, siquiera, los kaftanes. Con el ejército profesionalizado,
los estudiantes no temen, por ahora, que los obliguen a alistarse y los
arrastren a la fuerza a la guerra. El movimiento actual es entonces más
político y menos de defensa de vidas individuales que se sienten
amenazadas.
Dos
opiniones por la paz
Por
Richard Rorty*.
Militarización
No se sabe cuál es el golpe que dará Estados Unidos
en respuesta a los atentados, pero lo único seguro es que
está a punto de militarizarse más aún de lo
que lo hizo hasta ahora. Eso que el presidente Eisenhower bautizó
como el complejo militar industrial será todavía
más poderoso. Cada vez que Estados Unidos estuvo en guerra,
los derechos civiles, los derechos de los ciudadanos frente al Estado,
se redujeron y peligraron. En la Primera Guerra Mundial encarcelamos
a dirigentes sindicales socialistas como Eugen Debs, en la Segunda
internamos a los norteamericanos de origen japonés en campos
de concentración, con el visto bueno de la Corte Suprema.
La doctrina de la Seguridad Nacional es un arma muy
poderosa en las manos de la burocracia estatal y las agencias federales,
que tienen tan poco respeto por la opinión pública
como por los derechos de los ciudadanos. Por ahora, Estados Unidos,
modelo de democracia constitucional, se parecerá más
a un imperio que a una república.
* Filósofo norteamericano. Extractado de Die Zeit.
DARIO FO*.
Plan de lucha
Digamos no a la guerra de Bush quitando nuestro apoyo económico
a las multinacionales de la muerte. Pongamos nuestros ahorros en
fondos de inversión éticos, abandonemos las aseguradoras
cómplices del sistema de la muerte, no compremos autos de
quien produce minas antipersonales, no compremos zapatillas de quien
esclaviza a los niños, no comamos los alimentos de la química,
abandonemos las marcas de la cultura de la ganancia. En estos años
demostramos con éxito que podemos unirnos como consumidores
al mismo tiempo, boicotear el mercado de la muerte rehusándonos
a entregar nuestro dinero a su molino. Hoy estas opciones no son
sólo justas y convenientes, son también urgentes.
Te pedimos que hagas un gesto ya. La locomotora del capitalismo
salvaje está acelerando rumbo a la guerra y la destrucción
del planeta. El dinero es el único argumento que entienden
los poderosos. Dale una oportunidad a la paz. Ahora. Empezá
vos.
* Dramaturgo italiano, Premio Nobel de Literatura. Extractado del
website personal del autor.
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