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LIENDO Y EL DEPOSITO DE 140.000 DOLARES EN NUEVA YORK
Una acción de oro

El mismo día del depósito de 140.000 dólares en favor de Liendo, Menem y Cavallo firmaron el decreto que cedió a Iberia la acción de oro del Estado que le permitía vetar decisiones de Aerolíneas Argentinas.

Por Horacio Verbitsky

La diputada nacional Alicia Castro aportó nuevos elementos a la investigación sobre la misteriosa transferencia de 140.000 dólares en favor de Horacio Tomás Liendo, registrada el 24 de marzo de 1994. Una semana antes, el 17 de marzo, el ministro de Economía Domingo Cavallo suscribió un acuerdo con Iberia por el que la compañía española pasaría a controlar el 85 por ciento de las acciones de Aerolíneas Argentinas y quedaría en libertad para levantar frecuencias, flexibilizar o despedir al personal e incumplir el plan de inversiones comprometido en el contrato de privatización. Además, el Estado se obligaría a defender ante terceros estados su condición de línea de bandera. El convenio quedó pendiente de un decreto ratificatorio del Poder Ejecutivo. El presidente Carlos Menem y el propio Cavallo lo firmaron el 24 de marzo, el mismo día de la transferencia en favor de Liendo. El acuerdo fue redactado por Liendo, quien era Secretario de Coordinación Legal y Técnica del ministerio de Economía, y también quedó a cargo de su explicación y defensa pública. El juez federal Jorge Ballestero lo declaró perjudicial para el Estado nacional, pese a lo cual no pudo impedir su aplicación.
Los 140.000 dólares fueron transferidos por el First Investment Bank Limited (FIB), de Bahamas, desde su cuenta 00718106 en el banco Coutts&Co International de Miami, a la cuenta 607123729 del Republic National Bank of New York. La orden del FIB al operador del Coutts, Kenneth Moorhead, indicaba: “Beneficiario: Horacio Tomás Liendo”. La documentación no aclara si el padre o el hijo. El FIB era un banco cáscara offshore perteneciente al Banco de Crédito Provincial de La Plata (BCP) del mismo tipo de los descritos en el informe del subcomité de investigaciones del Senado de los Estados Unidos sobre lavado de dinero sucio. En una carta al director de este diario Liendo (h) negó la existencia de la cuenta en el Republic National Bank of New York y de la transferencia a su favor. Liendo (p) guardó silencio.
La información sobre esa transferencia surge del expediente penal por la quiebra del BCP. El juez penal platense Juan Carlos Bruni descubrió que había desaparecido el disco rígido de una computadora. Luego de los procesamientos y órdenes de detención dictados contra los principales responsables de la defraudación el empleado a cargo de las operaciones offshore del BCP, Miguel Alfredo Panelo, entregó a la justicia la copia de ese disco rígido, que tenía en su casa. Allí aparece la transferencia por 140.000 dólares en favor de Liendo.
Asesores de la diputada Castro, quien además es secretaria general del sindicato de Aeronavegantes, recordaron que en febrero de 1994 se creó en Buenos Aires la empresa Interinvest, como fachada de Iberia, que poseía el 99 por ciento de sus acciones. El 1 por ciento restante quedó en manos de Horacio Fargosi, el abogado de Iberia. Al mismo tiempo, Liendo dictaminó que el requisito del Código Aeronáutico de que la mayoría accionaria de la línea de bandera debía ser de argentinos, se cumplía tanto si se trataba de personas físicas como de personas jurídicas argentinas. La recién creada Interinvest pudo asumir así el 38 por ciento de las acciones que le correspondían al Estado Argentino, que sólo quedó con el 5 por ciento. De este modo, Iberia y sus controladas pasaron a poseer el 85 por ciento de las acciones de Aerolíneas. Al tomar conocimiento de los borradores del Acuerdo, los pilotos lo denunciaron a la Justicia y el juez Ballestero sostuvo que Interinvest era una empresa fantasma creada para perjudicar al Estado Nacional.
El contrato de transferencia de Aerolíneas Argentinas, firmado poco antes de que Cavallo y Liendo desembarcaran en el ministerio de economía, establecía que el 51 por ciento de las acciones debían estar en manos de propietarios argentinos e Iberia no podría tener más del 30 por ciento del paquete. Sin embargo, por medio de asociados y testaferros los españolescontrolaron la mayoría accionaria. El contrato de transferencia también estableció que el Estado, con el 5 por ciento de las acciones, más el 10 por ciento correspondiente a los trabajadores, podría vetar .decisiones que afecten el cumplimiento de los servicios concesionados y/o la política aérea”. Esa capacidad de veto no tenía sólo valor económico, sino también jurídico: la invocó la Corte Suprema en su per saltum, al autorizar al gobierno nacional a seguir adelante con la privatización, pese a todas las objeciones. En una ampliación de capital, forzada por los españoles en 1992 para evitar la quiebra de Aerolíneas, las tenencias accionarias del Estado pasaron del 15 al 43 por ciento y retuvo su poder de veto. Por el acuerdo negociado por Liendo y decretado por Menem y Cavallo en 1994 el Estado volvió al 15 por ciento inicial, pero ahora sin poder de veto.
Por haberse desprendido de la acción de oro, el Estado Nacional no pudo impedir el denominado Plan de Rescate que la SEPI anunció en febrero de 2000 y que culminó con el hundimiento de la compañía, pese a la oposición que había manifestado el entonces ministro de Obras Públicas e Infaestructura, Nicolás Gallo. La transferencia a nombre de Liendo no constituye el único episodio sospechoso en esta historia. En la Asamblea General de Aerolíneas Argentinas del 28 de mayo de 1997 el mandatario de uno de los accionistas minoritarios dijo que los directivos Manuel Morán y Eduardo Mateos “eran los encargados del manejo de fondos políticos” de las empresas que administra la SEPI, “lo que motivaba aportes o accionamientos a favor del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)”. Citó como fuente al propio Mateos y a no identificados auditores de Aerolíneas que luego de descubrir estas transferencias habrían sido despedidos. Añadió que “esos giros habrían sido efectuados a cuentas personales en el exterior a nombre de varios miembros del directorio, entre ellos el representante del Estado nacional que es primo del presidente de la Nación [se refiere a Abdo Menehem] y fue colocado allí por éste”. Luego eran “trianguladas a cuentas en España para el manejo de voluntades políticas”. Agregó que “la impunidad era tal que los giros electrónicos constan en los libros de Aerolíneas Argentinas, como si estas cuentas fueran un proveedor más de la compañía”. La denuncia también afirma que a raíz de presiones ejercidas por el propio Manuel Morán, el accionista Bernardo Galante le escribió una carta “dejando sin efecto” las afirmaciones de su mandatario en la asamblea.

Un amigo de peso

Por H.V.

El presidente del Banco Provincia de Buenos Aires, Ricardo A. Gutiérrez, negó “haber acordado ningún préstamo nuevo, ni mucho menos otorgado desembolso adicional alguno a la empresa Victorio Américo Gualtieri SA”. Desmintió de ese modo la información publicada el domingo pasado aquí, según la cual la mitad de la deuda del empresario preferido de los gobernadores justicialistas bonaerenses fue contraída entre el último año de la gestión de Eduardo Duhalde y el primero de la de Carlos Rückauf, “pese a la política restrictiva de desembolsos que siguió el banco en ese período”. Pero los diputados bonaerenses que investigan los créditos irregulares otorgados por el Banco Provincia insisten en incluir a la gestión de Gutiérrez entre las objetadas por los beneficios a Gualtieri.
Según Gutiérrez, desde que él asumió la presidencia del banco, el 20 de diciembre de 1999, se desarrolló “una intensa labor orientada a mejorar la situación del banco respecto a la acreencia total de dicha firma, a través de un esquema de reestructuración general de la deuda vencida, lo que permitió la obtención de nuevas garantías, en algún caso consideradas técnicamente preferidas por las normas del Banco Central y que no existían hasta entonces. Adicionalmente a esas acciones destinadas a aminorar la exposición de riesgo frente a ese deudor, se ordenaron investigaciones internas e instrucciones sumariales a los fines de deslindar responsabilidades, llegando incluso a la promoción de denuncia en sede penal”. La declaración de Gutiérrez añade que “a la fecha el banco ha procedido a verificar todos sus créditos en el proceso concursal de la empresa y ha iniciado las acciones legales de carácter ejecutivo por las garantías hipotecarias y/o prendarias a su favor”.
Según el diputado provincial por el Frepaso, Alejandro Mosquera, desde la asunción de Rückauf y Gutiérrez el Banco Provincia otorgó créditos a Gualtieri por más de 80 millones de dólares. Varias de las solicitudes de créditos analizadas las realizó junto con Sabavisa SA, una de sus empresas, que este año se presentó a su propio concurso de acreedores. El 14 de septiembre de 1999 Gualtieri SA se presentó como fiador de Sabinor SA, otra firma propia. Para negociar la refinanciación de los créditos, Don Victorio se presentó a la sucursal La Plata del Banco Provincia en compañía de su asesor financiero: el ex ministro de economía Roque Fernández. Este es el detalle que Mosquera suministró a este diario, proveniente del concurso de acreedores de Gualtieri:
- 12,8 millones de dólares. Otorgado el 15 de setiembre de 2000. Codeudor solidario: Sabavisa SA. Garantizado por Deltragro SA, hipoteca en 2º grado. Mora en el primer vencimiento. Deuda final, entre capital e intereses, 13,8 millones.
- 4,16 millones. Otorgado el 15 de setiembre de 2000. Codeudor solidario: Sabavisa SA. Garantizado por Deltragro SA, hipoteca en 2º grado. Mora en el primer vencimiento. Deuda final, entre capital e intereses, 4,5 millones de dólares.
- 47,4 millones. Descuento de documento de tercero: Ruta 1 SA. Autorizado el 4 de agosto de 2000. Obligado solidario Sabavisa SA. El primer pago debía producirse en agosto de 2001, por lo que no hubo mora antes del concurso. Deuda total, entre capital e intereses, 49,8 millones de dólares.
- 17,4 millones. Solicitado el 25 de abril de 2000, otorgado el 4 de mayo. Forma de pago, 61 cuotas mensuales desde el 30 de agosto de 2000. No pagó nada. Garantía: cesión de certificados de obra de la administración de puertos de la provincia. Deuda total, 20,1 millones de dólares.
Una denuncia penal fue presentada el 22 de febrero de 2000 por el apoderado del Banco Provincia, Julián Alberto Loyato contra el ex gerente de la casa matriz en La Plata, Héctor Ferraro. Allí se concentran los créditos sin respaldo ni autorización a Victorio Gualtieri SA, que juntocon otras seis empresas se beneficiaron con la contratación directa autorizada por Duhalde en 1996 para la construcción de escuelas. Pericias judiciales ordenadas por el juzgado de transición 2 determinaron que se pagaron sobreprecios del 12 por ciento por metro cuadrado construido, equivalentes a 41,5 millones de pesos. Esas empresas dejaron deudas impagas con el Banco Provincia por 137 millones. Mosquera calcula que entre esa deuda y los sobreprecios se hubieran podido construir otras 150 escuelas.
En julio de este año la Legislatura aceptó que la provincia absorbiera la cartera de morosos e incobrables del Banco Provincia, por 2.400 millones de pesos. Esta suma quintuplica la suma del ajuste ya concretado más el pautado en perjuicio de los empleados públicos bonaerenses. La oposición impuso que una comisión bicameral investigara las responsabilidades por el otorgamiento de cada uno de esos créditos. Pero el gobernador Ruckauf ordenó postergar su constitución y los diputados justicialistas negaron el quórum necesario en la sesión del último jueves. “No es oportuno ni razonable investigar esto a muy pocos días de una elección”, argumentó el presidente del bloque, Juan Antonio Garivoto. El martes, los legisladores de la Alianza darán una conferencia de prensa para denunciar al PJ y autoconvocar a la comisión. La versión taquigráfica de la sesión del jueves 20 es ilustrativa del aprecio de duhaldistas y rucufistas por los procedimientos de control legislativo:
- Garivoto: Señor presidente, yo había solicitado un cuarto intermedio antes de continuar con el tratamiento de este tema; después, si quieren, seguimos discutiendo la cuestión de la Comisión Investigadora.
- Presidente (diputado San Pedro): Se va a votar la moción de cuarto intermedio solicitada por el diputado Garivoto.
- Mosquera: Tenemos derecho a dar nuestra opinión.
- Garivoto: Si querés salir en los diarios, pegate un tiro en Plaza San Martín.

 

 

 

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