Por
Richard Norton Taylor
y Nick Hopkins
Desde Londres
El
plan de batalla trazado por el Pentágono, que de acuerdo a fuentes
británicas implicará un contacto cercano con
las fuerzas enemigas, probablemente incluirá tanto el uso de tropas
aerotransportadas -reminiscente de pasadas campañas como
el de fuerzas especiales equipadas con las últimas tecnologías
de comunicaciones. Probablemente incluirá también el uso
de armas inteligentes para golpear blancos específicos.
Los días de los bombardeos masivos han terminado, dicen
estas fuentes.
El rompebúnker GBU-28 está diseñado para
destruir blancos bajo la tierra tales como las bases subterráneas
de Osama bin Laden que anteriormente eran seguros contra cualquier
cosa salvo armas nucleares. Aunque fue desarrollado para penetrar en centros
de comando reforzados de Irak, ahora está equipado con cerebros
informáticos más sofisticados. Está guiado
por láser y lleva consigo una ojiva de dos toneladas. Y dispone
también de una mecha inteligente diseñada para
hacer estallar la bomba cuando se ha llegado al objetivo subterráneo.
Se da por sentado que el Pentágono está apurando el desarrollo
de una nueva versión de la bomba, con mejoras en la selección
de los blancos, y que estaría diseñada para destruir grutas
además de túneles. Sin embargo, algunos analistas dudan
sobre si tales bombas pueden llegar a bases que se encuentren en lo profundo
de superficies de montaña. El profesor Paul Rogers, de la Universidad
de Bradford en el Reino Unido, dijo ayer que eso requeriría el
empleo de la bomba nuclear táctica B61-11.
Un nuevo armamento en el arsenal de lo que Estados Unidos y Gran Bretaña
están llamando una guerra guiada por la inteligencia
es el vehículo aéreo no tripulado, tal como la aeronave
de altitud intermedia Predator. Puede sobrevolar en torno a un blanco
por hasta 40 horas, transmitiendo imágenes de alta resolución
del territorio bajo examen. Su rol principal es monitorear movimientos
de tropas, y actualmente está siendo equipado con misiles. Otro
avión de reconocimiento sin piloto, el Global Hawk de gran altitud,
se concentra en la toma de fotografías de blancos fijos. La ventaja
que tiene es su capacidad de patrullar sin ser visto.
Un objetivo clave de las nuevas tecnologías, de acuerdo a la revista
Janes Defence Weekly, es reducir la brecha entre la detección
de un blanco terrestre y su ataque a cargo de aeronaves de combate equipadas
con bombas o misiles de precisión. Los planificadores militares
están apuntando a una brecha de no más de 10 minutos. La
aeronave de reconocimiento J-star, que produce imágenes de alta
calidad desde gran altura, complementará las fotografías
provistas por los otros equipos y los satélites espía de
Estados Unidos que la Agencia de Seguridad Nacional ha entrenado sobre
las áreas donde bin Laden tiene campos de entrenamiento.
Las fuerzas especiales de Estados Unidos y Gran Bretaña también
entregarán inteligencia y ayuda para guiar a las aeronaves a sus
blancos sobre el terreno. Estas fuerzas están equipadas con equipos
de comunicación satelital y sistemas de posicionamiento global.
Los soldados de las SAS británicas pueden tener una oportunidad
de usar su rifle favorito, una carabina canadiense conocida como la C8
que dispara granadas de 40 milímetros, según dijo Terry
Gander, editor de Janes Infantry Weapons.
Pero agregó que su arma más importante serán las
radios. Su rol más importante es de supervisión e
inteligencia; querrán evitar los combates y transmitir información
muy rápidamente para que sea decodificada, dijo.
NUEVO
SISTEMA DIGITAL DE RECONOCIMIENTO FACIAL
Cámaras
con identikit listos
Por
Stuart Millar
Desde Londres
Las
autoridades norteamericanas van a introducir sistemas digitales de reconocimiento
facial en los aeropuertos, para identificar a sospechosos de terrorismo
antes de que puedan subir al avión. La medida alarmó a los
defensores de los derechos civiles. Según The Washington Post,
un comité gubernamental, establecido después del martes
11 para una revisión de los sistemas de seguridad de los aeropuertos,
recomendará el despliegue de un software de reconocimiento facial
conectado a las cámaras de vigilancia. Este sistema, llamado FaceIt,
utiliza una técnica conocida como biométrica, que consiste
en la creación de un mapa digital a partir de un rostro, traduciendo
sus contornos en una fórmula matemática. Según la
firma que lo fabrica, Visionics, esta huella facial es tan
única y distintiva como una huella digital.
En una reunión durante la semana pasada, Joseph Atick, presidente
de Visionics, le dijo al comité que este software puede convertir
a las cámaras de seguridad en un escudo nacional contra
futuros ataques terroristas. Este software, que puede identificar una
cara en una multitud, compara automáticamente la huella facial
con una base de datos de fotografías de supuestos terroristas.
Si hay una coincidencia, las agencias de seguridad pueden ser alertadas
en cuestión de segundos. Sin embargo, el sistema descansa enteramente
en la base de datos de estos supuestos terroristas, por lo que los terroristas
desconocidos, que fueron la mayoría en los atentados del martes
11, no podrían ser detenidos. La calidad de la imagen también
es un dato clave para la precisión del sistema, pero Atick dijo
que casi cualquier cámara en estaciones de subtes, estadios
o cajeros automáticos puede ser equipada con este software.
Es una tecnología que promete mucho, le comentó
un miembro del comité al Washington Post.
Pero los defensores de los derechos civiles están preocupados de
que este sistema pueda restringir el derecho a la privacidad. David Sobel,
consejero general del Centro de Información sobre Privacidad Electrónica,
en Washington, dijo que los funcionarios se están apurando con
estas medidas sin pensar en sus consecuencias. Obviamente, hay preocupaciones
legítimas sobre el terrorismo y necesitamos encontrar formas efectivas
de afrontar este desafío. De todos modos, una vez que este tipo
de tecnologías potencialmente invasivas comienzan a instalarse,
su uso se expandirá más allá de la lucha contra el
terrorismo.
El hecho de que las autoridades norteamericanas consideren la introducción
de estas tecnologías es indicativo de cuánto los estadounidenses
están dispuestos a renunciar a algunas de sus libertades civiles
en aras de la lucha contra el terrorismo. Antes de los ataques, los intentos
de introducir nuevos sistemas de vigilancia eran claramente impopulares.
En junio, funcionarios de Tampa (Florida) provocaron una protesta airada
cuando revelaron que la policía estaba utilizando cámaras
conectadas con el sistema Visionics para identificar a posibles delincuentes
en un barrio donde se concentran espectáculos y entretenimientos.
Atick le dijo al comité que el gobierno podría adoptar medidas
estrictas para determinar qué fotografías pueden ser incluidas
en la base de datos de los sospechados de terrorismo. Realmente
tenemos que proteger la privacidad de la mayoría de personas inocentes.
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